Isabel Limón. La Semana Santa de Huelva encara su recta final este Viernes Santo. En la plaza de San Pedro se llenaba para ver Hermandad la Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestra Señora del Calvario, San Juan Evangelista y María Santísima en la Resignación de sus Dolores, que este año el buen tiempo le ha permitido salir a la calle, después de que el año pasado la lluvia se lo impidiese.
Cuando apenas pasaban unos minutos de las 18.45 horas, la Banda de Cornetas y Tambores Cristo de la Expiración de Huelva formaban en las puertas de San Pedro para acompañar a la Hermandad en su recorrido por Huelva.
Puntual a su cita, apenas dos minutos después, las puertas del templo se abrían para abrir paso a la Cruz de Guía de la Hermandad del Descendimiento que comenzaba de esta forma una nueva Estación de Penitencia en este Viernes Santo. Tras ella, un importante cortejo de nazarenos ataviados con túnica negra de morrión y capirote y cíngulo morado, comenzaban a caminar rodeando la Iglesia de San Pedro.
Desde las puertas del templo se podía oír cómo el capataz, José Ramón Ortega, ordenaba al cuerpo de costaleros y hacía la llamada para la primera levantá del paso de misterio del Cristo del Descendimiento. A falta de dos minutos para las siete de la tarde, el titular de la Hermandad, el Cristo del Descendimiento hacía su aparición por las puertas del templo con su corte serio y romántico, en consonancia con el pasaje de la vida de Cristo que representa. Con un paso corto, el cuerpo de costaleros de la Hermandad ha tenido que realizar una maniobra complicada para no chocar con el dintel de San Pedro.
El Cristo del Descendimiento, una talla de Antonio León Ortega, ha estrenado este nuevo Viernes Santo un nuevo juego de potencias de plata con baño de oro, donado por el hermano Enrique Bendala Azcárate y Mario Ignacio Moya, y un sudario en tela de gasa, color blanco roto con remates en encaje datados en el siglo XVIII, también donado por Bendala Azcárate y confeccionado por la hermana María de los Ángeles Solbes. Un misterio de estilo Neobarroco que representa el momento en el que José de Arimatea y Nicodemo bajan a Jesús de la Cruz.
Con sones de Cristo del Amor, el misterio de la Hermandad del Descendimiento comienza a rodea San Pedro para llegar a la Iglesia de la Concepción y realizar su Estación de Penitencia.
Tras él, se inauguraba un el cortejo de nazarenos del palio que comienzan a salir con los cirios al cuadril. Esta Hermandad, este año, ha adoptado por primera vez esta forma de transportar los cirios. Además, estrenarán también el cuerpo de acólitos propio de la Hermandad. Otra de las curiosidades del Descendimiento es que un grupo de mujeres de mantilla forman parte del cortejo.
En el interior de San Pedro se llevaba a cabo la primera levantá del paso de palio de María Santísima en la Resignación de sus Dolores, que este año ha estado dedicado al programa radiofónico de Canal Sur, ‘El Llamador de Huelva’.
A las 19.20 horas del Viernes Santo, las maniguetas del palio de la Hermandad del Descendimiento asomaban por el dintel de la iglesia. La Banda Sinfónica del Liceo Municipal de Moguer interpretaba la marcha ‘Virgen del Valle’ para que la Virgen de la Resignación se presentase ante los onubenses que se habían congregado en las
Puertas de San Pedro para recibirla.
La titular de la Hermandad del Descendimiento estrena este año un rostrillo donado por Bendala y un pañuelo de mano donado y confeccionado por María del Carmen Miguel Francisco. En cuanto al exorno floral del palio, un dato que no quiso desvelar el Hermano Mayor del Descendimiento, Antonio Rodríguez, ha estado compuesto por ramos de jarrones blancos que resaltaban sobre el morado del manto y el palio de María Santísima de la Resignación.
La Hermandad del Descendimiento ha continuado su discurrir por las calles del centro para llegar a la Concepción tras la Hermandad de la Fé. Descendimiento volverá a San Pedro pasadas las 23.30 horas del Viernes Santo.