Cristina Morales. La onubense Irene Stabile Lacasta, de 23 años, experimentó con varios deportes hasta dar con el definitivo, una disciplina comúnmente de hombres y en la que ha tenido que luchar para hacerse un hueco destacado. Consciente de que con el deporte siempre hay que contar con un «plan B», estudia diseño de interiores en la escuela de Arte de Huelva. Desde pequeña ha sido constante en cuanto al deporte, ya que le ha servido como vía de escape a lo cotidiano y, sobre todo, la ha ayudado a adquirir valores como el sacrificio y la dedicación, ya que siempre ha llegado a competir. Una competición o un partido requieren de una exhausta preparación y una disciplina regia para lograr los objetivos marcados.
Comenzó su idilio con el deporte con la gimnasia rítmica, ejecutando gráciles movimientos y exaltando su flexibilidad. De ahí pasó a una disciplina deportiva totalmente diferente, donde juega un papel importante la táctica pero también la fuerza: el rugby. Este deporte minoritario en España e imperado por el sexo masculino, encandiló a la joven que formó parte del equipo Tartessos de Huelva. Hace tan solo 9 meses, Stabile encontró el que considera definitivamente su deporte, el powerlifting o levantamiento de potencia.
Esta disciplina del levantamiento de pesos consiste en tres movimientos de fuerza (sentadilla, press de banca y peso muerto), con tres intentos en cada variedad para conseguir levantar los máximos kilos posibles. Se divide en categorías de peso y edad, estando ella en la categoría de -57kg corporales, llegando a levantar hasta 140kg en peso muerto y una suma total de 333kg en los tres movimientos. A pesar de su dureza, la onubense mantiene que «he encontrado mi deporte». Aunque lleva menos de un año entrenando y practicando, ha participado en tres competiciones, consiguiendo un segundo puesto en el campeonato de Andalucía y tercer puesto en el campeonato de España Junior. «La satisfacción de progresar y superarte a ti misma es lo que más me atrajo de este deporte, además del reto que supone romper el estereotipo de que las mujeres tenemos menos fuerza física y solo podemos hacer deportes aeróbicos».
Actualmente, esta modalidad se encuentra en pleno auge gracias a otros deportes como el crossfit, en tan solo 3 años el número de afiliados ha ascendido en casi 300 nuevos levantadores y las redes sociales se inundan cada día de jóvenes que se graban y suben sus levantamientos iniciándose en el mundo de la fuerza. Esta disciplina está de moda pero para Irene Stabile no es pasajera, ha encontrado su lugar en el mundo del deporte y su manera de reivindicar la presencia de la mujer en cualquier estilo. Lo complicado en cualquier deporte minoritario es llegar a las competiciones por la escasez de recursos «desgraciadamente, existen pocas ayudas a deportes que no sean fútbol, que parece ser lo único que interesa a un 90% de la población y más concretamente en España. Además, aún es más complicado en el caso de los equipos y atletas femeninos, donde la posibilidad de ayudas o patrocinio baja considerablemente«.
Practicar una de estas modalidades, que requieren tanta fuerza física y mental, se torna aún más ardua cuando no se dispone de recursos y, en ocasiones, ni se puede llegar a demostrar lo aprendido en una competición. Esta onubense realiza un entrenamiento duro, precisamente el que requiere el powerlifting «entreno 5 días a la semana, unas 3 horas diarias, en un gimnasio de la capital en el que me siento muy cómoda y donde no podemos tener mejor ambiente y apoyo». Suele acudir a su lugar de entrenamiento por las mañanas, ya que por las tardes va a clase. En sus planes no está dejar sus estudios.
Se trata de un deporte muy sacrificado y que requiere de mucha constancia y dedicación, por lo que cuenta con dos entrenadores que trabajan con ella para mostrar su mejor versión de sí misma. Rubén Castro y Víctor Vázquez forman el club de fuerza ‘RV Strength and conditioning’, al que la joven pertenece. Se trata de uno de los mayores clubes de fuerza de España, ya que está integrado por un elevado número de grandes atletas. La filosofía de este núcleo es entrenar a cada deportista en función de sus características y necesidades, mediante preparaciones personalizadas. A pesar de ser un deporte individual, la unión de todos los que entrenan en este centro les ayuda a superar obstáculos y llegar al máximo rendimiento, es muy importante el apoyo del equipo. Esta unión les sirvió para ganar el pasado campeonato de Andalucía, alzándose con el primer puesto para clubes.
Queda aún un largo camino por recorrer para conseguir que sea considerado deporte olímpico. De momento, el reto más importante al que se enfrentan es el mundial que, precisamente, será en este mes de junio en Suecia. Stabile se prepara duro para estar en las condiciones óptimas para acudir a la cita «desde Huelva, Rubén y yo tenemos la posibilidad de representar a España en nuestras categorías pero es muy difícil poder asistir a este evento económicamente. Para poder competir necesitamos cubrir varios gastos, como costearnos los vuelos, pagar las inscripciones y la estancia, por lo que queda muy lejos de nuestras posibilidades».
A la dureza de este deporte se le suman todas las trabas que se encuentran los que lo practican «en España no existe federación de powerlifting por no ser olímpico, a pesar de estar reconocido por el COI, por lo que no podemos optar a ninguna beca o ayuda«. Aunque la constancia y la lucha personal son vitales para conseguir llegar a las competiciones de levantamiento de pesos, la financiación es clave «buscamos patrocinadores que quieran acompañarnos en esta experiencia, un sueño para nosotros y así dar a conocer en Huelva este deporte y contagiar nuestra pasión por la fuerza».
La tendencia social del gusto por el deporte y los gimnasios está contribuyendo a dar a conocer técnicas o disciplinas poco conocidas por la sociedad en general, aunque aún quedan muchas por saber. Es lógico que se apoyen deportes que mueven a un gran público y que son practicados por la mayoría. Sin embargo, no se pueden olvidar las minorías, es nuestro compromiso mantener la gran variedad de deportes con los que contamos a fin de escoger el que mejor se adapte a las características, necesidades y gustos de cada uno, ya sea para presenciar competiciones o para practicarlo. El Powerlifting es un ejemplo de esto último, una disciplina minoritaria aún por descubrir, por lo que los que tratan con esta modalidad día a día «animamos a todo el mundo a romper el mito de que se trata de un deporte muy lesivo por levantar muchos kilos, queremos quitar el miedo a entrenar con cargas altas y demostrar la importancia de la técnica. Quién sabe si no hay un/una onubense que ha nacido para esto y aún no lo sabe».