Isabel Naylor: «Mi padre y yo íbamos todos los años el primer domingo de noviembre a colocar flores a la tumba de William Martin»

La visita a la tumba de William Martin aparece en muchas guías turísticas de Huelva.
Tumba de William Martin en el Cementerio de ‘La Soledad’.

Mari Paz Díaz. La tumba de William Martin, ‘El hombre que nunca existió’, y las flores frescas que no han faltado nunca en su lápida han sido un misterio durante años en Huelva. Los rumores sobre la persona o las instituciones que se encargaban a llevar de forma periódica un ramo de flores al Cementerio de La Soledad de Huelva eran muy numerosos, algunos más infundados que otros.

Un misterio que se resolvió en el año 2002 cuando Huelva tuvo conocimiento que la persona que se encargaba de llevar las flores a William Martin era Isabel Naylor, que, desde los 14 años, seguía la tradición que había iniciado en la década de los cuarenta su padre, un trabajador inglés de la Compañía Minera de Riotinto. Una historia que todavía continúa conmoviendo, no sólo a los onubenses, sino también a muchos turistas, que han incluido ya la visita al Cementerio de La Soledad cuando vienen a Huelva.



Isabel Naylor recogió la Medalla de Oro de la Provincia de Huelva.
Isabel Naylor recogió la Medalla de Oro de la Provincia de Huelva. / Foto: José Carlos Palma.

Isabel Naylor, de hecho, fue reconocida en 2013 por la Diputación Provincial de Huelva, que le entregaba la Medalla de Oro de la Provincia de Huelva por «encarnar la relación entre Huelva, la compañía minera y la presencia inglesa en nuestra provincia», un reconocimiento que le ha llegado después de que en el año 2000 fuera condecorada por el gobierno inglés con la Medalla del Imperio Británico. A todos estos galardones se une la Medalla de la Ciudad de Huelva 2019, que se le entregaba el pasado sábado, 19 de enero, en la Casa Colón de Huelva. 

Hay que recordar que la leyenda de William Martin está basada en una historia real. Enterrado en el Cementerio de la Soledad de Huelva, ‘El Hombre que Nunca Existió’ es el sobrenombre dado a ese ‘héroe’ hallado muerto en la costa de Punta Umbría, que logró engañar al espionaje alemán durante la Segunda Guerra Mundial.


Puerto de Huelva

Carnet de William Martin. / Foto: personajesenigmaticosdelahistoria.blogspot.com.
Carnet de William Martin. / Foto: personajesenigmaticosdelahistoria.blogspot.com.

Situada en la tumba número 14 del sector ‘San Marcos’ del Cementerio de Ntra. Sra. de La Soledad de Huelva, la identidad de William Martin ha generado tanto interés a lo largo de la historia que existen decenas de artículos y libros relatando la trayectoria de este personaje protagonista del espionaje inglés durante la Segunda Guerra Mundial. Tanto que su tumba se incluye en algunas guías turísticas de Huelva, que la recomiendan como lugar de paso obligado para cualquier persona que se acerque a la capital. No en vano, en 1943, Martin logró salvar miles de vida durante la contienda tras el crucial desembarco en Sicilia.

Porque William Martin fue un oficial inglés muerto ahogado en 1943, que protagonizó la operación denominada ‘Carne Picada’. Un montaje realizado en la Segunda Guerra Mundial para engañar a los alemanes y hacerles creer que los Aliados desembarcarían en Cerdeña, aunque realmente lo hicieron en Sicilia. Los servicios secretos ingleses arrojaron el cadáver al mar para que llegara a Punta Umbría. Se inventaron su identidad y unos documentos secretos falsos.

La historia atrae a muchos turistas al Cementerio de La Soledad de Huelva.
La historia atrae a muchos turistas al Cementerio de La Soledad de Huelva.

El cadáver fue encontrado por unos pescadores en El Portil. Los alemanes fueron víctimas de la trampa porque registraron el cadáver y se creyeron la historia. Después de la guerra, al salir a la luz la correspondencia entre Hitler y Doenitz, se descubrió que el engaño había funcionado a la perfección. En su lápida puede leerse: “William Martin. Nacido el 25 de marzo de 1907 y muerto el 24 de abril de 1943. Hijo adorado de John Glydwyr Martin y de la difunta Antonia Martin de Cartiff. Walles. Dulce et decorum est pro patria mori. RIP”.

Hemos hablado con Isabel Naylor por la entrega de este reconocimiento.
Hemos hablado con Isabel Naylor. / Foto: José Carlos Palma.

Una historia que sigue captando la atención de muchos y que protagoniza Isabel Naylor, con la que hemos querido hablar. Nacida en Huelva, Naylor conserva su nacionalidad inglesa, por lo que es anglo-española y, realmente, «me siento de las dos partes, tanto que en mi casa cocinamos platos de ambos lugares, tanto comida española como inglesa». Esta condición le ha marcado a lo largo de su vida y ha sido una de las causas principales por las que ha mantenido esa tradición.

