El profesor y académico José Domínguez León ofrecía el pasado 11 de diciembre en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Empresariales, en el Campus de La Merced, una conferencia sobre ‘Seguridad, inteligencia y hoja de ruta para el futuro’. El acto, organizado por la Academia Iberoamericana de La Rábida, contaba con la asistencia de un nutrido grupo de onubenses que ha querido apoyar esta actividad académica, en la que también ha participado el subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera. Por este motivo, Huelva Buenas Noticias ha querido hacerse eco de este evento, mostrando un resumen de la conferencia de Domínguez León.
José Domínguez León. Academia Iberoamericana de La Rábida. Cada vez que se celebra un curso, un seminario internacional, una conferencia, …., sobre temas relativos a Geoestrategia, Seguridad, Inteligencia, Crimen Organizado, Criminalística, ….., hay uno o varios alumnos o titulados universitarios que se acercan y preguntan al profesorado: ¿Cómo hacerse miembro de una agencia de seguridad? El interés es muy notable, y cada día que pasa se preparan más y mejor diferentes generaciones de universitarios que desean entregarse a una tarea tal vez apasionante, lejos de los estereotipos difundidos por la literatura, el cine o algunos medios de comunicación.
Todo es más normal de lo que parece. Todo es lógico. Debe ser, además, el trabajo de muchos profesionales con un enfoque noble y propio de una sociedad con un sistema democrático de derechos, que viva y ejerza los derechos humanos, y que defienda a los ciudadanos y los intereses propios desde perspectivas de legalidad, moralidad y ética, empleando medios y recursos humanos y técnicos puestos al día y según las necesidades.
La Universidad y los centros de investigación de estas de distintas instituciones, corporaciones y empresas, organizaciones no gubernamentales, institutos de estudios, comunidades de Inteligencia y de Seguridad, agentes, técnicos y analistas de agencias, y analistas independientes, están abriendo caminos por los cuales la sociedad puede conocer temáticas y métodos, modelos y saberes que, hagan viable un conocimiento vulgar, no disciplinar o científico sobre la Seguridad y la Inteligencia. Esto beneficia a todas las partes involucradas.
Los profesionales que trabajan a partir de fuentes abiertas, y que pueden formar parte, en distintos niveles e implicaciones de la recientemente denominada comunidad de Inteligencia, de la cultura de Inteligencia, tienen mucho que aportar, y probablemente bastante más de lo que se cuece en las entrañas de las agencias oficiales. Sería un lamentable error no contar con ellos. Es una equivocación muy seria que algunos países desprecien o pasen como de soslayo por el recinto o perímetro de estos investigadores, aunque sin tenerlos en consideración.
Partimos de un binomio fundamental, como es el encaminarnos hacia una cultura y una comunidad de Seguridad, por un lado, y hacia una cultura y una comunidad de Inteligencia, por otro.
Por tanto, hay que conocer la Historia, en profundidad, para interpretar el presente y vislumbrar el futuro. Se puede aplicar una especie de neopositivismo lógico en materia socioeconómica y política que apunte a valorar muchos datos para prever el Futuro. Todo ha cambiado en las últimas décadas. Todo se ha reformulado en materia de Seguridad e Inteligencia desde que cayó el Muro. No estudiamos las mismas cuestiones en los programas universitarios. Un servidor estudió una Historia, hace más de tres décadas, que hoy sería casi irreconocible. Nos hablaban de la Revolución Científico Técnica, desde perspectivas de la izquierda europea de los años setenta del pasado siglo. Se argumentaba que el 80% o más de los descubrimientos científicos y los adelantos técnicos se habían producido en los entonces últimos 20-25 años. Se insistía en que se produciría una inevitable proletarización del trabajo intelectual.
Unos elementos se han cumplido, otros no tanto o nada, como, por ejemplo, exponer que la humanidad, al menos en el primer mundo, caminaba ya hacia la consolidación de libertades y de bienestar social, de manera que no había vuelta atrás, y que los movimientos sociales ya no tendrían que preocuparse tanto de los aspectos reivindicativos, de carácter económico, como de hacer más habitable el planeta, insistiendo en alcanzar nuevas metas de tipo ecológico, medioambiental, cultural, etc. La realidad, o las realidades, han venido a poner de manifiesto que es preciso tener los pies en la tierra, y que los aspectos económicos y sociales van de la mano. Si uno se resiente, también lo hace el otro, todos, podríamos decir.
