Irene Olivares, de Moguer a República Dominicana representando a España

Miguel Ángel Velasco. Moguer es indudablemente un lugar que enamora. Desde pequeño me cautivó. Salir de la capital y caminar por sus calles empedradas de casas blancas oliendo a dulce y pueblo  me  producía una reconfortante sensación. Por otra parte,  ya a esa edad, me daba cuenta de que mis pasos transcurría por sitios por donde habían pisado gentes como Cristóbal García del Castillo o Bartolomé Ruiz, ante de sus andanzas colombinas. Y que de esos caserones palaciegos, de amplios y suntuosos zaguanes, desconocidos para mis infantiles ojos capitalinos, brillaron las espadas  de los hermanos Niño o los legajos de De Burgos y Mazo. Hasta la primera procuradora del país fue de aquí, Dª. Eulalia Ruiz de Clavijo. Moguer.

De Moguer también es Irene Olivares Mora. Una joven de 25 años, alta, esbelta, de ojos marrones acaramelados, melena ondulada y labios carnosos. Una chica que pasó a convertirse en 2.010 en Miss Internacional España gracias a sus increíbles medidas, su simpatía y saber estar. Como anteriormente otros paisanos, Irene cruzó ese charco que antes cruzaran los niños, los Vélez de Mendoza, etc.  para asentarse y conquistar tierras americanas.

Allí, en La República Dominicana, sentó sus reales y se convirtió durante unos años en la autentica reina de la publicidad y de la pasarela internacional. Spots publicitarios de afamadas firmas, desfiles como el de Hard Rock Internacional o el de la inauguración del Hotel Moon Palace de Punta Cana, así lo atestiguan.

Me espera a las puertas de las Iglesia de Nuestra Señora de La Granada. Su figura ante el marco encuadra un fabuloso dintel. “ ¡Qué regocijo debe ser para ella el volar así, volar para volar y así volar!” Cantaría el poeta. “Cantar por cantar cuando, como la mariposa, ritmo de ala y la ola ritmo de onda, se tiene en el pecho ritmo de canto”. Hace frio esta tarde y la estampa de Irene en la solitaria plaza hace recordar a Jiménez. Es alta, muy alta. Mis escaso ciento ochenta centímetros saben insignificantes a su lado, esbelta y espigada como una rama de San José.  Y bella, muy bella, en sus ojos rasgados. A veces penetrantes; otroras, dulces.

“Éste es mi pueblo. Me encanta. Lo he echado tanto de menos cuando estaba en Sudamérica… -empieza diciendo con alegría infantil mientras nos encaminamos por las calles semidesiertas. “Los ecos respondían, hondos y sonoros”.  Su paso erguido, sus tacones  al pisar el empedrado me sonaba a música, su voz a melodía. –De pequeña me encantaba correr por estas calles, cantar por ellas. Tenía más amigos que amigas… ¡Con decirte que lo que me gustaba era jugar al futbol! Pero eso si, cuando llegaba a casa me ponía los tacones de mi madre y sus vestidos y ante el espejo soñaba con mil cosas…”  Entramos en una bar- cafetería, Tagore de nombre, con aires arabescos. En un rincón encontramos acomodo fuera de las charlas de los parroquianos vespertinos que la miran, sin recato ni disimulo, al pasar. La verdad es que merece la pena mirarla.

–Cuéntame, Irene, cómo fueron tus comienzos.
-Mi primera pasarela la hice con 14 añitos. Desde chica tuve muy claro que me quería dedicar a esto.  Me presenté a Miss Huelva y quedé Miss Elegancia y Miss Aroma. Era la primera vez que a una concursante le daban dos títulos conjuntamente. ¡Y tenía 14 años! Luego, mi primera pasarela semiprofesional fue en Lepe con moda flamenca y a partir de ahí…. Muchas cosas. Fui segunda en Élite Look Model en Marbella, desfilé con ropa de sport para Base, de novia en Granada para Arte Novia…

–¿Eres autodidacta o te sientes reflejada por alguien?
–Me considero autodidacta. Estuve aprendiendo pasarela en la agencia Carles, de Sevilla, y allí me dijeron que cogiera los patrones pero que fuera a mi ritmo. Para ellos tenía una impronta propia sobre la pasarela. Un paso relajado, manteniendo la postura firme y elegante, muy a lo Naomi Cambell. Agresivo, con fuerza… ¡Ojalá hubiese desfilando junto a ella, es mi sueño que no descarto! Mi andar es muy sui géneris. Cuando desfilo me olvido de todo, intento transmitir lo que siento, verter elegancia, lo que valgo. Con decirte que en República Dominicana me aplaudieron en un desfile, cosa que allí  es anormal. Recuerdo que fue en el Caribbean Fashion Week.

–Has desfilado con modelos importantes, me imagino.
-Mi carrera se ha desarrollado en su mayor parte en América. Y allí, en Colmbia, Méjico, República Dominicana y otras más he realizado cientos de pasarela con las mejores modelos de los distintos países, con sus misses nacionales, en una ocasión con Miss Universo y con todas las top-models internacionales del momento. Aquí, en España, con Elisabeth Reyes, por ejemplo, y con otras misses España, aparte de modelos importantes en este mundo y en el de la fotografía… No, no tengo ni que decidirme. Prefiero la pasarela antes que la fotografía y mira que es mucho más dura y cansada, la pasarela… Pero es mi vida, siento que he nacido para ella.

