M. P. D. Faustino Rodríguez (Huelva, 1957) es un artista con una amplia trayectoria que recientemente ha llamado la atención por la colección ‘Metamorfosis’, una interpretación de obra Metamorfosis de Ovidio en el que realiza un compendio de fábulas e imágenes contadas desde la invención poética. Unas creaciones sobre este clásico de la literatura latina, tomando escenas donde se muestran las pasiones humanas (alegrías, celos, amores incestuosos o no correspondidos o tragedias…). Todo ello mostrado a través de una apuesta por el color que llama mucho la atención.
Una muestra que, además, se ha completado con la suite de obras creadas para ilustrar la obra Cadáveres tan hermosos de Juan Cobos Wilkins.
Creaciones que vuelven a poner de actualidad a un creador que comenzó en el mundo del arte a finales de los setenta. Su primera exposición se mostró en la Sala del Banco de Bilbao en 1980. Llevaba por título ‘Canción del anochecer’, compuesta en exclusividad por dibujos a plumilla, técnica que no ha vuelto a practicar, pero que sigue de manera inconsciente, ya que el grabado y las diferentes formas de estampar le producen el vivo efecto que entonces conseguía con la plumilla.
Así nos lo cuenta en esta entrevista en la que desgranamos la forma de entender el arte de este pintor onubense.
-Faustino, ¿cuándo surge su interés por la pintura?
-Muchas veces me han hecho esta pregunta. Y yo siempre respondo del mismo modo: desde niño. Desde muy pequeño recuerdo tener este placer por representar con lápiz y colores el mundo infantil que percibían mis ojos, las luces, el cambio de cada estación… Me atrevería a decir que estas cuestiones que ahora de adulto me asaltan, empezaron allá en la infancia lejana.
-¿Su formación es autodidacta?
-Sí. Aunque realmente ¿quién hoy día puede presumir de haber alcanzado el conocimiento sin la ayuda de otros que la alcanzaron a su vez de sus anteriores colegas? Pienso que en esta cuestión cada artista tiene que intentar alcanzar la excelencia por distintos medios, los que le sean más apropiados y cómodos. La cuestión final es la de satisfacer una necesidad que para mí es vital y con la cual convivo y vivo el día a día, la de crear. Por lo tanto, autodidacta sí, pero aprendiendo de forma más o menos reglada los problemas con los que me voy encontrado en cada exposición. Nunca se termina de aprender, siempre, afortunadamente técnicas en las que ejercitarse o mejorar, y sobre todo en el arte le debemos mucho a la tradición, la que nos transmitieron los viejos maestros.
-¿Cómo fueron los inicios? Nunca son fáciles…
-Bueno, es cierto que no es nada fácil el darte a conocer. Es un asunto de tiempo y empeño. Después de mi primera exposición, aquí en Huelva, surgieron otras en Granada, Madrid, Sevilla, etcétera. Participar en muchas exposiciones colectivas me ha proporcionado la oportunidad de que en diferentes lugares vieran mis obras y, con ello, la facilidad de poder exponerlas de forma individual, según viniera las distintas propuestas.
-¿Ha evolucionado mucho su arte?
-Ha evolucionado tanto cómo lo he ido haciendo yo. Los primeros cuadros y dibujos indudablemente tenían el sello y la impronta de la juventud, más combativos, más beligerantes con respecto a la sociedad; y ahora, con el tiempo me he ido haciendo más reflexivo y le doy muchas vueltas a lo que tengo en mente. No es que antes no lo hiciera, sino que hoy por hoy las cosas se ven con más perspectiva, una distancia que antes por edad no tenía, lo cual me permite, por el conocimiento adquirido en este tiempo, vislumbrar las obras de otra manera más serena y diría que más sabia.
-¿En qué se inspira a la hora de crear?
-En general me suelo inspirar en cuestiones y circunstancias que se me dan en mi entorno. Un paisaje, un atardecer…, cualquier experiencia que haya vivido o que me esté pasando. Esto de la inspiración no deja de tener un poco de magia o, como diría un cantaor flamenco, de «duende».
-Recientemente ha expuesto en Gibraleón con un gran éxito. ¿Cómo surge la idea de hacer esta muestra?
-La idea de hacerla me vino después de que mi buen amigo Pablo Sycet, junto con el propietario de esta galería de Gibraleón ‘de Blanco a Tinto’, José Manuel Blanco, me propusieran hacer una muestra de lo que yo había ido haciendo desde mis comienzos, cosa que en principio no me perecía mal, pero que finalmente opté por hacer todo nuevo, ya que me apetecía mostrar la faceta de Faustino ilustrador. Y es aquí cuando me surgió la idea que me rondaba desde hacía bastantes años: la de crear ilustraciones para la genial obra de Ovidio. Me puse manos a la obra y el resultado fue éste que se ha podido ver, una colección de 22 metamorfosis, amén de diferentes ilustraciones y trabajos relacionados con la creación literaria que yo había ido editando en estos años y que no eran muy conocidas.
-Esta interpretación de Ovidio ha sido muy comentada…
-Creo que sí. Cosa que me agrada muchísimo, ya que las ilustraciones están hechas con mucho empeño por realzar el valor literario del poeta latino y, por supuesto, por el tiempo y disfrute que le he puesto en crearlas. Para mí resultó un placer poner imágenes a esta obra de la Metamorfosis de Ovidio.
-¿Tiene previsto algún nuevo proyecto?
-Tengo dos ideas en principio. La próxima exposición será en el centro de Arte «Harina de otro costal», en Trigueros, y llevará por título ‘La caja de colores’. Esta muestra se inaugurará seguramente para principios de verano u otoño y pretende ser una selección de obras que no han sido vistas o que no se han expuesto en su momento y que están ahí, pidiendo exhibirlas.
-¿En qué está trabajando en la actualidad?
-Aparte de mis clases que imparto en Palos, estoy con este proyecto futuro de exposición, que no sé cuándo verá la luz, ya que reconozco que soy lento en la factura de mis obras.
-¿Es difícil dedicarse a este ámbito?
-No es fácil, pero si tienes ganas y crees en lo que haces, ya tienes parte del camino andado.
-¿Algún mensaje a los onubenses?
-Yo le pediría a los onubenses que visitasen más los museos, salas de exposiciones y librerías. La lectura abre el camino de la mente, y una mente que aprende, da al hombre da la capacidad de pensar por sí mismo, lo que es parte de la libertad. Seamos felices y hagamos partícipe a los demás de este estado ánimo.
1 comentario en «Faustino Rodríguez, el arte de hacer magia a través de la pintura»
guay¡¡¡