Vecinos de Rociana salvan la vida gracias a las revisiones preventivas contra el cáncer que un paisano les empuja a realizarse

Ana Rodríguez. Antonio Rodríguez es un jubilado de Rociana del Condado que inició hace cuatro años una cruzada contra el cáncer en su pueblo natal. El onubense creó, junto a algunos amigos, la Asociación Rociana contra el Cáncer (Aroca), cuya principal particularidad es que costea pruebas preventivas de esta enfermedad a todos los vecinos de la localidad que acuden a ella, sean o no socios de la misma.

Para entender la labor de Rodríguez hay que ahondar en su pasado. “Yo era carpintero hasta que mi mujer, Carmen, enfermó. Con 32 años le detectaron una leucemia y entonces dejé la carpintería y me dediqué al negocio familiar, la construcción, para poder estar más en casa. Al cabo de cinco años y medio ella falleció y entonces empezó mi lucha por ayudar a los demás”, narra el onubense.

Cuando dejó de trabajar y sólo le quedaba disfrutar de sus dos hijos y de sus nietos, Antonio Rodríguez decidió que era el momento propicio para hacer algo más, surgiendo así Aroca en junio de 2009.

A través de la Asociación, a los rocianeros se les practican diversas pruebas en centros privados a fin de descartar distintos tipos de cánceres. En este sentido, Rodríguez indica que “todas las pruebas son preventivas, para poder pillar la enfermedad a tiempo en caso de que la haya. Con nosotros colaboran centros y médicos de diferentes especialidades, concretamente Cedico lo hace con las mamografías y las ecografías, Cerco en temas de radiología, luego está el otorrinolaringólogo Pablo Muñoz Cariñanos, el urólogo Antonio Ramírez Mendoza y finalmente los laboratorios Batista Márquez de Moguer”.

Pero el onubense no sólo gestiona y organiza estas visitas médicas, sino que también acompaña a sus vecinos cuando acuden a ellas. “Alquilamos un vehículo y vamos a Huelva o a Sevilla, en función de las pruebas que se vayan a hacer. A todos los socios se les practica una revisión de cada cosa al año o cada dos años, cuando le toque. Gracias a estas actuaciones preventivas hemos salvado la vida de varias personas del pueblo, tres de ellas en fase de alto riesgo, con un cáncer de útero y dos de mama que, afortunadamente, hemos cogido a tiempo y ahora están bien”.

Cuando los resultados de las pruebas están listos, Rodríguez los recoge, para evitar a sus vecinos nuevos desplazamientos, y va casa por casa entregándolos en mano –cerrados, por supuesto- y preocupándose por el estado de salud de todos sus paisanos.

El rocianero puede presumir de que en los años que lleva funcionando Aroca, ninguno de sus socios ha fallecido a causa del cáncer, todo un logro del que su impulsor puede sentirse orgulloso. Además, su trabajo por el bien de la comunidad lo ha hecho muy famoso en Rociana, donde lo toman por “un santo”.

Según atestigua una vecina de la localidad, “recientemente a mi tía le han detectado un cáncer de mama. Fue en una de las revisiones a las que nos trae Antonio y gracias a eso la van a poder operar y podrá recuperarse. En el pueblo todo el mundo lo quiere, va por la calle y va parando a las mujeres y preguntándoles si se han hecho ya el chequeo. Hace una continua labor de concienciación”.

En la actualidad, la Asociación cuenta con cerca de 500 miembros a los que no se les pide una cuota fija “sino que cada uno aporta lo que puede, unos más y otros menos, pero a todos damos servicio porque en nuestros estatutos se recoge que a todo aquel rocianero que nos pida ayuda debemos dársela”, afirma el impulsor de Aroca.

Así pues, la fuente de financiación de la entidad son las aportaciones de sus socios, las colaboraciones que recibe de diversos organismos, como el Ayuntamiento de Rociana que, según Rodríguez, “nos ha apoyado muchísimo desde el principio”, y las actividades que organizan de forma recurrente, ya sean cenas o espectáculos musicales, incluso llegaron a grabar un disco con la colaboración de cantantes locales.

La próxima cita que están planeando para recaudar fondos tendrá lugar el 27 de febrero y, como indica el onubense, “estamos negociando con grandes artistas como Regina, que además es paisana nuestra, Argentina y Arcángel, para ver si conseguimos que colaboren desinteresadamente con nosotros”.

Como ha quedado demostrado en otras ocasiones, los vecinos de Rociana y de los municipios de alrededor acuden a estos eventos y participan activamente, pues aúnan un buen fin con un excelente espectáculo. “Otro años hemos traído a artistas de Se llama Copla, como a Álvaro Díaz, con el que llenamos el salón. No cabía un alfiler”, destaca Rodríguez.

En el afán de este rocianero está abarcar más territorio y llevar la labor de Aroca o otras localidades como Bonares, Bollullos o La Palma, “aunque por ahora es imposible porque no nos llega el presupuesto”, lamenta.

Sin embargo, Antonio Rodríguez seguirá luchando para “que a nadie le pase lo que me pasó a mí”, afirma apelando al recuerdo de su esposa. Su trabajo desinteresado continuará salvando vidas y fomentando el amor que ya profesan sus vecinos a este buen samaritano.