Es de las personas que enamoran, no tanto a primera vista,  cuanto hablas con ella. Su voz es suave, aterciopelada, un poco ingenua, sin ningún atisbo de petulancia. Sus maneras suaves, dulces.  Rememora el ayer sin añoranza, pero con cariño. Sabe que tiene un futuro todavía muy grande por delante, tanto en la vertiente de modelo como en la empresaria en el mundo de la moda. Su próximo gran reto.

–He estado dos años y medio fuera de mi tierra y creo volver con un bagaje muy fuerte e importante.  He vuelto porque me tiraba mucho la tierra; la idea, no ya de crear o ser profeta en ella, sino de poder darle todo lo que sé y aprendido en este mundillo, que pienso que es mucho. He pasado horas malas, mucha soledad para una cría que era cuando me marché. Esto me ha hecho ser bastante fuerte, muy fuerte. Muchas horas de hoteles, muchos aviones, de un sitio para otro… Tierras que no conoces, ambientes lejanos y, en ocasiones, bastante peligrosos que te crean una gran inseguridad.

En países como Colombia o Méjico, la calle es peligrosa y los sicarios están al orden del día. Rara es la ocasión cuando no pasa algo, hay un asesinato o una explosión cerca de tu hotel, de tu lugar de trabajo. Y que conste que me adapto perfectamente a todas las personas y lugares, porque soy positiva y pienso siempre que todo va a salir bien. Pero.… Todo ello hace que me sienta una persona diferente, en una dimensión diferente. La suma de esas vivencias me hizo pensar en la vuelta. El tirón de la tierra y la seguridad de ésta pudo mucho más que cualquier ambición de fama o dinero.

Y tiene toda la razón del mundo. En el poco tiempo que hace que la conozco me parece una persona tierna y humilde. Amiga de sus amigos. Bondadosa. Intenta dar todo lo que tiene y compartir. Posiblemente, la soledad haya hecho de ella una persona más sensible de lo habitual para su edad, más generosa.

-Eres capaz de hacerme una breve referencia a tus trabajos.
-¡Uy qué difícil me lo pones! Han sido muchos los trabajos de todo tipo realizados durante estos años… Vamos a ver desde Miss Almería y Top Model Huelva o desfiles para Pepe Jiménez, Pink, Torero o Sara Merino en la capital, o para JAN DAR, Pepe Jeans, Pekar, en Granada, Peter Abdam en el Hotel Hiltón de Toledo, en el Museo de Traje de Madrid y desfiles y azafata publicitaria para la firma Kennthe Cole y Puro Cuerpo Mall Novo Centro para Adolfo Domínguez, Armani, , Mango y Puma. También he pasado Pret a Porter en París y he sido promotora para marcas como Rexona o Tita Hasban… Y spots publicitarios para Truquet y la compañía Viva de Telefónica… En fin, muchos trabajos importantes que se me olvidan. Aunque si te puedo decir sin miedo a equivocarme es que con los que más a gusto me he sentido, por razones varias, han sido los pases que realicé para Doce Gabana, Custo Barcelona y Victoria Secret e igual que la pasarela que más me ha impresionado ha sido la de Edy Guerrero en Colombia.

-Y algo que no hayas hecho.
-Bueno, tengo que pensar que aún me queda mucho por hace, soy joven y las ganas intactas y frescas. Pero si tengo una espinita clavada, un anuncio que hice para el Banco Popular, con Paul Gasol y que al final, por presupuesto, lo retiraron.

Y para el futuro.
-Ahora estoy trabajando para una empresa sevillana que quiere que vaya a realizar unos pases a Marruecos y Dubai. También tengo la posibilidad de hacer cosas en Londres. Y lo que quiero es asentarme en mi tierra, darme a conocer en ella pues desconocen todo lo que he hecho. Es una lástima, pero una verdad como un templo. Crear mi propia agencia de modelos.

Como sabes estoy preparando la II Feria de la Moda en Moguer que espero que sea todo un éxito y me sirva de trampolín para darme a conocer como si empezara de nuevo, valorar hasta donde puedo llegar y cuanto puedo dar. Demostrar mi valía. Un sinfín de cosas que bullen por mi cabeza…

Nos levantamos casi obligados por el tiempo. Se ha hecho de noche y el frío se apodera del ambiente en el exterior. “La noche cae brumosa ya y morada” . Bajamos por las calles vacías para ir hacia el Convento de San Francisco y por calle La Fuente aparecen otra vez los versos del poeta en mi mente, mientras alguien se esconde, tácito, a nuestro pasar, mientras me despido de Irene, “por la última casa de la calle La Fuente, bajo una roja y vacilante farola tuerce la esquina un hombre solitario…¿ yo?”

Me despido de ella con hasta pronto y con el deseo de verla donde merece estar. Con las mejores, como es. Al salir del pueblo, por el espejo retrovisor, sigo recitando. “Fue como si el sol de la tarde, que se quebraba al ponerse entre las nubes de agua, en amarillo cristales, le escondiese una aurora tras sus tiznadas lágrimas”.