Redacción. La mina de Riotinto recupera su actividad con la primera voladura de mineral desde que cesó la actividad minera en 2001. La operación ha consistido en la detonación programada y secuenciada de 6.500 kg de explosivo para volar 28.000 toneladas de mineral estéril. La retirada de este material permitirá el acceso mediante una nueva rampa a las zonas de explotación correspondientes.
Según el consejero delegado de EMED, Alberto Lavandeira, “se trata de un día histórico, fruto de un gran esfuerzo de nuestros empleados y de mucha otra gente que hoy no está aquí; llevamos un año trabajando para poner esto en marcha y hoy es un día muy emocionante para nosotros”.
Sobre próximos hitos aclaró que “el paso siguiente es seguir trabajando; nosotros vinimos aquí hace justo un año, y dijimos que esto lo íbamos a poner en marcha, y lo estamos cumpliendo: estamos muy avanzados, en los próximos meses habrá un arranque progresivo de las instalaciones, y a producir normalmente, esperemos que los próximos 20 años”
El proyecto está acometiendo los últimos trabajos de preparación con el objetivo de arrancar la producción de cobre en los próximos meses. Para ello se trabaja,en una 1º fase,en el reacondicionamiento de las instalaciones de tratamiento de mineral existentes, hasta alcanzar una capacidad para procesar 5 millones de toneladas de mineral al año.
Asimismo se están realizando preparativos en el área de minería, con los primeros sondeos de producción, establecimiento de la nueva flota de perforación, carga y transporte, arreglo de infraestructuras y primeros trabajos de desmonte para alcanzar las zonas de mineralización.
La FASE 1 del Proyecto Riotinto supone una inversión de 212 millones de euros y la creación de una plantilla de 250 personas, a las que hay que sumar los puestos de trabajos indirectos e inducidos generados que pueden suponer entorno a triple de esta cantidad. Alrededor del 70% de los trabajadores son personas procedentes de la Cuenca Minera.
Paralelamente, la compañía está ya diseñando la ampliación de sus operaciones en Riotinto, con el objetivo de incrementar la capacidad de tratamiento de mineral de la planta entre los 9 y los 15 millones de toneladas, y alargar la vida de la explotación, con la puesta en marcha de un programa de investigación geológica para identificar nuevas reservas.