Mari Paz Díaz. Todos hemos visto alguna que otra película del oeste, los llamados western americanos, donde los caballos adquieren un gran protagonismo, no sólo entre los pistoleros o vaqueros, sino también cuando se representa al pueblo indio. Una imagen habitual, a pesar de que probablemente nunca nos hemos parado a pensar cuál es la procedencia de estos animales. Y eso que los indígenas desconocían la práctica de criar caballos, hasta el punto de llegar a creer que los conquistadores españoles eran semidioses, mitad hombres, mitad animales, cuando los vieron llegar a los lomos de los equinos.
Una cuestión que permite confirmar que los caballos que hay hoy en día en el continente americano, tanto en el norte como en el sur, proceden de Europa, puesto que fueron llevados en el viaje de Cristóbal Colón y en las sucesivas expediciones hacia estas tierras, donde el uso del caballo era totalmente desconocido. Animales cuyo origen se encuentra en Andalucía. En concreto, todo parece indicar que los caballos que embarcaron rumbo a América procedían de las Marismas de Doñana, siendo, además, una de las razas más antiguas del continente europeo.
Así lo recogen estudios científicos como el realizado por J. Carlos González Faraco y Michael D. Murphy, bajo el título de ‘La Saca de las Yeguas en las Marismas del Doñana’. Un trabajo donde se pone de manifiesto que la cría de ganado está asociada a los llanos marismeños desde muy remota época, siendo citado por el geógrafo e historiador griego Estrabón (63 a.C.-24 d.C.). Y «además de las legendarias referencias a los toros del no menos legendario monarca tartéssica Gerión, se tienen noticias del uso que de los pastos de la Isla Mayor del Guadalquivir hicieron los árabes para una importante camada de yeguas de vientre -se habla de hasta tres mil-. Pero, más que eso, conviene recordar la influencia directa de los usos ganaderos con las vacas y caballos del Bajo Guadalquivir en numerosas áreas de América durante la colonización española», concretan los investigadores.
Por otra parte, en otro artículo titulado ‘Las yeguas marismeñas de Doñana: naturaleza, tradición e identidades sociales en un espacio protegido’, con el aval del Centro de Investigaciones Científicas (CSIC), Murphy y González Faraco citan a estudiosos como K. W. Butzer, que afirma de forma rotunda que «del entorno de las Marismas salieron cientos de emigrantes en los primeros años de la colonización americana. Con ellos también «emigró» el ganado (…) El grupo pionero de la futura cabaña hispanoamericana fue embarcado hacia las Indias Occidentales desde Sevilla, Sanlúcar, Cádiz y Palos en un espacio de tiempo muy corto (1493-1512); en esos años debieron viajar como mínimo unas 500 cabezas (…) Esta inicial importación de ganado se dejará notar claramente en Nueva España, donde pronto los usos ganaderos remedarán el modelo marismeño, único en España por su extraordinaria adaptación ecológica a las condiciones climatológicas del trópico«.
Con todo ello, estos investigadores certifican que las Marismas de Doñana, que podrían considerarse el corazón de la cría en libertad del ganado en la Península Ibérica, también fueron «la matriz cultural de las tradiciones ganaderas que se desarrollan en América a partir del siglo XVI». Así que, con sus diferencias, todas las razas americanas, de norte a sur, comparten, cada una a su manera, una herencia común andaluza y, más concretamente, marismeña y onubense.
Afirmaciones que, aunque puedan resultar sorprendentes, tienen una base totalmente científica, tal y como se ha puesto de manifiesto recientemente durante la celebración de la I Jornada Monográfica de la Yegua Marismeña, organizada por la Asociación para el Fomento de la Ciencia en Almonte (AFCAL), con motivo de la Saca de las Yeguas.
Un interesante encuentro que contó con diversas ponencias muy llamativas, entre las que se encontró la presentación del proyecto internacional ‘Las yeguas Marismeñas, el eslabón caballar más antiguo de América Central’, que corrió a cargo de Francisco José Pérez Díaz, licenciado en Biología por la Universidad de Sevilla, Máster en Estudios Avanzados en Cerebro y Conducta y estudiante de Doctorado e investigador en el Laboratorio de Conducta Animal y Neurociencia.
Pero, además, en las instalaciones Veterinarias del Recinto Ganadero de Almonte, también se ofrecieron otros datos sobre la raza de las yeguas almonteñas, como sucedió con la conferencia titulada ‘Peculiaridades bioquímicas y genéticas que subyacen a la yeguada de la Retuerta, y sus consideraciones para ser una de las razas más antiguas de Europa’, impartida en esta ocasión por la almonteña María Pérez Martín, Licenciada en Biología por la Universidad de Sevilla, especializada en tratamientos bioquímicos y microbiológicos, y Máster en Ingeniería e Industria Alimentaria.
