José Luis Rúa. Una vez más se abría la sala Gómez Feu del Centro Cultural Casa Grande de Ayamonte, para que al cobijo de las obras pictóricas expuestas en la misma, se presentara un nuevo poemario de la colección Los libros del estraperlo, concretamente el número seis. Espiral de Sueño, Sangre y Vida del escritor ayamontino Aníbal Álvarez, su segundo poemario y el primero de ocho que aguardan pacientemente en el cajón de la mesa de su despacho, hasta que puedan ir saliendo uno a uno.
El violín de Paco Barrera se encargó de dar la orden de salida a un acto sencillo, pero cargado de enormes sensaciones que la veteranía del autor protagonista, iba a ir desgranando poco a poco. Sus notas musicales, sus silencios y su personal estilo dieron paso al también escritor local Diego Mesa, a pronunciar las palabras protocolarias con las que daba paso a una presentación que hacia cargada de personalidad, el poeta de Canela, Eladio Orta.
Dejó flotando en el ambiente las razones que llevan a Aníbal a desahogarse con su poemario. A su lucha dialéctica con la injusticia más cercana y a la reprobación más enérgica de quienes miran hacia otro lado y olvidan tanto el pasado como el presente. Aníbal Álvarez recorrió la sala con su voz quebrada y sus nervios rescatados de hace algunos años. Fue desgranando línea a línea el prólogo que el mismo ha querido dejar en herencia de creatividad. Un recorrido por los rincones de autores que para él, son mucho. Por las espirales de cada rincón de la vida misma, o por los huecos de cada palabra dicha en voz alta provocó silencios y cortes de respiración, arrancó aplausos y recogió sonrisas cómplices.
De nuevo sonó el violín de Barrera y abrió camino a poemas nuevos en las voces y en las formas de Eladio Orta, capaz de captar entusiasmos de las más diversas formas con su Espiral del Silencio. Rúa Nácher susurro la Espiral de la Poesía, “ Espiral / de versos vivos/ girando en torno a la biografía / de quien piensa que solo por ser poeta/ merece la vida la pena de ser vivida.” Finalmente Aníbal como siendo fiel a su propia espiral se meció en la Espiral del Inicio, fue como llegando al final querer volver al principio.
En el remolino final abocado a la mesa donde el autor firmó su poemario a los presentes, vimos a Marta Navarro la nueva concejal de cultura del ayuntamiento ayamontino. Muchos amigos, poetas y admiradores del escritor ayamontino agradecidos por esta nueva entrega que nos estaba haciendo. Y así, con el talante del protagonista, silencioso, humilde y serio nos despedimos hasta fecha próxima en la que volveremos a cruzarnos con una nueva presentación bien de un poemario o una novela, pero sin lugar a dudas, con la creación de los escritores del bajo Guadiana.