HBN. La industria de la moda es, sin lugar a duda, uno de los sectores más derrochadores y creadores de desechos del mundo. Solo en Estados Unidos se producen más de 15 millones de toneladas de residuos textiles al año, una cifra que se ha duplicado en los últimos 20 años, según el sitio web de finanzas The Balance. De hecho, Greenpeace afirma que el consumidor medio compra un 60 % más de prendas al año y las descarta el doble de rápido que hace 15 años, generando una cantidad enorme de basura.
A pesar de que la demanda de tendencias más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y los derechos humanos va en aumento, el formato fast fashion, o moda producida en cadena, sigue dominando el mercado. Algunas marcas intentan romper con esta forma de producir y, así, llevar a los consumidores atractivas prendas fabricadas mediante prácticas sostenibles y éticas. Estas marcas eco-friendly han demostrado que es posible vender ropa a la moda y a la vez producir un impacto medioambiental mucho menor que su competencia.
Una de las dificultades que encuentran estas marcas es que, como es lógico, implementar prácticas de producción éticas, justas y ecológicas es costoso. Es importante tener en cuenta que, en realidad, no es que estas prendas seas caras, sino que, si las comparamos con las producidas por las marcas fast fashion (que sacrifican la calidad de los materiales y las buenas condiciones laborales de sus trabajadores), la diferencia es considerable. Por esta razón, puede ser duro incluso iniciarse en esta área de la industria de la moda, según la cofundadora de Peoples Product Chelsea Mazur.
A pesar de los obstáculos, las mercancías sostenibles están apareciendo en las pasarelas a nivel mundial más a menudo. En el mes de septiembre, la modelo estadounidense Bella Hadid fue vista paseando por las calles de París entre desfile y desfile de la Paris Fashion Week con un par de deportivas veganas de la firma Rombaut. Esta no es la primera vez que vemos a Hadid luciendo calzado de esta marca sostenible. El diseñador Mats Rombaut fundó su marca en 2011 y desde entonces se ha centrado en transformar materiales y crear prendas que no contengan sustancias tóxicas o derivadas de animales que ayuden a proteger la biodiversidad de nuestro medioambiente. Mats es también reconocido por la creación de esculturas de calzado literalmente veganas, hechas de vegetales.
El movimiento del comercio justo, que empezó en los años 60 enfocándose en los alimentos, va, poco a poco, aumentando su influencia en los hábitos de compra de los consumidores en cuanto a moda se refiere. Múltiples empresas han empezado a desarrollar pequeñas iniciativas o colecciones de fabricación ética, ecológica y justa, pero será únicamente la demanda masiva por parte de los consumidores lo que realmente haga cambiar la forma de producir y, en última instancia, convencer a las grandes marcas de abandonar la fast fashion.