M. P. D. Lázaro Enrique García Domínguez es un joven onubense que inició sus estudios en el Colegio Maristas de Huelva, donde cursó Primaria, Secundaria y Bachillerato, una etapa de su vida que se le pasó muy rápido entre clases, trabajos y exámenes. Aunque, en realidad, nunca se desligó del centro, puesto que incluso antes de acabar como alumno empezó a ejercer de entrenador de baloncesto.
Tras superar la Prueba de Acceso a la Universidad, se matriculó en el Grado de Derecho en la Universidad de Huelva, ya que siempre tuvo claro que quería hacer esta carrera. Unos años que considera que fueron muy intensos, puesto que tuvo que compaginar los estudios con los entrenamientos, aunque reconoce que pudo aprender mucho.
En el último año de la carrera, el joven solicitó una Beca de Colaboración, a raíz de la cual se introdujo en el mundo de la investigación. Fue entonces cuando surge la posibilidad de hacer un trabajo en el Área de Derecho Mercantil de la Onubense. Un estudio titulado ‘La business judgement rule y el deber de diligencia de los administradores de las sociedades de capital’ que ahora ha sido galardonado con el Premio Sapere Aude 2015, que otorga la Universidad de Huelva con Cepsa. En la actualidad, García Domínguez estudia un Doble Máster en Derecho Bancario y de los Mercados e Instituciones Financieras y Acceso a la Profesión de Abogado, en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef) de Madrid, tal y como nos cuenta en esta entrevista.
-Lázaro, ¿qué ha supuesto para ti la concesión del Sapere Aude?
-Sólo el hecho de que, tras haber estado estudiando tanto tiempo, tras ver cómo te iban surgiendo cada vez más dudas a medida que ibas profundizando en el tema, tras sentir el agobio de creer que no sabes absolutamente nada de algo de lo que pensabas que sabías, que todo eso haya concluido en un documento realizado por ti, en el que expreses las conclusiones a las que has llegado, es un gran orgullo. Pero, claramente, cuando ves que, además, te reconocen tu trabajo con un galardón como el Premio Sapere Aude, sientes que todo ese esfuerzo ha valido la pena. E indudablemente, no hay mejor sensación que ver que tus esfuerzos se ven recompensados con tal reconocimiento.
-¿Cómo te sentiste en el acto de entrega?
-Fue un cúmulo de sensaciones. La satisfacción y motivación que sentía al ver que mi esfuerzo tenía una recompensa era enorme. A todo esto se le sumó una invasión de felicidad, cuando vi que en el acto estaba acompañado por mis familiares y amigos.
-¿En qué consiste el proyecto por el que te han reconocido?
-Tras la reforma de la Ley de Sociedades de Capital realizada en 2014 se reformó un artículo que incluía una cláusula de exoneración de responsabilidad a los administradores cuando estos actuaban siguiendo una serie de requisitos -la llamada business judgement rule. Me llamó mucho la atención la cláusula, así que seguí investigando y vi que sus orígenes se remontaban a la jurisprudencia norteamericana, donde ésta se aplicaba cuando se intentaba que un administrador cargase con una responsabilidad injusta (responsabilidad que, a veces, se materializaba en una indemnización millonaria, dirigida directamente contra el patrimonio del administrador). Esta cláusula, por tanto, servía para proteger a los administradores de los intentos, tanto de los accionistas de la sociedad como de terceros, de que éste soportase una responsabilidad que no le correspondía.
No obstante, cuando se implementa este artículo en la Ley de Sociedades de Capital, el legislador no cae en la cuenta de que nuestro sistema procesal es muy distinto al norteamericano. Tampoco la situación socioeconómica era la misma. Por lo tanto, los fundamentos que explicaban la existencia de la business judgement rule eran muy distintos, lo que daba lugar a problemas interpretativos. En definitiva, el proyecto trata de interpretar la cláusula de tal forma que, sin vaciarla de contenido, ésta pueda operar acorde a nuestro sistema. Se trata, al fin y al cabo, de un intento de moldear una pieza para que ésta encaje en el puzzle de todo nuestro ordenamiento jurídico.
-¿Tienes previsto continuarlo?
-Me gustaría seguir profundizando en la materia, sobre todo extender el estudio a otras áreas de la responsabilidad de los administradores y del gobierno corporativo de las sociedades de capital. Es un tema de actualidad, con los supuestos abusos que se han dado por parte de los administradores de determinadas empresas, y que podemos ver, día sí, día también, en los medios de comunicación. También me gustaría publicarlo, aunque no me lo había planteado por ahora.
-¿Algún otro proyecto para el futuro?
-Proyectos, muchos. Lo bueno del Derecho -o malo, según por dónde se mire- es que siempre hay algo que te llama la atención y en lo que querrías profundizar. Lo que ahora escasea es el tiempo para comenzarlos.
-¿Algún mensaje a los jóvenes universitarios onubenses para finalizar?
-Que se esfuercen. Que estudien lo que les gusta y que no se queden en aprobar un examen. Que tengan pasión por lo que hacen y aprovechen todas las oportunidades que se les presentan. Lo importante no es sólo dónde has llegado, sino lo que has aprendido en el camino. Por otra parte, si me permiten, quisiera darle las gracias a la Cátedra CEPSA y a la Universidad de Huelva, tanto por el premio como por lo que hacen por los jóvenes universitarios onubenses. Hacen que la calidad personal de los jóvenes de nuestra ciudad sea cada vez mayor. También quisiera agradecer la ayuda de los profesores de la Facultad de Derecho de la Universidad de Huelva, especialmente a los del Área de Derecho Mercantil, por su disponibilidad para ayudar en todo momento. Y cómo no, a mis padres, porque siempre me han dado lo mejor de ellos.
3 comentarios en «Lázaro Enrique García, un joven amante del Derecho reconocido por su investigación de la Ley de Sociedades de Capital»
Enhorabuena,te lo mereces todo.
Enhorabuena, jovenes como tú es lo que se necesitan en este pais, me alegro por tu premio y sigue con esa ilusión que te ha hecho llegar hasta aqui.
Muchas Felicidades