¿Qué nos preocupa y por qué? Fundamentalmente ayudar a construir un mundo mejor, donde todas las personas puedan convivir en paz y en armonía, respetándose mutuamente los derechos, y apoyándose para alcanzar el mejor de los progresos posibles. Tenemos un pasado y un presente: con unos mimbres tenemos que hacer el cesto.
Podemos dirigirnos hacia un futuro de bienestar para todos, o hacia uno de desigualdades en las que unos y otros se hallen divididos y enfrentados. Todo depende de cómo se planteen las cosas. Existen, naturalmente, caminos intermedios, híbridos, a caballo entre dos o más tendencias.
Entre los grandes problemas a resolver podemos destacar: la paz, el orden, el progreso, la alimentación, la salud, la felicidad, la cultura y la educación, los derechos humanos, y todo aquello que define una cultura de bien para todos los seres humanos, en correspondencia con un medio y unos recursos que es preciso cuidar como la propia vida del hombre.
Sin embargo, nos enfrentaremos a notables riesgos derivados de las actitudes, individuales o colectivas que pretenden hacer mella en el bien común y arrastrar a otros hacia el caos, la miseria, la explotación, …..
¿Qué papel juegan los estudios y prospectivas? ¿Son veraces y verosímiles? ¿Qué valor podemos concederles? Juegan actualmente y desempeñarán en el futuro un papel y un lugar de capital importancia, puesto que nos ayudan a ver el presente como es y el futuro como queremos que sea. Algunos son veraces, otros interesados en crear una opinión favorable hacia algo, no siempre confesable. Por tanto, hemos de evaluarlos con las debidas cautelas y siempre con objetividad.
¿Qué lugar ocupan y ocuparán los Derechos Humanos en el desarrollo socioeconómico y político? Ocupan y ocuparán la meta, es decir, el conjunto de metas a cubrir para todos. Son y serán la meta universal, junto a la homogeneización de logros y parámetros económicos y sociales. Debemos idear nuevos índices para efectuar mediciones, y no solo de caracteres económicos, sino sociales y políticos, así como vitales, es decir, sobre formas de vivir y disfrutar de la vida, para alcanzar la felicidad.
¿Cuáles son las líneas de actuación para encarar el futuro? Prepararse para afrontar los retos, problemas, disputas, y efectuar acuerdos que permitan alcanzar esas metas con el telón de fondo de los Derechos Humanos.
¿Qué posición ocupan y ocuparán las funciones de Inteligencia y de Seguridad en un mundo controvertido, y los servicios que se encargan de las mismas? Son y serán una de las columnas de un gran edificio. Se depositarán en ellos muchas de las grandes responsabilidades en cuanto al estudio de las realidades y los problemas aparejados, así como las vías o caminos a seguir. Igualmente se les encomendará la Seguridad en una forma integral, preventiva y humanista. No serán válidos todos los métodos posibles, sino solo los legal y moralmente correctos. Hemos de contemplar la Inteligencia de Estados, de Administraciones, de corporaciones, de empresas, …. Reconocemos la Inteligencia Corporativa como uno de los bastiones de la actual forma de proceder de grandes grupos empresariales. Añadimos la Inteligencia Pública y la Privada, cada vez más privada y más compleja, que requerirá un gran nivel de formación y cualificación específica. Probablemente, en la vertiente privada se seleccionará muy escrupulosamente a los analistas, con una formación sólida.
Junto a la Seguridad Pública se mantendrá la Seguridad Privada, esta última gradual y progresivamente más densa y compleja, y más privada a la vez, como se ha señalado. En casi todos los países se están afianzando modelos de Seguridad Privada como un acicate a un sistema de Seguridad que excede en mucho a las posibilidades de lo público. El control último será del Estado, pero con el concurso de una parte nutrida de la Seguridad Privada. Por eso, en estos momentos históricos se debaten leyes en diversos países occidentales para darle forma a este factor que tiene muy distintas visiones.
