Miguel Mojarro
Socio del Casino Minero de Corrales
Hay un Casino en el Sur, que baja desde las cortas hasta el mar, que se pone en 2018 las canas de Centenario. Que es mérito más que suficiente para centrar en él la atención de todos cuantos tengan en sus genes vocación de Patrimonio, Cultura y Placer. Tres apoyos suficientes para sustentar la vida.
Corrales, a orillas de un mar aventurero y final de un ferrocarril de riqueza, tiene un Casino. Desde hace cien años en sus mesas se juega al dominó. En sus traseras se goza de la marisma. En su puerta confluyen los pasos de quiénes son y han sido mineros sin minas.
Cien años luchando contra dificultades y acompañando las glorias de minerales de prosperidad.
Cien años alcanzados con altibajos y sosiegos, con depresiones y orgullos, en la abundancia y en dificultades, … Cien años que pocos serían capaces de superar.
Hoy, el Casino Minero de Corrales está en camino de convertirse en referente cultural e histórico de los casinos mineros del Sur. Que no son pocos sus méritos, sus esfuerzos y sus logros en estos meses últimos de brega, sin barrena ni cortas, pero con un mar que obliga y una historia que motiva.
- 1918. Un año en el que el mundo fue testigo de acontecimientos singulares, que no siempre fueron apreciados por sus contemporáneos. Hoy, cien años después, hay canas que tienen memoria histórica.
En el libro «Casinos de Huelva», se recogen algunos de estos hechos que la Historia ofrece:
- En EEUU se registra el primer caso de Gripe Española, pandemia que matará entre 50 a 100 millones personas en todo el mundo.
- Se firma el armisticio que pone fin a la Primera Guerra Mundial.
Nacen:
- Marcelino Camacho, destacado sindicalista español.
- En Sudáfrica, el líder Nelson Mandela, símbolo de las aspiraciones de su pueblo.
- En Egipto, Anuar el-Sadat, presidente desde 1970 hasta su asesinato en 1981.
- En España, uno de los políticos más honestos de nuestra mal llamada Transición: Enrique Tierno Galván, que empeñó su prestigio en favor de los valores, eso que tan devaluado está en estos días convulsos de España.
Y, además:
- Un jovencito Federico García Lorca, publica su primera obra: Impresiones y paisajes.
Todo eso y más, sucedía cuando el Casino Minero de Corrales abría sus puertas con ilusión, sin imaginar que tendría una Historia demasiado llena de intereses, que no merecía la nobleza de su nacimiento.
Cien años, no se cumplen todos los días. Cien años dan licencia para sacar pecho (Con legitimidad) y poner en el salón todo el orgullo y el placer de quienes están sacando a la luz los valores de una historia, en la que se unen el sufrimiento de las cortas y la aventura del mar. Muy pocos pueden presumir de ello.
Quien entre en su salón, encuentra docenas de muestras del origen de la cultura minera, origen de este Casino, como legado de tantos socios y simpatizantes, que se han desprendido de sus pertenencias en favor de un Casino que las acoge con orgullo.
Por eso, en este Centenario importante y deseado, la fantasía se pone el mono de trabajo y diseña actos, que son guiños de complicidad a una Historia incomparable.
Actos que no somos nosotros quienes deban publicar, sino ese equipo de socios, hombres y mujeres, que están subidos al pescante de un difícil carro, para superar dificultades, con ilusión y buen hacer.
Javier Gavaldá y su Equipo, dejan la piel para atravesar la fecha centenaria con gallardía y satisfacción. No pocas noches sin dormir y muchos sacrificios ha costado, pero aquí está el resultado: Misión cumplida. Centenario cumplido.
Desde el orgullo como Socios del Casino Minero de Corrales, nuestro deseo no puede ser otro: A por el siguiente.
Equipo Azoteas
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