Ana Rodríguez. La palabra deportista suele ir unida indisolublemente a otras como esfuerzo, constancia, tesón, sacrificio… Laura Vázquez Barrero es la encarnación de todas ellas. Esta atleta de Bodyfitness, de padres onubenses y residente en Nerva desde que tenía menos de un año, se ha labrado una brillante carrera en una disciplina deportiva en la que empezó a competir siendo ya toda una mujer, a los 28 años. Sus logros –entre ellos, el haber sido campeona absoluta de Andalucía en seis ocasiones, campeona de España en 2005 y 2009 y semifinalista en un Campeonato del Mundo en 2004– han hecho que se gane el respeto de sus compañeros de profesión y el cariño de sus vecinos del municipio onubense, que además este año han querido reconocer su trayectoria con el Premio Torre de Nerva por Elección Popular.
“Estoy muy contenta de que me hayan concedido este galardón -reconoce Laura-. El año pasado me quedé a las puertas, pero éste he salido en la votación por mayoría. Es el premio más especial porque me lo da mi pueblo, con él siento su cariño, que valoran el esfuerzo que llevo haciendo estos años en un deporte que no es tan nombrado como otros. En Nerva me siento apoyada, los vecinos me ven pasar con la mochila para entrenar, corriendo a hacer la comprar, atender mi casa… Yo soy muy discreta y no suelo hablar de mis premios, pero ellos saben que he ganado muchos y creo que hasta hace poco no sabían hasta dónde había llegado”.
En el hogar de Laura hay una pared que exhibe sus más de 40 trofeos conseguidos en los últimos casi 14 años, entre ellos, por destacar algunos, el de campeona de Córdoba, de Málaga, del ‘IV Memorial Eusebio Esteban’, tres como campeona de la Copa Andalucía, del ‘Trofeo I.F.B.B. España’, campeona del ‘Open Ciudad de Guadix’ en 2006 y 2008, de ‘Andalucía Classic y Open Blond Beast’, del ‘Open Ciudad de Marmolejo’, del ‘Open Villa de Almonte’ en 2008 y 2009, campeona del ‘Open Noche de Campeones’ en 2014, de subcampeona de España en 2003 y cuatro como subcampeona de la Copa Nacional.
Conseguir esta colección de títulos no ha sido trabajo fácil, ello ha requerido entrenamiento y, sobre todo, una estricta alimentación, ya que, como Laura explica, “la dieta es el 80%. Cuando se acerca una competición me preparo entre cuatro y seis meses antes, entreno y modifico la dieta, porque para que se marque el músculo la clave es bajar el nivel de grasa. Comes mucho, pero no de lo que quieres o te gustaría y además, en cierto modo, te debilita”.
Actualmente la nervense se está tomando unos “meses sabáticos” porque no tiene competición a la vista, aunque reconoce que le gustaría, si la seleccionan, participar en el próximo campeonato europeo en mayo de 2016 que se celebrará en Barcelona. “Ahora que he ganado varias competiciones, algunas incluso más de una vez, soy más selectiva. Pero al que siempre vuelvo es al de Andalucía porque es el que más me gusta, en el que sientes el calor de tu tierra”, destaca la deportista.
Llegar a este nivel ha sido un camino de fondo que Vázquez comenzó a andar cuando era una niña a la que le llamaban la atención los físicos musculados que veía en las revistas. Ella se fabricó unas pesas rústicas para hacer deporte y parecerse a ellos y a los 18 años se apuntó al gimnasio del pueblo, que habían montado en un garaje con cuatro máquinas. La joven siguió entrenando con el paso de los años y se especializó en esta disciplina, realizando, entre otros, cursos que impartía la Federación, hasta que algo cambió cuando, por motivos laborales, se mudó unos años a Málaga.
“Allí seguí entrenando, trabajaba de monitora en un gimnasio porque mi trabajo es ése, monitora de musculación, y había personas que competían. Me preguntaban que, con mi físico, por qué no me animaba y me dije ¿qué nó?”, recuerda Laura. De este modo empezó a presentarse a campeonatos, a los que acudía con su hijo, que por entonces tenía unos nueve años. Y es que llevar adelante su casa y a su familia nunca ha sido un problema para Vázquez, quien además de atleta hace hincapié en que también es “ama de casa”.
Por otro lado, la onubense asegura que no ha sido víctima de prejuicios en relación a su físico musculado: “quienes te ven por primera vez pueden tener la sensación de que eres agresiva o seria, pero yo soy muy sociable y cuando me conoces el físico es lo de menos. Puede que haya gente que no entienda este mundo y que digan que no les gusta, pero afortunadamente yo nunca me he sentido infravalorada o criticada por mi físico o por el deporte al que me dedico. Además, tengo a mis padres, mi marido, mis amigos, mis compañeros… que me apoyan mucho, aunque ninguno hace deporte”.
Y es que para Laura el culturismo «es mi forma de vida, mi pasión, el tipo de físico que más me gusta” y por eso, aunque deje de competir en el futuro, asegura que siempre seguirá vinculada a esta disciplina, como preparadora o monitora en algún gimnasio.
Asimismo, la onubense recomienda a las chicas que desean dedicarse al Bodyfitness como ella, que entrenen y vayan concienciadas de que “esto no es un camino de rosas y cuando te presentas a una competición hay que ir muy muy bien preparada. Cuando estás con más mujeres en un escenario te das cuenta de que hay gente mucho más preparada que tú, que el nivel es muy alto, y que por eso hay que ser humildes, constantes y pacientes. Si no lo consiguen al principio no se pueden desanimar y venirse abajo, hay que seguir y seguir e ir ganando poco a poco”, aconseja la campeona.
Por lo pronto, además de competiciones, Laura lo que se ha sabido ganar a pulso es el respeto de los suyos, que ahora se materializará en un premio, el que recogerá el próximo 7 de agosto durante las fiestas de Nerva. Lo que dirá en ese instante mágico la atleta serán las primeras palabras que le salgan del corazón porque no llevará ‘chuleta’. Ahora bien, de quien sí se acordará es de sus compañeros de profesión, de los que, como ella, batallan en un campo a veces mal mirado e infravalorado, dedicándole a ellos un pedacito de este galardón que los nervenses le entregarán con todo su cariño.