R.M. A simple vista, Trabajo Social y fútbol parecen dos conceptos sumamente lejanos. Son realidades, no obstante, que a juicio del onubense David Wert Ruiz, tienen muchos más puntos en común de lo que pensamos en primera instancia. “La indudable capacidad de este deporte en generar interés a personas de toda edad, clase y procedencia, lo convierte en un factor social muy importante y del que el profesional de Trabajo Social puede sacar partido”. Partiendo de esta premisa, el joven de 26 años ha liderado un proyecto que ha llevado por título, ‘El fútbol como elemento de integración social en jóvenes extranjeros en la ciudad de Huelva’, un Trabajo Fin de Grado por el que el onubense ha obtenido la calificación de Matrícula de Honor, y que, por su singularidad, no ha dejado indiferente ni a compañeros, ni a los propios docentes del Grado de Trabajo Social de la Universidad de Huelva.
“Es tal la importancia de este deporte que, aunque sea ignorado, se ha convertido en un agente social de los jóvenes; un instrumento de socialización para que cualquier persona, sea cual sea su sexo, edad o condición, se iguale a otras tantas bajo la tutela de un balón. El proyecto que presento trata de esto, de la importancia que adquiere el fútbol a nivel social, hasta el punto de preguntarme si puede o podría funcionar como elemento de integración social”, explica a Huelva Buenas Noticias David.
En cuanto a la forma de desarrollar la investigación, “he utilizado cuestionarios relacionados con esta temática que han sido respondidos por futbolistas de entre 12 y 18 años en cuyos equipos hay, al menos, un futbolista extranjero, diseñando cuestionarios específicos para los españoles y extranjeros”, nos cuenta el graduado en Trabajo Social. La muestra analizada ha sido de 103 jóvenes -91 nacionales y 12 extranjeros-, aplicándose un modelo cuantitativo”.
En cuanto a la forma de medir la integración, el onubense explica que una de las preguntas era el número de amigos españoles que tenían los jóvenes extranjeros, «si queremos analizar la integración social de los jóvenes inmigrantes, este indicador es muy fiable, pues es sabido la importancia que tiene el grupo de amigos en los adolescentes. Todos respondieron que tenían muchos amigos españoles». A modo de ejemplo, algunas de las preguntas a las que tuvieron que responder los jugadores nacionales fueron, «¿Qué te parece que haya jugadores extranjeros en tu equipo? ¿Cuál es tu relación con tus compañeros extranjeros en comparación con los nacionales? ¿Tienes relación con tus compañeros de origen extranjero fuera del equipo de fútbol?». De la misma forma, los jugadores extranjeros respondieron a cuestiones como, «Comparado con los españoles, ¿Cómo es tu relación con tus compañeros extranjeros? ¿Tienes relación con tus compañeros españoles fuera del equipo?».
Analizadas las respuestas y estudiado cada caso, David Wert ha llegado a la conclusión de que “efectivamente, el fútbol funciona como un importante factor social entre los jóvenes inmigrantes que lo practican a nivel federado». El onubense va incluso más allá, «los resultados de la investigación nos dicen que los jóvenes inmigrantes futbolistas en Huelva están más integrados que los jóvenes inmigrantes en general, si comparamos los datos de mi estudio con otros genéricos en el mismo núcleo de población y rango de edad»:
Por otro lado, explica David, «también hemos descubierto que existen unas barreras de acceso para que las personas extranjeras puedan jugar a fútbol, a nivel federado sobre todo si son menores de edad; pues los requisitos para obtener la licencia son mucho más complicados por las estrictas normas de la FIFA, que se aplican hasta el nivel más local”.
En términos de integración, “la perspectiva -añade- de los jóvenes jugadores españoles que comparten vestuario con extranjeros es meramente integradora, puesto que la inmensa mayoría de ellos no refieren tener distinción en sus relaciones con los otros españoles o con los extranjeros y les parece positivo el hecho de convivir con personas de otros países. Muchos de ellos, a su vez, entablan relaciones con sus compañeros extranjeros fuera del equipo de fútbol, lo que fomenta un entorno intercultural y enriquecedor. Por su parte, los pocos jóvenes extranjeros que consiguen jugar a fútbol a nivel federado en Huelva, muestran una opinión bastante similar a sus compañeros españoles, afirmando mantener una muy buena relación con sus compañeros (tanto españoles como con otros extranjeros), que se extrapola fuera del equipo de fútbol».