HBN. Lunes Santo en el barrio de El Polvorín. 16.45 de la tarde y cielo azul impoluto, sin rasgo de nubes, esperando al cortejo de nazarenos de la Ilustre Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Penas en sus Tres Caídas, María Santísima del Amor y del Glorioso Apóstol Santiago.
Tras un Domingo de Ramos que en la barriada onubense tiene el nombre propio de Sagrada Cena, llega el ansiado lunes y en la parroquia del Sagrado Corazón los vecinos se arremolinan en la calle Presbítero Pablo Rodríguez para ver la salida de una de las cofradías más populosas de Isla Chica. A las 16.45 horas ponían el pie en la calle los primeros de los 650 nazarenos tras la imponente Cruz de Guía.
Capas blancas y verdes coloreaban el cortejo, y es que la Hermandad continúa con el proceso de instauración de su nuevo hábito de nazareno, que iniciara el pasado 2017, cuando el cabildo de hermanos aprobó modificar la indumentaria, dando un plazo de cinco años para amoldarse a la nueva norma. Tradicionalmente, han vestido túnica blanca, al igual que el morrión, con capa de raso verde, cíngulo y botonadura en color rojo, siendo el cambio en la capa, que ahora es blanca de sarga.
Mientras los primeros nazarenos bajaban la plataforma, en el interior de la iglesia las cuadrillas de costaleros se preparaban para comenzar su estación de penitencia bajo la trabajadera. El hermano mayor de Tres Caídas y capataz del paso de misterio desde hace más de 25 años, Fabián Tello, ha dedicado la primera levantá al diácono de la cofradía, Sebastián Arcos, mientras que en el palio, Pepe Ramírez anunciaba que sería Juan Cordero, quien ha sido sacristán y monaguillo en la parroquia, entre otras funciones, el encargado de golpear el llamador por primera vez esta Semana de Pasión. Momentos muy emotivos que precedían a la salida de los titulares de esta Hermandad constituida oficialmente el 4 de julio de 1944 y que tiene su origen en la iglesia de la Milagrosa.
Unos minutos más tarde, comenzaba a asomar por el dintel el paso de Jesús de las Penas, echado a tierra y con alfileres en los faldones para no pisar el suelo. Los primeros rayos de sol daban en la parte frontal y comenzaba a mostrarse uno de los estrenos de este año, la restauración del canasto, obra de Daniel Sánchez. También podía apreciarse el exorno floral, con claveles púrpura y, en el friso, rosas malvas, minicardos, statis, limonios y fresias en tonos morados y malvas.
Con una levantá llena de sentimiento en memoria de Pepa Blanco, Fabián Tello sacó a la calle el misterio con los costeros a tierra para no rozar la cantonera de la delantera de la cruz. El paso ocupó la plataforma situada a la puerta de la iglesia, donde le colocaron los cuatro zancos mientras la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno interpretaba la ‘Marcha Real’.
El majestuoso paso barroco, dorado en oro fino, representa al Hijo de Dios caído con la cruz a cuestas de camino al monte Calvario. Le ayuda Simón de Cirene y la mujer Verónica le seca el rostro mientras un soldado romano fustiga a Cristo para que se levante. Las imágenes de Jesús y la Verónica son de Antonio León Ortega, mientras que el soldado romano es obra de Lourdes Hernández y el cirineo de Darío Fernández Parra.
Como cada año, uno de los hermanos se subió al paso para colocar la parte superior de la cruz que porta el Cristo, así como el casco del soldado romano, que deben retirarse para que el conjunto pueda cruzar el dintel de la parroquia de El Polvorín.
Ya en la calle, ofrendas florales y aplausos acompañaron a Jesús de las Penas hasta alcanzar la avenida Alcalde Federico Molina, donde numerosos devotos lo esperaban para acompañarlo en su caminar hacia el centro de la ciudad.
Continuando con el cortejo, una representación de la Guardia Civil y también de la Hermandad Matriz de Montemayor, de Moguer, con la que Tres Caídas está hermanada desde hace 28 años, han precedido a la titular mariana, así como una representación de la Hermandad de Tres Caídas con el hábito y la bandera fundacional, recordando los primeros años de la cofradía.
Más tarde, hacía su salida la Virgen del Amor, una talla de 1949 de Antonio León Ortega, que este año ha lucido una remodelada Corona de los Apóstoles, la primera que tuvo la imagen, obra del orfebre Jesús Domínguez. La pieza ha sido sometida a una intervención que ha dado como fruto su embellecimiento con la incorporación de nuevos detalles que todos los cofrades onubenses están pudiendo contemplar esta tarde de Lunes Santo.
El característico manto verde de la dolorosa y el bordado de las bambalinas del palio han vuelto a brillar en las calles de su barrio, resaltando la belleza de María Santísima del Amor un exorno floral conformado por rosas, fresias, astromelias, mini rosas, rosas inglesas y verdes africanos en colores beige, blanco y rosa pálido.
Tras los pasos del palio, la Banda de Música de Puebla del Río ha puesto sones a una espectacular salida, en la que no ha faltado el ya tradicional mensaje de ‘Dona órganos, dona amor’ incorporado en algunos de los cirios que alumbran a la Virgen.
Cabe destacar que ésta será la última Semana Santa previa a la restauración de los titulares de Tres Caídas. Próximamente, el Cristo se trasladará a Sevilla, al taller de Pedro Manzano y en mayo o junio se repetirá el procedimiento con la Virgen del Amor. Así el próximo 2019, año en que la Hermandad celebrará su 75 aniversario, además de las rehabilitadas tallas, estrenará el nuevo manto radial en terciopelo verde para María Santísima, diseñado por el onubense Juan Robles y encargado al moronense Manuel Solano Hermandad. Asimismo, Tres Caídas tiene prevista la elaboración de una nueva túnica para el Señor de las Penas, a estrenar en 2020, para lo cual ya han creado una comisión específica.
Pero volviendo al presente, esta luminosa tarde de Lunes Santo es un momento perfecto para disfrutar de las estampas que dejan Jesús de las Penas y María Santísima del Amor en las calles de Huelva. Momentos especiales se viven a su paso por la Plaza Niña, el caminar por el barrio de Huerta Mena y la subida de la cuesta de las Tres Caídas, punto donde este año los costaleros que no estén bajo paso formarán un cordón perimetral alrededor de los mismos para evitar problemas en la subida.
Con una recogida prevista a las 2.35 para el palio, continúa su estación de penitencia esta hermandad de barrio que tiene el honor de poner en la calle a dos de las imágenes más queridas del Lunes de Pasión onubense.