P. G. Renovarse o morir. Y esta última palabra no está en el diccionario del Cajasol Sporting de Huelva, un equipo condenado a reinventarse cada temporada… e incluso dentro de la propia temporada. Con 28 puntos en el zurrón, se encuentra situado en la misma frontera que marca la disputa de la Copa de la Reina, ambicioso reto que tiene al alcance de la mano aunque su pelea, si se tiene en cuenta el presupuesto, tendría que ser otra distinta en esta exigente Liga de Primera División de fútbol femenino.
El domingo, sin ir más lejos, su compromiso liguero es en el campo del Levante, un rival que tendría que ser inabordable para las huestes de Antonio Toledo. Sin embarg0 el carácter competitivo del equipo hará que pelee los puntos al cuadro granota, cuarto en la tabla, y diseñado para otros menesteres.
«No podemos olvidar que detrás del primer equipo hay 100 niñas en los escalafones inferiores». Palabras de Antonio Toledo, su entrenador, y uno de los baluartes de una entidad nacida en 2002, y que esta misma semana debe tener su nueva junta directiva configurada. A falta de confirmación oficial, una de las personas que más han trabajado por el club en particular y por el fútbol femenino onubense en general, Manoli Romero Landa, encabezará esa junta directiva, relevando a José Antonio Muñoz Lozano, anterior presidente y que dejó su cargo hace semanas.
«Tirar la toalla, nunca», señaló Toledo, que como todo el plantel ha tenido que adaptarse a unas circunstancias adversas cuyo principal exponente fue el cambio de sede de sus partidos, que empezaron a disputarse en Trigueros -merced a un convenio con el Ayuntamiento de dicha localidad, que no ha podido mantenerse hasta el final de la temporada-, y ahora se juegan en San Juan del Puerto.
Es el sino de este equipo, casi reinventarse todos los años para seguir manteniendo el nombre de Huelva en la elite del fútbol femenino español. Algo que el Cajasol Sporting hace muy bien.
