HBN. Cada vez son más frecuentes los foros y establecimientos que se hacen eco de la calidad y exquisito sabor del tomate rosado que se produce en la provincia de Huelva. Una especie rosada, de piel fina, poca acidez y sabor incomparable.
El tomate rosado de la sierra de Huelva se caracteriza por su carnosidad y su color y sabor intensos. Llega a pesar hasta 2,5 kilos y fue una de las primeras variedades en llegar de América, en el siglo XVI. En la sierra de Huelva se preparan cada verano conservas artesanales para consumirlas el resto del año: natural, triturado, en pisto…
Una práctica habitual es el embotellamiento de los tomates que no se consumen: un modo de poder disfrutar de ellos durante todo el año, ya que los beneficios para la salud de este fruto son múltiples, igual que su forma de consumo. Proporcionan antioxidantes, es una fuente de vitaminas y minerales y protege contra enfermedades cardiocasculares y algunos tipos de cáncer.
La aldea de Calabazares, en Almonaster la Real, de hecho, es conocida por su Matanza Vegetal, una fiesta cuyo objetivo es la reivindicación del cultivo tradicional de las huertas y de sus sistemas de riego, la puesta en valor del ecoturismo en la comarca como forma de desarrollo sostenible y la difusión de una singular, sabrosa y variada gastronomía en torno a los productos de la huerta. La Matanza Vegetal de Calabazares se celebra este año 2015 los días 22 y 23 de agosto.
La huerta y sus frutos han sido el principal medio de vida de los vecinos de Los Llanos, La Peña y La Corte de Arriba, aldeas del municipio de Almonaster la Real que actualmente configuran la aldea de Calabazares. En consecuencia, el agua y su reparto ha sido siempre una cuestión de primordial importancia.