¿En manos de quiénes estarán las labores de diseño de la “Hoja de Ruta para el Futuro”? Las funciones las desempeñarán Estadistas y Analistas. Estadistas del Futuro muy preparados y con una trayectoria demostrada en distintos campos profesionales. La sociedad puede ir decantándose por escoger a los mejores entre los mejores para llevarlos a las labores de gobernación. Algo similar puede ocurrir con los Analistas. No considerados como los gurús empresariales de hoy día, sino como la ayuda indispensable para no errar en las apreciaciones y valoraciones que configuren los caminos a seguir. Esto solo será posible en el marco de grandes sistemas democráticos basados en una ciudadanía formada y humanista (no adocenada, ni hedonista y consumista sin más).
Por todo ello hay que saber cuestionarse qué queremos. ¿Nos encaminamos hacia la verdadera búsqueda de la Humanidad? Es preciso saber distinguir entre las fronteras actuales y las futuras. Lo que hoy apreciamos es el camino hacia los Derechos Humanos, la Democracia y el Progreso. Esto, en general, lo desea una parte abrumadora de la población mundial, es una especie de desiderata universal. En el Futuro próximo se pueden definir las expectativas de esas mayorías, que se orienten hacia unas formas humanísticas más rotundas.
¿Qué visiones del futuro podemos apreciar? Lo que hoy imagina la literatura, el cine, los medios, …., son visiones de un futuro que puede estar a la vuelta de la esquina. Si podemos imaginarlo, es que puede convertirse en realidad. Si lo que imaginamos es positivo y humanista, ese puede ser uno de los grandes caminos. Si lo que imaginamos es truculento, negro, negativo, también puede ser una de las vías de escape, especialmente para quienes se vinculan con el mal en todas sus formas. Es preciso ofrecer a las nuevas generaciones visiones del futuro de una forma positiva y constructiva, desarrollando un saber de la felicidad y no un conocimiento del miedo o del terror.
¿Y la tan traída y llevada globalización? No voy a desentrañarla, dado que se trata de una cuestión marcadamente recurrente y asumida conceptualmente. Esto nos llevaría, además, un espacio del que no disponemos. Lo que parece claro es que se produce para bien y para mal, para mal y para bien. Hay que procurar estar en el lado de lo positivo para todos y no para solo unos pocos. Ni atacar, ni defender. Hemos de comprender que estamos donde estamos y hay que jugar con las cartas que tenemos. Es, de momento, inevitable y en esencia moldeable según las necesidades de los seres humanos.
Sobre todos nosotros planea la tutela supranacional de la que nos hemos dotado. La ONU es una especie de garante o, al menos, cuidadora del bien para la Humanidad, en medio de un mundo cargado de peligros y conflictos. En la mayor parte de los manuales específicos (desde los de Historia a los de Sociología, Politología, Derecho, …) se nos ofrece la visión de una ONU que representa lo mejor que ha sabido urdir el hombre para salvaguardar la paz y los Derechos de las personas. Siendo esto así, en términos generales, también lo es que ha cosechado notables triunfos y acentuados fracasos. Contra sus detractores hay que enfatizar que sin una institución supranacional de este tipo, o similar, no sería posible una Hoja de Ruta para el futuro de la Humanidad. Alguien debe representar lo cuerdo y lo correcto. En sus diferentes organizaciones muestra y demuestra que es posible trabajar para las personas, por encima de otras consideraciones, y en medio de las limitaciones tales como el derecho a veto.
El mundo se encamina hacia la integración y hacia las acciones de reforzamientos, pero no hacia la disgregación. Esta, sin más, puede conducir a la pequeñez, la pobreza, la irrelevancia y, lo que es peor, a que un disgregado o segregado pequeño o mediano pueda ser barrido o colonizado, como minúsculo Estado por otros más fuertes, ya sea esto desde un punto de vista territorial, económico, o político. ¿Es pequeña una nación con unidades territoriales o administrativas como una provincia de las actuales en nuestro país, o con 3, 4, ….? Probablemente sí.
En cuanto a las características de las potencias emergentes, ¿qué son en la actualidad? Son en apariencia el reflejo y la concreción de indicadores económicos, pero algunas de ellas tienen enormes lagunas en cuanto a Derechos Humanos, libertades, disfrute de bienes, etc. Por respeto no pondré ejemplos, aunque están en la mente de todos. En cambio, deberán orientarse hacia un desarrollo uniforme, democrático, de Derechos Humanos y de Progreso. En términos globales, no se está produciendo así en determinados países. De aquí se deriva lo que será, es decir, precisamente esto que se apunta que deberían ser, a través de un nuevo humanismo, con rechazo hacia quienes no cumplan con estos requisitos o parámetros mínimos. Hoy es un buen momento para empezar a construir, tanto en este mundo que conocemos, en este planeta, como en todo lo que cabe por explorar desde la perspectiva del asalto al espacio que diversos países ya están preparando. Todo un nuevo mundo por descubrir.
