Antonio José Martínez Navarro. Si nos acercamos al puerto de Huelva vemos, a lo lejos, como una silueta mancha el azul verdoso de la ría, el Muelle de Tharsis, mientras ella se interna y continúa su camino por aquellos lugares, oprimida por la falta de vida y potente por su propia inercia, hasta calmar su furia y tenderse exhausta en nuestra bahía.
Muchos años ha permanecido mudo ese admirable Muelle de Tharsis, instalado por la necesidad de la Compañía de dar salida al mineral y por la fastuosidad de la ya, cuando fue construido, Compañía británica de Tharsis.
Las minas de Tharsis fueron explotadas desde los tiempos prehistóricos. Más tarde apreciaron su riqueza los fenicios y romanos (de hecho existe un Museo con los restos dejados por éstos últimos). Siglos de poca o mediana actividad y, en 1853, los franceses las adquieren y la van a mantener hasta 1866. Eslabón imprescindible en esta tasación comercial fue Ernest Deligny (con el tiempo Conde de Alosno). En 1866 le vienen los vaivenes económicos torcidos a la compañía francesa que decide vender las minas a una compañía británica, surgiendo de esta manera la nueva Compañía “The Tharsis Sulphur and Copper Company Limited”, con sede en Glasgow y financiada por grandes compañías químicas perteneciente a la “Alkali Association” (que años más tarde tuvo mucha relación con nuestra capital), interesadas en todo lo relacionado con la producción de piritas.
El proyecto del ferrocarril de Tharsis al río Odiel, incluido el muelle embarcadero, es obra del ingeniero escocés de Glasgow William Moore quien en junio de 1867 presenta el proyecto, siendo aprobado en agosto del mismo año. La nueva Compañía, además del ferrocarril hasta el río del Odiel con su correspondiente muelle de carga, habilita un depósito en la incipiente Corrales. En 1871 comienza la vida del muelle, años antes de que comenzara con su actividad el muelle de la Compañía de Río-Tinto. Es una actividad no desarrollada plenamente, ya que en los primeros años no disponía de grúas o bien las grúas de que disponía el Muelle no tenían la potencia que necesitaba la Empresa minera.
Este inconveniente va a ser superado según observamos en la sesión municipal del Ayuntamiento de Huelva del día 30 de abril de 1889:
<<…Remitido por la Dirección facultativa de las obras el segundo y tercer ejemplar del proyecto de adquisición directa a la Compañía de Tharsis de una grúa de vapor de quince toneladas de potencia con destino al muelle de hierro de este puerto, que unido al enviado por acuerdo del 30 de abril, el Sr. Ingeniero Jefe de la provincia hacen el número reglamentario, la Junta acordó se eleve a la superioridad para la resolución que proceda…>>.
El muelle de Tharsis tiene una longitud aproximada de novecientos metros.
En la sesión municipal del 26 de febrero de 1916 se daba el visto bueno a su ampliación añadiéndosele un nuevo ramal para la carga de minerales. El anterior muelle fue destinado al desembarco de mercancías varias.
<<…Se acordó proponer a la Junta de conformidad con el informe emitido por la Dirección facultativa acerca del proyecto de ampliación del muelle embarcadero de minerales de la Compañía…>>.
En junio de 1922 se terminó de construir la plataforma de embarque, y en ella se realizaban las maniobras de carga y descarga de los buques. Sustentada en una plataforma de madera, el primer vapor se cargó en abril de 1923. La sofisticación de las grúas del Muelle de Riotinto permitía al maquinista descargar, sin ayuda, el vagón en las bodegas de los barcos.
Esta reforma fue llevada a cabo por el ingeniero escocés Sir William Arrol e incluía una oficina puente que fue situada en su plataforma de embarque en 1923. Es de imaginar cómo los oficinistas, nuevos habitantes del Muelle, contemplarían el magno espectáculo de ver salir de los abismos del mar y avanzar hasta el muelle para su carga y escucharían, sin duda, el musical rumor que los motores de estos vapores producirían en su rodar constante.
Años de plena actividad y la monotonía es rota, según nos informa el diario “Odiel” del día 5 de noviembre de 1967, cuando un grupo de consignatarios de buques y representantes de la Cámara de Comercio le solicitan al Sr. Comandante de Marina el aumento de los calados de varios muelles onubenses:
<<Ha visitado al Comandante de Marina una comisión formada por consignatarios de buques y representantes de la Cámara de Comercio para formularle petición de aumento de los calados permitidos para salidas de buques mercantes desde el puerto interior, especialmente de los muelles Tharsis, Norte y de Río Tinto.
Tales peticiones, tan importantes para el comercio marítimo de nuestro puerto, fueron consideradas con detenimiento en Junta constituida por los capitanes-prácticos del puerto presidida por el Comandante de Marina, haciéndose un estudio previo que continuará en días sucesivos>>.
El muelle de Tharsis dejó de utilizarse y fue abandonado por la Compañía minera en 1992.
