M.C.G. El cobre es desde tiempo inmemorial un metal que se identifica con Huelva. Todo se basa en esa realidad geológica definida por la singular faja pirítica que ocupa una parte relevante de nuestra provincia. La extracción del mineral y su procesado han influido de manera notable en el desarrollo económico y en aspectos antropológicos que han ido marcando la identidad onubense. En particular, la vertiente industrial y portuaria de la capital tiene su origen en mayor medida en este sector en el que siempre se ha destacado internacionalmente.
Una colectividad correspondiente a un territorio suele sentirse orgullosa por muy diversos hitos. Un equipo de futbol, un nativo triunfador en las artes o en la literatura, una asociación distinguida en el panorama cultural o social, o un atleta del lugar sobresaliente, por poner algunos ejemplos. Y en este abanico bien podríamos considerar a unos agentes que son fundamentales en la economía, las empresas. Una empresa radicada en un territorio puede ser sin duda motivo de orgullo y satisfacción para los habitantes del mismo. Razones múltiples pueden justificar la identificación en términos de pertenencia por valores y actuaciones sobresalientes.
Niveles de producción, eficiencia, acciones de responsabilidad social, bienestar laboral, investigación y tecnología. Son así mismo ejemplos de atributos en los que las empresas se pueden distinguir y hacer que la propia población del lugar donde radique pueda sentir como suyos esos éxitos sectoriales o globales. En una provincia como la onubense tenemos, precisamente en el sector del cobre, a Atlantic Copper, que es la empresa con sede operativa y fiscal en Andalucía en lo más alto del ranking de facturación. Hecho especialmente relevante si tenemos en cuenta que, lamentablemente, la provincia de Huelva está a la cola de las andaluzas en número de empresas.
En su propio nombre destaca esta firma al cobre, que es lo que produce -además de ácido sulfúrico como resultante del proceso de refinado de aquel, y otros metales en cantidades relativas mínimas- en dos líneas operativas. Una de ellas es la fundición, tradicional desempeño que se remonta miles de años en su origen como actividad local en Huelva y provincia. La otra línea es la de la planta de electrolisis.
El cobre es el tercer metal más utilizado del mundo, después del hierro y el aluminio. Y se utiliza principalmente en industrias altamente cíclicas como la construcción y la fabricación de maquinaria industrial, siendo la electrificación su segundo mayor uso a nivel mundial. Su relevancia estratégica nos da una idea de la importancia de contar en Huelva con una industria de este ramo y con tal envergadura.
Más del diez por ciento de la actividad del Puerto de Huelva en términos económicos se deriva de la actividad de Atlantic Copper. Alrededor de trescientos buques al año transitan para traer concentrado de cobre destinado a su refino o llevar al exterior productos terminados de la fábrica onubense. 
Hasta catorce exigentes certificados de carácter internacional en materia de gestión medioambiental, de seguridad, de eficiencia energética, de responsabilidad social y otros aspectos esenciales, acreditan externamente una excelencia en la gestión y cumplimiento normativo que puede ser, así mismo, motivo de orgullo y satisfacción para los onubenses.
Por todo ello esta firma onubense, de capital norteamericano, tiene una larga lista de premios y reconocimientos. Es la consecuencia de enfocarse a ese triángulo de la sostenibilidad determinado por pretender con éxito ser económicamente viable, socialmente beneficiosa y medioambientalmente responsable. Y todo conectado con el término cobre, tan tradicionalmente onubense.
