Juan José Mancheño, un reconocimiento a una forma diferente de tratar a los pacientes, de ofrecer las claves para ser feliz

Mari Paz Díaz. Juan José Mancheño es uno de esos onubenses a los que no les da miedo el trabajo, más si supone un beneficio para los demás. Todo lo contrario. Lleva toda una vida ayudando a las personas a ser más felices, siendo pionero en la aplicación de técnicas de relajación a través del método denominado mindfulness, que consigue grandes resultados en sus pacientes.

Por este motivo, a pocas personas les ha extrañado que la Federación Andaluza de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes-Andalucía) le concediera este año su galardón regional en la modalidad de Profesional de Reconocido Prestigio. 

Mancheño recogía el premio el pasado mes octubre en Sevilla, en un acto enmarcado dentro del programa de conmemoración del Día Mundial de Salud Mental, «por su compromiso personal y la labor que viene desarrollando en la provincia de Huelva, por haber contribuido a informar, formar y comprometer al resto de profesionales de la salud mental«.

A pesar de ser el coordinador del Área de Salud Mental de Huelva, el reconocimiento le ha llegado por sorpresa. «Para mí ha sido completamente inesperado», nos comenta.

Sin embargo, los hechos, los logros no llegan por casualidad. Siempre son el resultado del trabajo, del esfuerzo y, como en este caso, de una labor desinteresada. Un camino que Juan José Mancheño inició prácticamente desde su juventud, de ahí que hayamos querido compartir con él cómo ha sido su vida. Un recorrido que nos ayudará también a comprendernos un poco mejor a nosotros mismos. 

La historia de este psiquiatra es curiosa porque, en un principio, no se inició en esta rama. Juan José Mancheño estudió Medicina en la Universidad de Cádiz. Tras terminar la carrera en el año 1982 hizo el Servicio Militar y, después, comenzó en Atención Primaria, llegando a trabajar en la Escuela Náutico Pesquera de Huelva.

«Al principio no tenía claro qué especialidad hacer«, nos comenta, pero pronto resolvió sus dudas porque todos sus compañeros le comentaban que trataba de una forma especial a los pacientes, que le gustaba escucharlos, de ahí mi interés por la salud mental».

Por ello, en 1991 se marchó a estudiar Psiquiatría a Granada. Cuatro años después, en 1995, comenzó a trabajar en Jerez y, de ahí, pasó a la Unidad de Salud Mental de Aracena, desde donde se marcharía a Valverde del Camino. En el municipio valverdeño permaneció hasta que en 2009 vino a Huelva. La responsabilidad como Jefe de Salud Mental la ostenta oficialmente desde 2012, aunque desde 2010 venía ejerciendo como tal.

El punto de inflexión en su trayectoria se produce en Valverde del Camino, donde Juan José Mancheño ejercía de psiquiatra. Fue allí donde los familiares de sus pacientes le pidieron que impartiera cursos para formar en una forma distinta de tratar a los pacientes. La clave era que Mancheño estaba aplicando una novedosa técnica de meditación oriental llegada desde Estados Unidos que estaba dando muy buenos resultados. Su nombre, mindfulness. Un proyecto que se basa en la idea de que la inteligencia emocional está relacionada con la toma de conciencia de las emociones, apostando por la tolerancia y la aceptación de la situación personal de cada uno para mejorar su calidad de vida. Este revolucionado método daba muy buenos resultados entre los pacientes.

El primer contacto de este médico con las técnicas de relajación se produjo en los años ochenta en Cádiz, «algo que no te enseñaban en ningún sitio, ya que todos se basaban en los métodos tradicionales». Y, de hecho, muchos profesionales eran reacios a su aplicación en un principio, pero los resultados evidentes en problemas de estrés o ansiedad, al restablecer el equilibrio entre cuerpo y mente de la persona, han ido animando a otros médicos a aplicarlo.

Por este motivo, cuando Mancheño recibió la petición de los valverdeños para que extendiera su ayuda no tuvo ninguna duda. «Fue un apoyo que realizaba con mucho gusto y que continué manteniendo cuando me viene a Huelva. Es más, la colaboración se fue incrementando con mayor frecuencia, por ejemplo en las jornadas que Feafes tienen cada año».

No en vano, los cursos centrados en el mindfulness de Mancheño siempre han tenido mucho éxito. Gracias a sus cursos, Juan José Mancheño no sólo ostenta el título de ser pionero en la aplicación de estas técnicas de relajación, sino también en haber ayudado a su extensión en la provincia. Porque entre los profesionales del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva ya son conocidos sus talleres de inteligencia emocional y relajación, que contribuyen a la humanización del trato con los pacientes.

Un análisis a la situación de la salud mental de los ciudadanos en la actualidad. Aprovechando nuestra entrevista, hemos querido conocer un poco mejor cuáles son los principales problemas de los onubenses. Los más frecuentes son la depresión, la ansiedad, los miedos y el pánico.

Los trastornos depresivos suelen aparecer en la segunda o tercera década de la vida de una persona, personas que suelen tener episodios depresivos a lo largo de su vida. Es más, el 50% de las personas tiende a recaer y, a veces, tiene que recurrir a la medicación.

La ansiedad es un problema que afecta sobre todo a las personas que tienen éxito, porque el ego de cada persona le obliga a estar bien, a ser exigentes todo el tiempo, es decir, «están en tensión siempre, por lo que sometemos a nuestro cuerpo a un continuo estrés», nos explica este psiquiatra, que considera que un poco de tensión es bueno, pero también hay que relajarnos.

Los problemas mentales que suponen el verdadero caballo de batalla son la esquizofrenia y el trastorno bipolar, una situación que afecta a toda la familia.

