Rosa Mora. Un año más la Hermandad de la Buena Muerte ha sido la encargada de inaugurar el Jueves Santo de Huelva. Una jornada con sabor clásico, de cofradías de centro. La plaza de las Monjas congregaba a los cientos de onubenses que no quisieron perderse la salida procesional de una hermandad que este 2016 celebra su primer centenario fundacional, motivo por el cual está llevando a cabo un amplio programa de actos y cultos. A las 19.10 horas se abrían las puertas de la iglesia conventual de Santa María de Gracia para recibir al cortejo de la cofradía que, debido a las reducidas dimensiones del templo agustino, realiza su salida desde el colegio Santa María de Gracia. Muchos de los hermanos que procesionan en la tarde noche del Jueves Santo vistiendo el hábito negro ceñido por la correa agustina y portando sus cirios al cuadril pertenecen o han pertenecido al colegio de las agustinas, muy ligado a la corporación.
En torno a las 19.20 horas, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte se disponía ya frente al dintel del templo. Los costaleros comenzaban a realizar la compleja maniobra de salida a causa de las reducidas dimensiones de la puerta del templo. De rodillas completamente y con el Cristo hundido hasta la cintura sobre su monte de flores, el primero de los pasos de la cofradía se ponía en la calle. El majestuoso paso de misterio tallado en caoba proveniente de la República Dominicana, fue donado por Leónidas Trujillo y realizado por Miguel Hierro Barreda .
En cuanto al acompañamiento musical, la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Expiración ha vuelto a acompañar un año más a acompañar al Cristo de la Buena Muerte, una talla realizada por Joaquín Gómez del Castillo de 1941.
Una vez que el Cristo ya caminaba buscando carrera oficial, los nazarenos que acompañan a la titular mariana de la hermandad llegaban bajando por la calle Tres de Agosto. Minutos más tarde asomaba al dintel de iglesia conventual de Santa María de Gracia la Virgen de Consolación y Correa en sus dolores, que figura en un paso alegórico, contemplando la Virgen la cruz vacía ya sin su hijo.
Los sones de la Banda municipal de música de Villalba del Alcor han acompañado en su procesionar a la titular mariana de la cofradía, con el peculiar tambor destemplado en señal de duelo.
Especial estación de penitencia la que ha realizado esta cofradía la Hermandad de la Buena Muerte este 2016, cuando celebran primer centenario fundacional.