Mari Paz Díaz. La aparición de una tortuga laúd de cerca de dos metros de longitud en el margen izquierdo de la desembocadura del Guadiana, en las inmediaciones de Isla Canela, pone en evidencia que la provincia de Huelva cuenta con una rica fauna, también de carácter marino.
La tortuga marina es un animal en peligro de extinción inminente que se desplaza por los océanos en busca de medusas, su principal alimento, jugando así un papel muy importante en el mantenimiento del equilibrio ecológico marino.
En general, las aguas del mar y de los ríos onubenses nos ofrecen una gran variedad de especies animales de la zona que se encuentran amenazadas y que han encontrado en Huelva su lugar de crecimiento y desarrollo.
Y es que la provincia de Huelva, al estar localizada en el extremo sur de Europa, se encuentra situada a caballo entre dos continentes, a lo que se une la existencia de los sistemas montañosos y del Estrecho de Gibraltar. Todo ello le confiere al enclave onubense unas características biogeográficas exclusivas. En general, utilizando términos de biogeografía marina, la riqueza piscícola del litoral onubense se enmarca en las generales para su latitud en el Atlántico, contando con algunas peculiaridades.
Las especies, como suele ser habitual, han adaptado sus formas de vida de manera íntimamente relacionada a la evolución de los ecosistemas acuáticos en los que han vivido. Este hecho ha dado lugar a ciclos de vida extremadamente característicos de la región, siendo el grupo de los peces epicontinentales el que mayor éxito evolutivo ha tenido.
Para conocer de qué especies animales hablamos hemos consultado el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, por el que se regula la conservación y el uso sostenible de la flora y la fauna silvestres y sus hábitats, facilitado por la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Según este informe, las especies en peligro de extinción existentes en aguas onubenses son la Lamprea Marina (Petromyzon marinus); el Esturión (Acipenser sturio); el Jarabugo (Anaecypris hispanica); y el Salinete (Aphanius baeticus).
La lamprea se trata de una especie parásita de otros peces, entre ellos salmónidos y centrárquidos. Se alimenta de su sangre. Posee una ventosa bucal, dos aletas dorsales y un cuerpo alargado y redondo. Su fase reproductiva, se realiza en tramos altos de los ríos, con fondos de grava y aguas bien oxigenadas. En el medio marino (fase de crecimiento) vive en zonas de profundidad no superior a los 300 metros. A los 4-5 años migran hacia el mar, donde vive alrededor de 2 años. Las larvas son ciegas y filtradoras. En la actualidad, solo se conocen algunos ejemplares de lamprea aislados en los tramos de estuarios.
Por su parte, el esturión se encuentra en las cuencas de los ríos Guadiana y Guadalquivir. Tiene el cuerpo carente de escamas, con cuatro barbillones sensoriales que le ayuda en la búsqueda de alimento. Curiosamente no posee dientes y cuenta con una aleta caudal heterocerca. Se reproduce en los tramos bajos de los grandes ríos y completa su crecimiento en el mar. Se distribuye en los tramos medios y bajos de los grandes ríos, con una profundidad no superior a los 8 metros.
En el caso del jarabugo, hablamos de un animal mal conocido, de pequeño tamaño. Posee escamas pequeñas. Su coloración es pardo-verdosa y puede tener puntos oscuros en los flancos. Se localiza en ríos pequeños de los cursos medios. Existen poblaciones de estos peces en algunos afluentes de los ríos Guadiana y Guadalquivir.
Por último, al salinete se le conoce popularmente como fartet atlántico o fartet andaluz. Se localiza especialmente en el río Guadalquivir. Esta especie presenta una aleta anal, una aleta dorsal y un pedúnculo caudal largo y bajo. Los machos se diferencian de las hembras por el colorido. Generalmente, se desplaza en pequeños grupos cerca de la vegetación sumergida en aguas superficiales. Su alimentación se basa en pequeños invertebrados (larvas de insectos, crustáceos…).
Además de estas especies, desde la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía se está desarrollando también un programa de carácter regional que intenta conservar a la anguila.
Con todo, estas especies amenazadas tan sólo son un ejemplo de la riqueza que tiene Huelva en su fauna marina, tanto en el mar como en sus ríos, una condición que viene marcada por su lugar geográfico estratégico. Una fauna que debemos cuidar y conservar.
1 comentario en «Huelva, lugar de refugio de algunas de las especies marinas más amenazadas»
Interesante artículo. A pesar de la basura que se tira al mar sigue existiendo biodiversidad.