Redacción. La Palma ya cuenta con un monumento dedicado a Francisco Díaz Pinto, el arquitecto Pinto, maestro alarife de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista.
Se trata de una obra alegórica del escultor Martín Lagares, fue el propio Martín junto al alcalde de La Palma, Manuel García Félix, quien desveló el nuevo monumento que ha sido situado en la plaza del Corazón de Jesús, donde se puede contemplar perfectamente al citado arquitecto, y detrás su obra, la imponente Iglesia Parroquial que está de efeméride, cumpliendo el 250 aniversario de su reconstrucción tras el terremoto de Lisboa.
Manuel García Félix expresó que el nuevo monumento se suma así al trazado de un recorrido histórico, sentimental y turístico de La Palma, “monumento que quiere ser un homenaje a quien dejó este gran legado histórico y arquitectónico”.
El alcalde recordó que tras la destrucción del templo por el terremoto de Lisboa, acaecido en 1755, se hacía necesaria su reconstrucción erigiendo un edificio de nueva planta y mayor amplitud. El 26 de diciembre de ese año se coloca la primera piedra y en los documentos existentes aparece como maestro ejecutor de la obra Francisco Díaz Pinto. Desde el comienzo de las obras se contrató pues como arquitecto ejecutor y que ya alcanzaba gran prestigio en la provincia por su participación en obras de gran alcance como el Convento de la Merced o la parroquia de San Pedro en Huelva, obras en las que se puede apreciar esquemas arquitectónicos y resultados ornamentales similares a los que caracterizan el templo parroquial de La Palma.
Será la intervención de este alarife a la que deba su fisonomía definitiva el templo parroquial, tanto en el criterio constructivo como en la concepción estética y decorativa que presenta. Es precisamente Díaz Pinto el que decide levantar la torre en el lugar que hoy ostenta y no en el extremo del crucero correspondiente al lado de la Epístola, tal como aparecía en el diseño inicial. Era un época en la que era frecuente que los maestros albañiles locales modificaban en la práctica muchos de los planos originales proyectados por los arquitectos diocesanos y confiriendo así a las obras su impronta personal.
La fecha de 1768 marca el final de una etapa constructiva, surgiendo así el majestuoso y soberbio nuevo templo parroquial de La Palma del Condado como uno de los exponentes más representativos del barroco tardío.
Con este monumento se apela a la memoria colectiva y a sacar a la luz la historia de La Palma, dijo el alcalde.