Sapiensity/ @Sapiensity La Small Data (SD) es definida muy acertadamente por Allen Bonde como “Datos que conectan a las personas desde una óptica oportuna, organizada y personalizada visualmente, de manera que dicha información – derivada de “fuentes locales” principalmente – sea accesible, comprensible y aplicable a las tareas diarias”.
Es algo aceptado entre la mayor parte de los gerentes de empresas medianas y pequeñas que el análisis de la información que nos ofrecen los clientes se antoja algo crucial y muy importante hoy día para la supervivencia de las organizaciones. Esta información se relaciona con cualquier aspecto organizativo pero resulta todo un reto determinar el tipo de información susceptible de almacenar.
Algunos aspectos que prueban que la Small Data resulta muy poderosa:
– Está muy focalizada y personalizada, a diferencia del Big Data que es más impersonal y amplio.
– Está orientada a conocer las causas que definen el comportamiento de nuestros clientes y cómo puede influirse para conseguir un incremento del consumo y una mejora de los resultados.
– La clave del éxito de esta información está en localizar los indicadores que mejor describen y justifican los comportamientos para poder rastrear los distintos estados o etapas del proceso de compra de los individuos.
– El poder efectivo de esta info es el que permite a los gestores de compras analizar hasta el detalle, evitar predicciones poco fundadas, descubrir lo que realmente “funciona”, y a grandes rasgos, ir conformando un plan de acciones para influir en los resultados del equipo/fuerza de venta.
Podríamos resumir el gran efecto del Small Data como el de poder “influir en nuestra clientela”.
– Como sabemos, la Big Data puede resultar más o menos interesante, o mejor dicho, práctica. De hecho, muchas compañías están últimamente generando ingentes cantidades de informes sobre multitud de temas aunque siempre esta supeditada al análisis apropiado para tornarse útil. Cuando las grandes empresas no tienen claro la utilidad de la misma no se puede dirigir cambios profundos e impactos eficaces sobre los resultados. Ya comentamos en artículos anteriores que gran parte de esa info gestionada no llega a ser si quiera analizada por falta de medios y de analistas cualificados.
– La SD, por su parte, permite rápidos cambios en las organizaciones o en la propia fuerza de venta.
Podríamos resaltar otra gran característica del Small Data como es el hecho de que se genera a tiempo real y se relaciona con las tendencias actuales. Esto motiva que se adopte estrategias y se maximice las oportunidades por aplicar la información a mejorar resultados.
En relación a la diferencia que venimos analizando respecto al Big y el Small Data, hay que referirse necesariamente a los conceptos de Pull y Push, como estrategias propias de las empresas a la hora de dirigirse al cliente final.
Podemos decir que la estrategia Pull es la que se está imponiendo en la actualidad. Todas las empresas, gracias a la irrupción de las nuevas tecnologías, disponen de los “mismos metros cuadrados” que las grandes compañías en Internet y pueden dedicar sus esfuerzos a crear marca (branding), cuestión clave para poder atraer usuarios (amigos, seguidores, prescriptores..etc) hacia la misma y aprovechar así, por ejemplo, el tirón de las Redes Sociales.
Todo este cambio de paradigma en las ventas, que ha producido la consolidación de las TICs, ha permitido la eliminación de muchos intermediarios ofreciendo a los Productores/Fabricantes/Prestadores de Servicios la GRAN oportunidad de “mostrarse” y “comunicar” directamente con su cliente actual o potencial.
Es por ello que hoy se habla de que los “productos/servicios conversan” y que las Redes Sociales es el “campo de batalla” para posicionarse de la manera más adecuada para conseguir los resultados esperados.
La importancia de crearse una buena marca, de aplicar la Small Data como herramienta y política para poder conocer la edad, status, hábitos de consumo, etcétera son apuestas que las empresas pequeñas y medianas deben tener presentes a la hora de conformar el Internet Business Plan.
No obstante, si es cierto, que en la realidad de la mayor parte de las empresa se optan por conjugar estrategias mixtas donde se conjugan el Pull y Push porque las competitividad global exige a todas las empresas, con independencia del tamaño, a dedicar recursos a los intermediarios a la vez que van afianzando políticas de consolidación de la marca, en el mundo físico y el digital: ambos “mundos” deben coordinarse para poder contribuir a la supervivencia de la empresa.
La Small Data es a las pequeñas y medianas empresas lo que el Big Data es a la gran empresa. Son “oportunidades” que actualmente se brindan para la toma de decisiones gerenciales estratégicas. Afortunadamente, la consolidación del acceso a la información en movilidad, gracias a los nuevos dispositivos móviles junto con la proliferación de gran cantidad de Software de todo tipo, permiten que podamos “conectar” con usuarios, que son clientes en potencia. Depende de cada uno aprovechar estas tecnologías y anticiparse. Este es el reto: la rapidez marca la diferencia, y no la dimensión.
Para finalizar el presente artículo, podría resaltar las siguientes 3 características como “claves” a la hora de decantarnos por soluciones de Small Data:
Flexibles y que permitan la mínima dependencia, Fácil Manejo para todos los usuarios de la organización y Coste apropiado para un escenario, el del mercado actual, cambiante y donde la propia organización/empresa puede evolucionar en muchas direcciones y donde el Soft utilizado no puede ser un lastre.