Redacción. La preocupación por el crecimiento de un niño es uno de los motivos de consulta más frecuentes en el área de endocrinología pediátrica. Los niños pasan por diferentes etapas de crecimiento y en cada una de ellas, éste es diferente o dicho de una forma más correcta, más o menos rápido. “Especialmente el primer año y el periodo puberal son dos de los momentos en los que se experimenta un crecimiento más rápido” dice la doctora Mª Mar Román del Río, pediatra de HLA Los Naranjos.
Alrededor del 80% de la talla adulta es atribuible a factores genéticos, “está genéticamente determinado el ritmo de maduración, cómo crece un niño, cuándo inicia la pubertad o cuándo termina de crecer. Aún así ni la talla ni el ritmo de maduración dependen exclusivamente de la genética sino de la interacción de factores genéticos y ambientales como la nutrición, el ejercicio, enfermedades crónicas, déficit hormonal, prematuridad del nivel socioeconómico, etc.” dice la Dra. Román del Río
El crecimiento físico no tiene por qué ir en consonancia con el crecimiento psíquico, sobre esto la especialista advierte que “depende de muchos factores, madurativos, ambientales, genéticos,… que interfieran durante el embarazo, parto o los primeros años de vida fundamentalmente, es decir, que un niño crezca sano a todos los niveles, sin patología intercurrente que provoque diferencias como pudiera ser una parálisis cerebral, acondroplasia, etc.”
¿Cómo ayudar al crecimiento óptimo de nuestros pequeños?
El crecimiento de los niños debe ser un motivo de preocupación para los padres cuando noten que el niño deja de crecer, “normalmente se percibe en el tallaje de la ropa y en la comparación con el resto de los compañeros. Ante cualquier hallazgo que preocupe deben acudir al pediatra de referencia para una evaluación y seguimiento del paciente, de forma que se le pueda someter a controles de peso y talla cada 6 meses y valoración de pruebas complementarias ante la posibilidad de beneficiarse o no de la hormona del crecimiento” apunta la especialista.
Ayudar a que el niño crezca de la mejor forma se consigue corrigiendo aquello que esté haciendo que el menor no esté creciendo acorde al resto de niños de su edad. Son muy importantes los seguimientos periódicos por parte del pediatra de atención primaria que sería quien detectaría el problema y así la derivación a endocrinología infantil. De la misma forma se podría valorar la ayuda psicológica por parte del equipo de salud mental en pacientes afectos a nivel psíquico/emocional cuando la talla suponga un problema sobre todo a nivel de ‘bullying’ escolar.
¿Las enfermedades pueden afectar al crecimiento?
“Las enfermedades agudas rara vez afectan al crecimiento, salvo que sean muy repetidas, en cambio las enfermedades crónicas sí pueden hacerlo. Ejemplo de ello sería la enfermedad celiaca, causa orgánica frecuente de talla baja de predominio en la época escolar. Cuando la enfermedad se cura o mejora, el crecimiento se recupera parcial o totalmente, hay periodos críticos como el periodo fetal, el primer año de vida y la pubertad, en los cuales la pérdida de crecimiento no sería fácilmente recuperable, lo que afectaría a la talla adulta” concluye la doctora.
Sobre HLA Grupo Hospitalario
El Grupo Hospitalario HLA está compuesto por 15 hospitales integrados con 32 centros médicos multiespecialidad y una red de unidades de referencia en tratamientos de última generación. 42 clínicas dentales, 11 unidades de reproducción asistida, 30 clínicas oftalmológicas dotadas de la más avanzada tecnología y 436 centros de análisis clínicos completan la estructura que HLA pone a disposición de sus pacientes. Con 1300 plazas de hospitalización HLA es un referente en la atención hospitalaria y ambulante. Más de 36 años de experiencia y presencia en seis países configuran un modelo de atención que basa su filosofía en el trato humano, la excelencia, el liderazgo, la responsabilidad y la especialización.