Cementerio inglés de Riotinto. Cruz celta de G. H. Wilson, muerto en pozo Alicia.
Cementerio inglés de Riotinto. Cruz celta de G. H. Wilson, muerto en pozo Alicia.

«La primera vez que fui con mi padre a la tumba de William Martin fue alrededor de 1949, cuando prácticamente estaba recién venida de estudiar en Inglaterra, si bien gran parte de mi vida discurrió en Riotinto», nos comenta Isabel. Ella, en aquel momento, no sabía mucho de aquella historia, pero continuó acompañándolo cada año hasta que llegó a comprender aquel episodio de la Segunda Guerra Mundial, de ahí que cuando su padre cayó enfermo decidiera continuar con esta tradición, que ya anteriormente había visto homenajes en las tumbas del Cementerio de Bellavista de Riotinto, donde la comunidad británica solía depositar flores.

Coronas de amapolas en el Monumento a los Caídos en Las Malvinas, en Inglaterra. / Foto: zocalo.com.
Coronas de amapolas en el Monumento a los Caídos en Las Malvinas, en Inglaterra. / Foto: zocalo.com.

En concreto, en Inglaterra se recuerda todos los años en el mes de noviembre a muchos soldados, marinos y aviadores que murieron durante la guerra mundial. Para ello, los británicos utilizan las amapolas como símbolo de este homenaje. Se trata del ‘Domingo del Recuerdo‘, que suele ser el segundo domingo de noviembre, cuando hay ceremonias en todo el país en iglesias y en monumentos donde miembros de las fuerzas armadas y familiares de soldados que murieron en los conflictos dejan coronas y amapolas de papel. De hecho, los miembros de la Familia Real y el Primer Ministro también dejan coronas en Londres. Luego, el 11 de noviembre es el llamado ‘El Día del Recuerdo’, con el que se conmemora el Día del Armisticio, que dio fin a la Primera Guerra Mundial.

Tumba de William Martin en el Cementerio de La Soledad de Huelva.
Isabel y su padre le ponían claveles rojos a la tumba de William Martin.

Siguiendo esta tradición anglosajona, «mi padre y yo íbamos todos los años el primer domingo de noviembre a colocar flores a la tumba de William Martin, pero como aquí no se venden amapolas, pues siempre llevábamos claveles de color rojo, que eran los preferidos de mi padre», recuerda Naylor.

Isabel nos cuenta todos detalles de la historia de su familia con William Martín.
Isabel nos cuenta todos detalles de la relación de su familia con William Martín. / Foto: José Carlos Palma.

Así fue como su padre llevó a cabo este ritual cada año entre 1949 y 1960 aproximadamente. A partir del inicio de la década de los sesenta, fue ella quien recogió el testigo de esta tradición que mantiene hasta la actualidad.

Ahora, con 86 años, Isabel Naylor sigue acudiendo al Cementerio de La Soledad año tras año. Eso sí, desde hace un tiempo, le acompañan al Cementerio de La Soledad de Huelva su hija Gladis y su nieta, por lo que asegura que «la continuidad de esta tradición está más que garantizada con ellas».

Imagen referente al episodio de William Martin en el web del Ayuntamiento de Huelva.
Imagen referente al episodio de William Martin en el web del Ayuntamiento de Huelva.

Sobre el misterio que existía en Huelva acerca de la identidad de la persona que dejaba las flores en la tumba de ‘El Hombre que Nunca Existió’, a Isabel Naylor siempre le sorprendió mucho, «porque amigos míos lo sabían. En realidad, yo nunca lo oculté, todo lo contrario. Es más, muchas veces cuando iba al cementerio a dejar mis flores, me encontraba que ya había otros ramos, que solía dejarlos el cónsul británico en Huelva y José María Segovia, presidente de la Real Sociedad Colombina Onubense».

Isabel, en el Cementerio de La Soledad en un acto homenaje a la figura de William Martin celebrado el pasado abril de 2018 con motivo del 75 aniversario de la aparición del cuerpo del ‘Hombre que Nunca Existió’.

La difusión que ha tenido este curioso episodio ha provocado, según nos cuenta la propia Isabel, que hoy haya muchas flores en la tumba, en la gran mayoría de las ocasiones aportadas por los turistas que visitan la tumba. No en vano, este lugar está incluido en las rutas turísticas sobre Huelva, como hemos apuntado.

Con todo, Isabel Naylor forma parte ya de la historia de Huelva, una historia que se ha escrito día a día sin buscar reconocimientos, de forma anónima, aunque con el tiempo haya trascendido no sólo las fronteras de la capital, marcando un nuevo nexo de unión entre la cultura onubense y la británica.

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