José Manuel Alfaro/ Sección de ficción Cuaderno de Muleman. Te encuentras perdido, no encuentras tu camino, el GPS del teléfono te ha llevado por lugares insospechables, eres adicto al chocolate rosa, estas en un momento en el que no sabes que hacer en los próximos cinco minutos, te cuesta deshacer la maleta cuando vuelves de viaje, sabes de dónde vienes, pero te cuesta decidir a dónde vas, tienes dudas de la existencia de tu propia existencia, crees en los cerdos ibéricos voladores, a veces la vida te parece más plana de la cuenta, la política te interesa solo cuando tienes hambre, tomas yogures desnatados para cenar, recurres a tu cuñado cuando tienes un problema existencial, a veces sientes que la luna está demasiado cerca de ti, eres de los que te haces el fuerte y no te echas crema solar el primer día que vas a la playa, lees la letra pequeña de los folletos publicitarios, sientes el impulso de buscar en el contenedor de basura cuando pasas junto él, te has planteado alguna vez hacer un curso de reclamos para patos, te agobia pensar en lo que nos deparará el próximo milenio, eres de los que te martirizas tirando chinchetas en el salón de casa, crees en los milagros de los Santos, tienes la sensación de que todo el mundo que te conoce piensa que eres la persona más guapa del mundo, esperas a que se te encienda la luz de la reserva del coche para llenar el depósito, crees vivir en una especie de línea temporal espacio tiempo diferente a la que vive tu hijo adolescente, te has llevado un bolígrafo del trabajo sin decir nada, escribes a escondidas, eres alérgico al color blanco, eructas sin ganas, sientes que tu vida tiene un límite infinito, la gente te conoce por el nombre de tu hermano, crees que las cosas no son lo que parecen, no sientes que tu sobrino te quiera mucho, te gustaría montar a caballo pero eres alérgico, ver un gato lamiéndose te produce ansiedad, odias la espuma de la cerveza, desconfías de la gente que bebe vino y refrescos, eres de los que piensan que el diablo es hijo único, de chico te caíste de la cama, todavía piensas que los niños no vienen del hospital, esperas a terminar de cenar para opinar sobre temas delicados, cuando hace calor te mojas los pelos de las cejas, entras en la Iglesia de espaldas, se la tienes jurada a alguien que es ateo, te molesta una mosca muerta sobre la mesa, dudas de la eficacia de la vacuna de las paperas, hubo una época en la que te dio por cantar bajo la ducha, te regalaron un marco de fotos de plata para tu comunión, cuando te duele la cabeza crees que es porque te está creciendo, crees en el efecto cósmico de la radiación alienígena, has hecho la vida imposible a un escarabajo pelotero en la playa, has visto alguna vez doble y no se lo has dicho a nadie, no soportas a la gente que hace ruido cuando come caracoles, nunca chuparías la cabeza de una gamba de una amigo o a amiga, conduces creyendo que algún día lo harás por una carretera totalmente recta, te miras al espejo y solo te ves a ti mismo, no te ves cagando en el váter de un discoteca, serías incapaz adoptar un lince ibérico, no te ves comiendo jamón ibérico dentro de treinta años, cuando ríes no abres la boca para que no se te vean los empastes de plata de tu boca, eres la perfección en verso, reencarnarse en un ornitorrinco sería lo único que no desearías para tu mayor enemigo, te cuesta respirar al aire libre, has tenido un mal día y lo has puesto en el estado de tu teléfono, tienes miedo a que el norte magnético deje de ser norte y magnético, no valoras lo suficiente el tener dos piernas y te gustaría tener otra, has pensado alguna vez en dimitir de algo porque llevas unos días que no te da la vida, pues para todas estas personas un colectivo de vecinos y vecinas de la localidad de Corteconcepción ya está trabajando para construir en la provincia, la primera área de estacionamiento mundial de búsqueda del yo, donde encontrarte a ti mismo interiormente, exteriormente y ver Corteconcepción como si fuera el paraíso.