El conferenciante fue presentado por el doctor y colaborador de Huelva Buenas Noticias Benito de la Morena, disertación que también os ofrecemos, a continuación:
Benito de la Morena. Ilmos. Académicos, Excmas. e Ilmas. autoridades civiles y militares, señoras y señores. Pretendo ser muy breve para no detraer el tiempo que se merece tan esplendido conferenciante.
Tuve el honor de conocer a D. José Domínguez León con motivo de su incorporación como Académico Correspondiente de nuestra Academia Iberoamericana de La Rábida, el pasado 21 de febrero, y recuerdo aún el rigor con el que expuso su conferencia sobre “La Constitución de 1978 y su contexto. Ensayo sobre la modernización de España y el agotamiento de la transición” y los mensajes subliminales que de ella se desprendían.
La casualidad le ubicó a mi lado en la cena posterior al nombramiento y ahí fue donde descubrí los enormes potencialidades intelectuales de nuestro catedrático en Geografía e Historia, tan capaz de discernir sobre un estudio a cerca de “la sociedad sevillana de la época isabelina “a través de su religiosidad”, tema éste que fue motivo de su tesis doctoral, como de someter a esa misma sociedad sevillana a un análisis grafológico para determinar su perfil “criminalista”, si fuera preciso, pues son materias que también domina nuestro Catedrático en Psicología y Pedagogía y profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales en la Universidad de Sevilla, además de experto en Seguridad.
Durante la cena percibí que estaba frente a una persona de mente perclara, incisiva y de una lógica tan profunda que me resultaba difícil de seguir en su desbordante magnitud. Hablamos del espacio, de la atmósfera, literatura, arte, filosofía, pedagogía, pues de todo sabía nuestro polifacético amigo que estrenaba Academia, y digo que él nos estrenaba, pues ya era miembro de la Andaluza de la Historia, la Exibilis de Portugal, la italiana Pascual II, además de Presidente de la Sección de Literatura del Excmo. Ateneo de Sevilla, entre otros merecimientos. ¡Qué honor! y ¡qué pesar! el haberle nombrado solo “correspondiente”, algo que ya ha corregido nuestra Junta de Gobierno, la cual le propondrá Académico de Número de la Iberoamericana de la Rábida para primeros del año próximo, si él se digna en aceptarnos.
A los postres y con un regate a lo Ronaldo, es decir, rápido y certero, mantuvo en la penumbra la respuesta a mis intencionadas preguntas sobre los temas de “orientación y estrategia” que el impartía a la policía y guardia civil. Con ello me estaba descubriendo la virtud de su prudencia, tal y como debe de corresponder a un asesor de nuestras Fuerzas de Seguridad.
Talento, templanza y tesón aplicadas al servicio de algo superior a lo mundano; un hombre sencillo y sin ego aparente que destaca por su modestia a través de su oratoria, cargada de un conocimiento que solo se puede albergar en las mentes más brillantes. Ese es nuestro invitado.
“Seguridad, inteligencia y hoja de ruta para el futuro” es el título de la conferencia que nos proyectará hacia el presente inmediato, basado en razonamientos deductivos y datos científicos, dentro de su compromiso por analizar los “Problemas Emergentes en Seguridad”, a través del uso de la lógica aplicada a un fin concreto.
Globalización, poderes fáticos, coyunturalidad, inteligencia y desarrollo humano, riesgos de las crisis socio políticas, económicas, pero también de valores, serán los ingredientes de este coctel geoestratégico, que estoy seguro sabrá también como aquél que nos tomamos después de la cena del día que nos conocimos y en la que me captaste como discípulo.
Querido “maestro”, querido amigo, un placer recibirte, un honor presentarte y un deleite será volver a escucharte. Gracias por aceptar nuestra invitación. Señoras y señores, con ustedes D. José Domínguez León. Huelva, 11 de diciembre 2013
Benito A. de la Morena, Vicesecretario Academia Iberoamericana de La Rábida.
