José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘El cuaderno de Muleman’. La quinta revolución llega a Puerto del Moral después de sus cuatro revoluciones industriales. La Primera que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII y que se extendió unas décadas después a gran parte de provincia y en la que se vivió durante ese periodo el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la localidad desde el Neolítico y en la que se pasó de una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.
La segunda revolución que comenzaría antes de la Primera Guerra Mundial y que consiguió nuevas innovaciones técnicas centradas en nuevas fuentes de energía y materiales como el acero y el petróleo; nuevos sistemas de transporte y comunicación que afectaron al factor trabajo, al sistema educativo y científico, además de al tamaño de la gestión de las empresas. Comenzado así la denominada primera globalización, que supuso una progresiva internacionalización de la economía panzarruca.
Pero si hubo un hito que marco la sociedad contemporánea de Puerto Moral, fue la tercera revolución en el siglo XXI con el avance de las tecnologías de las comunicaciones, junto al gran desarrollo y uso de Internet, así como el de las energías renovables, a lo que podríamos llamar también “Tercera Revolución Tecnológica” y a la que le seguiría la cuarta revolución industrial, también conocida como Industria 4.0 y en la que nos encontramos. Una etapa que se caracteriza por la fusión de tecnologías, que ha conseguido desintegrar las fronteras entre las esferas física, digital y biológica y que dará paso a esta quinta revolución industrial o cuántica del agua como se ha denominado a este nuevo punto de inflexión que nacerá en Puerto Moral.
Una quinta revolución en la que ha sido determinante el embalse de Puerto Moral o ‘El Pantano’ como se le conoce, situado a cinco kilómetros del núcleo urbano, en el paraje conocido como” Las Barquerillas’, un embalse que a día de hoy es uno de los principales recursos turísticos del municipio, que cuenta con equipamiento y en el que se puede disfrutar de la pesca deportiva, la natación, la navegación sin motor, la observación de las aves acuáticas o simplemente caminar o recorrer en bicicleta los senderos que lo rodean.
Un lugar que habría sido el elegido para las primeras pruebas para un experimento que podría convertirse en un hito de la ciencia y la tecnología equiparable a la construcción de la primera máquina del vapor, el primer vuelo de un avión, internet o la producción en serie del primer corazón transgénico de un cerdo ibérico de la próxima década en las dehesas de la sierra.
Todo el mundo es consciente, de que existe un gran problema hídrico que se convertirá en una catástrofe, si no hay aportes de agua a las cuencas de agua que llenan los embalses que nutren los grifos de los ciudadanos y la sed de los cultivos intensivos de frutos rojos. Todo el mundo es consciente de que mientras el norte presume de superávit de agua, el sur recoge la llovizna de unas lluvias que no terminan de producirse con la intensidad necesaria como para satisfacer ese déficit de agua que lleva años produciéndose.
Pero todo esto puede cambiar con este experimento hídrico cuántico, que hará posible trasvasar agua del rico norte al sur pobre en segundos y todo gracias la ciencia que podría hacer posible con este experimento la creación de un flujo invisible de agua capaz de transportarla de un punto a un punto b, desde los embalses que abren sus compuertas porque ya no tienen más capacidad para almacenar agua a los esquilmados como los de Puerto Moral.
Si este flujo invisible de agua, como el de la electricidad, pero de forma inalámbrica se produjera con éxito el experimento, Puerto Moral se convertiría la primera localidad del mundo con un embalse con aporte de agua cuántica. Un hito para el solo quedaría resolver dos preguntas, cuántica agua sería necesaria para terminar con eso campos sedientos de frutos rojos y cuántica agua se necesita para que los municipios de la Sierra dejen de tener restricciones de esa agua potable esencial para la vida de sus ciudadanos.