Atraída por la Biología desde pequeña, Pérez Martín forma parte del Departamento de Microbiología de la Facultad de Biología de Sevilla como alumna interna desde que cursaba tercero de carrera. Luego, la joven tuvo la oportunidad de realizar el Trabajo Fin de Grado en la empresa ‘ResBioAgro’, donde aprendió a usar técnicas bioquímicas y microbiológicas, prácticas que reforzó durante seis meses más con una beca de iniciación a la investigación en esta misma entidad. A partir de aquí, se matriculó en el Máster oficial de ‘Tecnología e Industria Alimentaria’, al tiempo que recibió una oferta para ser contratada durante seis meses en el Departamento de Microbiología de la Facultad de Biología, compaginando las dos actividades durante este tiempo. En la actualidad, María se encuentra mejorando su nivel de inglés, sin abandonar su deseo de seguir investigando.
Con esta base, como miembro de la Asociación para el Fomento de la Ciencia en Almonte, esta bióloga almonteña ha participado en el marco de la Jornada Morfológica de la Yegua Marismeña, ofreciendo una conferencia en la que manifestaba de forma divulgativa el resultado de diversos descubrimientos genéticos que se han publicado sobre las Retuertas de Doñana en revistas científicas, siendo su cometido hacerse eco de estos estudios previos, donde se ponía de manifiesto que se trata de una de las razas más antiguas de Europa. «A raíz de esta conferencia comencé a documentarme sobre el tema y encontré algunos artículos que me sirvieron de gran ayuda, como el realizado por C. Rico, titulado Saving feral horse populations: does it really matter? A case study of wild horses from Doñana National Park in southern Spain. Mis conocimientos me permitieron entender los análisis genéticos y bioquímicos que se realizan en la investigación anteriormente citada, y analizar los resultados, los cuales plasmé de forma sencilla en la conferencia, con la idea de que todos pudieran entender los parecidos que existen entre ciertas razas de caballos”, nos explica.
Durante su intervención, la conferenciante aseguró que «las yeguas de la Retuerta son el eslabón más antiguo en relación a 11 razas estudiadas en el artículo, sin parecido genético con ninguna otra raza, hecho sorprendente porque lo que cabría esperar sería cierta relación con la raza Marismeña, ya que comparten área geográfica y forma de vida semi-salvaje, pero esta última -la Marismeña- resultó tener relación con la Pura Sangre Española, lógico tras saber que entre ambas ha habido cruces por razones económicas. Las pruebas que lo certifican son pruebas de sangre y de pelo, donde se analizan 5 proteínas del suero y 22 microsatélites».
Una raza que, además de por su antigüedad, cuenta con un gran valor porque existen documentos históricos que avalan que siguen existiendo animales de mucha proximidad morfológica con el caballo de las Retuertas de Doñana entre las razas asilvestradas americanas y en manos de indios y campesinos americanos. Es más, esta bióloga añade que «los aspectos culturales, como el manejo del ganado, guarnicionería, hierros y señales, vestimentas y folclore alrededor del caballo, son herencia del bajo Guadalquivir. A nivel morfológico, los caballos centroamericanos conservan muchísimos caracteres de la yeguada marismeña, pero para responder a esta cuestión, y no dejar lugar a duda, es necesario la datificación genética entre razas».
Ese es uno de los objetivos del citado proyecto internacional liderado por Francisco José Pérez Díaz, que se llevará a cabo con la colaboración de la Universidad de Sevilla y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua UNAN-León, «con el que se pretende datificar parámetros históricos, fisiológicos, morfológicos y genéticos de la yeguada oriunda de Centroamérica para correlacionarla con lo obtenido en la yeguada de la Retuerta de las Marismas de Doñana, pues la realización de este ambicioso proyecto internacional pretende determinar que la yegua marismeña no solo es la raza más antigua de Europa, sino el eslabón caballar más antiguo del Nuevo Mundo», tal y como nos comenta María.
Todo ello ha provocado que María Pérez, que actualmente está finalizando una investigación sobre la síntesis de unos compuestos químicos nuevos que resultan beneficiosos para el ser humano, que inhiben a una enzima clave en la Enfermedad del Alzheimer, se haya animado a seguir avanzando con estudios de ADN en el tema de las yeguas de Doñana. Y es que esta científica tiene claro que es un campo de enorme interés, tanto que aconseja a los jóvenes onubenses «que si el tema de la investigación les apasiona, que luchen por ello, y que si alguien está interesado en hacer alguna colaboración con AFCAL, estamos abiertos a cualquier propuesta».
1 comentario en «Huelva, origen de la cría de caballos en América a partir de la raza equina más antigua de Europa»
Excelente escrito. Importante información, para los que trabajamos con razas criollas equinas.