Marcos A. Hunt Ortiz nos cuenta como estaba el Muelle de Tharsis en un interesante y emotivo artículo publicado en el diario “Huelva Información” el domingo 22 de agosto de 1993:
<<…Hace ya más de un año, visité el complejo de Corrales y el Muelle de Tharsis; todo estaba como congelado pero en perfecto estado, las locomotoras Diésel “Ruston”, que habían sustituido a las de vapor en los años 60, descansaban en su hangar, los vagones de todas las épocas se mezclaban en las vías muertas, junto con algún vagón de pasajeros de madera. El muelle, al que se llega después de pasar por el edificio de la estación de viajeros, conservaba todo su maderamen y vías, las dos grúas parecían listas para cargar un imaginario barco, y en su caseta elevada, a través de los cristales, se podía ver todo en perfecto orden, el teléfono sobre una mesa y el calentador eléctrico bajo ella. La crisis de las minas de Tharsis en esta década de los 90, agudizada por la de las industrias de fertilizantes, ha puesto en situación de liquidación a la actual Compañía Española de Minas de Tharsis, S. A.
Hace unos días volví a visitar la zona: las vías se estaban levantando y cortando, los vagones de madera estaban siendo incendiados para recoger más fácilmente sus partes metálicas, los vagones de hierro habían sido cortados por la mitad, las locomotoras, hace tres días, esperaban la visita del soplete para terminar hechas pedazos. La visión recordaba un cuadro del Bosco donde las personas habían sido sustituidas por vagones y vías férreas.
La Compañía de Tharsis, evidentemente, había firmado la sentencia de muerte y los verdugos son chatarreros.
Tienen, unos y otros, todo el derecho a vender su propiedad o a hacer un buen negocio, pero también me parece que las autoridades (locales, provinciales y autonómicas) y también los ciudadanos, tienen el deber de preservar y mirar un poco más allá de su propio ombligo. Toda la historia de Huelva no se encuentra al Oeste…>>.
El mismo autor nos daba algunas soluciones para su recuperación:
<<…En algunos de los países se habría formado ya hace años una asociación de amigos del Muelle de Tharsis, o algo por el estilo, para cuidar y disfrutar de esta preciosa obra. Aquí tenemos cierta tendencia, lo cual es una pena, a que la Administración se preocupe y lo resuelva todo>>.
En el mismo cauce informativo del viernes 25 de febrero de 1994 Helenio Ponce informaba a los lectores que el muelle de carga de Tharsis estaba siendo despojado de sus materiales férreos:
<<El muelle de carga que la Compañía de Minas de Tharsis posee en Corrales está siendo despojado de sus estructuras férreas, para así evitar no sólo el continuo robo de sus materiales sino una posterior acción violenta contra el mismo.
Antonio Castillo, gerente de Minas de Tharsis, señaló que la Compañía no pretende con la venta de los materiales férreos a una empresa de chatarrería desmantelar el muelle de carga de mineral, sólo poner fin a los continuos robos que se sucedían en sus instalaciones, para de esta forma reducir el peligro de destrucción del mismo a consecuencia de una acción violenta o desaprensiva de los ladrones, dado que su entramado es principalmente de madera.
Entre los destrozos más cuantiosos que ha padecido hasta ahora el muelle, Antonio Castillo destacó el desguace total de una subcentral eléctrica que se encontraba situada en el puntal de la cruz y que fue instalada por los ingleses, No obstante, recalcó que la Compañía ha interpuesto numerosas denuncias ante la Guardia Civil por las sustracciones detectadas y comentó, por cierto, que en las últimas semanas, precisamente, se había condenado a una persona que fue detenida por miembros de la Benemérita cuando robaba material del embarcadero.
La empresa chatarrera, que inició la retirada de las partes férreas del muelle durante 1993 (raíles, vagonetas y demás accesorios de hierro) tiene previsto en las próximas semanas desmantelar las dos grúas que aún permanecen de pie en su estructura.
La Compañía Minas de Tharsis decidió en el último semestre de 1992 dejar de utilizar el muelle de carga construido en el río Odiel por el elevado coste que suponía mantener una infraestructura mecánica óptima y un personal adecuado, cuando la afluencia de barcos que requerían mineral procedente de sus instalaciones mineras en la comarca andevaleña se había reducido a la mínima expresión (uno al mes).
Los gestores de la entidad minera –que se encuentra desde 1991 en período de liquidación-, tras el cierra del muelle, optaron por dar salida al producto desde las instalaciones del puerto de Huelva, al ser más rentable esta operación.
Aunque hasta estas fechas ningún organismo público ni empresa privada se ha puesto en contacto con los liquidadores de Minas de Tharsis para la posible adquisición del citado embarcadero de mineral, distintos colectivos han contactado con este periódico demandando una actuación concreta para restaurar este importante y hermoso vestigio del pasado histórico e industrial de la provincia, tal y como se realizó con el muelle de Río Tinto, donde a través del Programa de Infraestructura del Plan Andalucía 92 se invirtieron trescientos cincuenta millones (de pesetas, añadimos nosotros) en su rehabilitación>>.
2 comentarios en «El Muelle de Tharsis, una joya del patrimonio histórico de Huelva»
Sr. Martinez Navarro, hace usted una gran labor en Huelva, espero que lo hagan hijo adoptivos de esta ciudad pronto. Un saludo
Muy bien sí señor!! muy buen artículo, estoy deseando que publique mañana algo nuevo. Tengo todos sus libros y me considero un seguidor de la Historia de Huelva.