‘Las estrellas del amanecer’, una historia de amor ambientada en la II Guerra Mundial, primera novela del joven onubense Javier Leal

Ana Rodríguez. Francisco Javier Leal López es un joven onubense de 19 años que acaba de publicar su primera novela bajo el título Las estrellas del amanecer, una historia que se desarrolla en la ciudad de Varsovia en 1937, justo cuando comenzaba uno de los conflictos bélicos más terribles de la humanidad, la II Guerra Mundial.

Leal, que estudia Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, describe este relato como «una historia de amor adolescente» en un ambiente bélico. En ella, Aurele Lubinski y Jaret, los personajes principales, sueñan con un futuro juntos cuando todas las personas que tienen a su alrededor están preocupadas por la situación política de Polonia ante la amenaza de sus vecinos: Alemania y la Unión Soviética. El devenir de los acontecimientos políticos, económicos y sociales pasará arrasador por la vida de Aurele, enfrentando y dividiendo a sus familiares, amigos y a sí misma, pues llegará a debatirse entre su sentido del deber, su miedo y el dictado de su corazón. Junto a los protagonistas, en la narración aparecen personajes secundarios que plantean nuevos conflictos personales y de intereses, conformando todo el conjunto un interesante volumen que tiene de telón de fondo a la sociedad de la época, sus miedos y problemáticas.

El momento histórico en el que se desarrolla Las estrellas del amanecer ha obligado a este onubense a llevar a cabo una importante y continua labor documental para lograr una cuidada ambientación que verdaderamente traslade al lector a la Polonia de finales de los años 40. Leal señala que ha tenido que recurrir mucho a enciclopedias, películas sobre aquella época e incluso a libros de autores polacos de aquel entonces para recrear de manera fidedigna su novela. «Cuando comencé a escribir el libro, no sabía el trabajo que me iba a suponer», reconoce Javier, a quien ni su juventud ni el esfuerzo que le ha conllevado toda esta tarea documental le han impedido seguir adelante y alcanzar su empeño.

Además, en este relato su autor ha aunado y encajado en armonía dos materias que le interesan especialmente: la filosofía y la historia. En este sentido, el onubense explica que «cuando escribo, trato de plasmar en las líneas mi visión filosófica, la cual está muy influenciada por Nietzsche. Soy muy dado a dudar, a ponerlo todo en entredicho, a tener una visión propia. Y en esta tesitura, creo que lo esencial, lo importante, no son tanto las respuestas como las preguntas».

La primera obra de este futuro periodista es un reflejo de cómo ha ido perfilando un estilo al escribir, una línea muy personal marcada por el uso recurrente del diálogo como recurso para avanzar de manera dinámica en la trama. Asimismo, las descripciones que aparecen en la novela se centran más en lo inmaterial (de situaciones, estados anímicos, etc.) que en elementos concretos, otro aspecto que define a la pluma de este autor.

«Empecé a redactar esta novela en junio de 2010», indica Leal, fecha en la que el onubense sólo contaba con 16 años. Sin embargo, el joven se expresa a través de la literatura desde mucho antes, pues ya en 2008 estaba inmerso en un guión que acabó al año siguiente, a la par que elaboraba relatos cortos y se presentaba a concursos literarios.

En julio de 2012 tenía listo Las estrellas del amanecer -sólo le faltaban algunas correcciones– y se puso en contacto con la editorial Bohodón, que se quedó tan encantada con el manuscrito que lo ha acabado sacando a la luz. La distribución de la novela ya se ha puesto en marcha y podrá encontrarse, por ahora, en librerías de Huelva, Sevilla y Madrid.

Tras este primer paso, Javier Leal ya está preparando una nueva obra, que en esta ocasión no será histórica, sino que se enmarcará en el género de la literatura fantástica. «Me encanta leer y ahora que escribo mis lecturas son más variadas, para ampliar mis horizontes, pero siempre he sido principalmente un consumidor de literatura fantástica, y también tengo algún relato corto de este tipo», afirma el onubense.

Aunque reconoce que no tiene un autor de referencia al que le gustaría parecerse, el joven sí asegura que tiene preferencia por ciertas obras como Las crónicas de Narnia o La sombra del viento, que le han inspirado y ayudado a mantener vivo ese deseo de escribir.

De cara al futuro, el estudiante confía en acabar la carrera para poder compaginar su faceta de autor con el periodismo de opinión, la rama de la comunicación que más le gusta y en la que desea centrarse algún día.

En este camino que el joven ya ha emprendido, sus principales apoyos han sido sus padres y familiares, que siempre le han animado a alcanzar sus objetivos y a cultivar ese deseo de plasmar en el papel historias llenas de encanto y emoción como Las estrellas del amanecer.