HBN. Puntual a la cita con los cofrades, a las 21.00 horas, aún con luz natural, se abrían las puertas de la Capilla Jesús Calvario para comenzar su estación de penitencia esta una cofradía caracterizada por su sobriedad y elegancia. Como cada Lunes Santa, centenares de onubenses aguardaban en el exterior la salida de Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza, titulares de la hermandad que marca el contrapunto a una jornada de júbilo y sabor a barrios con su solemne caminar en silencio por las calles céntricas de la ciudad.
Abría el cortejo un año más la cruz franciscana del Monasterio de la Rábida, que cada año los frailes acercan a la Hermandad para que Huelva pueda presenciar esta maravillosa cruz de plata de estilo gótico del siglo XIV. Tras los primeros cuerpos de nazarenos, estando aún Jesús del Calvario en el interior del templo, una saeta rompía el silencio de los cofrades allí congregados. Seguidamente, una vez en el exterior, de nuevo una saeta, esta vez de interpretada por El Pecas, marcaba los primeros pasos de la cofradía en la noche de este Lunes Santo.
En torno a 300 nazarenos, de un nómina de 1.000 hermanos, ataviados con túnica marrón franciscana, han acompañado a Jesús del Calvario en su paso de misterio y a María Santísima del Rocío y Esperanza. Los onubenses están pudiendo contemplar nuevamente en esta Semana Santa el nuevo manto de salida bordado en oro sobre terciopelo de seda, obra de Francisco Carrera Iglesias, que la cofradía estrenó en la primavera de 2017.
En cuanto al acompañamiento musical, un año más han los sobrios sones del trío de capilla de la Banda de Música de la Consolación de Huelva los encargados de acompañar el procesionar de ambos pasos. En referencia al exorno floral, la Hermandad ha elegido los tradicionales lirios morados para el paso del Cristo del Calvario y rosas blancas que han resaltad la belleza de la Virgen del Rocío y Esperanza.
Fundada en 1972, la Posconciliar Hermandad y Seráfica Cofradía de San Francisco de Asís, Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza, la Hermandad del Calvario, realizó su primera estación de penitencia el Lunes Santo de 1973, recorriendo las calles del barrio de las Colonias en Vía Crucis. La creación de esta cofradía en los años setenta supuso un revulsivo para la Semana de Pasión onubense.