Elisabeth Méndez. Con un plato tan característico como es la paella andaluza, los luceneros han celebrado el Domingo de Resurrección, en una jornada de convivencia organizada por la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Lucena del Puerto.
Esta tradicional paella rociera viene celebrándose desde hace unos años en el merendero de la localidad, una zona de recreo al aire libre, a unos tres kilómetros de distancia del municipio, donde los luceneros acudían a su cita de convivencia con su Hermandad.Este año, debido a las inclemencias meteorológicas, la iniciativa se ha tenido que trasladar a un local del municipio.
De este modo, un centenar de personas han podido degustar, en el Paseo de las Colmenillas, además de la paella realizada por los hermanos de la Hermandad, una gran variedad de tapas caseras y diversas bebidas, colaborando también con esta agrupación en una tradicional rifa en la que se sorteaba unos arreos. Y todo ello en un engalanado ambiente rociero que anuncia la cercanía de la romería, en un día en el que se celebra la resurrección de Jesucristo.
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Lucena del Puerto, con Antonia Mora como presidenta, se caracteriza por contar actualmente con una Junta Directiva rejuvenecida y muy activa, en la que la implicación de los hermanos está permitiendo recaudar, a través de diversas actividades, los recursos económicos necesarios para poder estrenar este año su carreta de plata reformada, que será quien lleve a su Simpecado hasta el Rocío en la próxima romería.
Además, el afán de solidaridad es una característica indefectible de esta Hermandad, ayudando a los más necesitados de su localidad. Muestra de ello la hemos encontramos, por ejemplo, en el reparto de paellas entre los asentamientos de inmigrantes del municipio, que han realizado al finalizar la jornada de este Domingo de Resurrección.
Los encargados de repartir las paellas entre este colectivo han sido los propios directivos de la hermandad, ayudado por algunos hermanos que decidieron unirse a esta iniciativa benéfica.
De este modo, han repartido paellas entre unos 20 inmigrantes que trabajan en el principal motor económico de esta localidad, la agricultura.
Tras el reparto, han vuelto al local de celebración de la convivencia, donde numerosos luceneros continuaban con la fiesta.