En general, este psiquiatra afirma que en la vida de cualquier persona es fundamental la infancia, puesto que «el recién nacido establece vínculos desde un principio con las personas que le rodea. Y si nosotros nos relacionados con las personas, con el mundo, de una determinada forma, incluyendo nuestros conflictos y nuestra forma de ser, por lo que se lo transmitiremos también a ese niño. Por eso, nuestros hijos aprenderán lo mismo, como nosotros lo aprendimos de nuestros padres».

Entre los principales problemas de la sociedad actual, a Mancheño le ha sorprendido comprobar en su consulta los enormes problemas de comunicación que existen, muchas veces dentro de los propios matrimonios. Un problema que afecta especialmente a las mujeres. De hecho, el 60% de los pacientes que acude a psiquiatría es mujer, que suele tener problemas como consecuencia de esa falta de comunicación.

Es una situación que afecta sobre todo a partir de los sesenta años, especialmente a mujeres casadas con hijos mayores. El motivo no es otro que la mujer siempre ha tenido una función que cumplir desde que nace, primero hija, luego mujer y, por último, madre. Entonces, cuando los hijos se marchan se encuentran en un momento de su vida que no sabe qué hacer.

Es un problema que afecta mucho menos al hombre, porque suele tener una vida más independiente al haber tenido un trabajo fuera de casa, sin olvidar que los hombres son más pragmáticos y la mujer, más sentimental.

Por otra parte, el incremento de los divorcios y separaciones de matrimonios ha provocado que hayan aumentado los casos infantiles en la consulta de Salud Mental. O las chicas jóvenes, que acuden con trastornos alimenticios, porque tienen idealizadas a modelos que ven en las revistas, cuando no se dan cuenta que esas personas pueden tener graves problemas, vidas desestructuradas en algunos casos.

Otro problema que sorprende a Mancheño es que la gran mayoría de las personas a las que atiende no sabe lo que es la frustración: «Creen que es enfado, cuando en realidad es un sentimiento que se produce cuando no ocurre algo que esperamos».

Para este psiquiatra, la sociedad no encuentra la felicidad porque «estamos acostumbrados a tener de todo frente a la realidad de nuestros padres, que tenían una cultura destinada a la superviviencia». Es más, el sistema actual está creando una serie de patologías nuevas, porque está presuponiendo necesidades que realmente no hacen falta, pero que están ahí para incentivar el consumo. La consecuencia es que «la gente se mata trabajando para comprar cosas que realmente no puede disfrutar», concluye.

El jefe de Salud Mental nos enseña que «el ego nos obliga continuamente a hacer cosas que tienen reconocimiento, cuando hay que tener en cuenta lo que eres, no lo que tienes. Y debemos aprender a valorarnos a nosotros mismos». Ese mismo ego, explica Mancheño, es el que nos hace considerar que somos los que tenemos más problemas que nadie o, bien, que nuestro problema es peor que ninguno, «porque nosotros sólo vemos o sentimos el nuestro, no el de los demás».

Todo ello en una sociedad que nos ha enseñado a esconder cuando somos felices, porque puede provocar recelos en los demás. Incluso, el ego a veces hace que la gente se escude en el victimismo, haciéndose las víctimas con derecho a comportarse de cualquier forma, justificando sus actuaciones, puesto que consideran que «tienen derecho a comportarse así por su situación».

Pasado y futuro. Otra de las cuestiones que influyen negativamente en el ser humano a la hora de encontrar la felicidad está en pensar constantemente en el pasado, «una etapa que consideramos que nos debe algo, cuando lo pasado, pasado está», comenta este médico, que también llama la atención sobre la preocupación constante por el futuro, en lo que vendrá, cuando no se puede predecir y estamos siempre adelantando o temiendo hechos determinados».

Y el método de mindfulness ensaña a centrarse en el presente, que es el único tiempo que existe, pero también «te enseña que los sentimientos nacen y mueren, por lo que tenemos que aceptar la cosas como son». Es una forma de pensar que procede de Oriente, que se centra en desear el bien y la paz al otro.

Para terminar, Juan José Mancheño se muestra optimista, apuesta por la psicología positiva, que considera que «el cambio es ahora». Además, para el psiquiatra, «el ser humano siempre ha superado todas las dificultades. La prueba lo encontramos en la época de crisis económica actual, en un momento difícil, que la gente se vuelve más solidaria e intenta ayudar a los demás».

Es una buena forma de finalizar esta entrevista a este médico onubense que ha sido reconocido a nivel andaluz con el Premio de Feafes-Andalucía por su implicación desinteresada con esta organización en la que es voluntario en los programas de formación de las familias y los usuarios, habiendo propiciado la creación de grupos familiares y de autoayuda.

Juan José Mancheño y el equipo de profesionales de Salud Mental de Huelva colaboran también en las jornadas que la federación onubense organiza cada año, sin olvidar que es un ejemplo claro de que es posible ejercer la profesión de una manera cercana. Y así lo demuestra también con su colaboración con otras organizaciones onubenses, como el Teléfono de la Esperanza.

El psiquiatra Juan José Mancheño coordina toda la red de recursos asistenciales relativos a la salud mental de la provincia, en una estrategia de mejora de la atención a las personas con enfermedad mental que inició su andadura en 2010 y propició la constitución en Huelva de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental, la única de estas características que se ha puesto en marcha en el sistema sanitario público andaluz  y que garantiza la continuidad de la asistencia al paciente.

Razones más que suficientes para poner de manifiesto que este psiquiatra onubense es todo un ejemplo a seguir.