Redacción. La alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda y Carmen Vázquez, presidenta del Comedor Social Virgen de la Cinta, han firmado el convenio de colaboración que supone la renovación de la subvención anual que mantiene el Ayuntamiento de Huelva desde hace décadas con esta institución. Un acto protocolario que la primera edil ha aprovechado para “reconocer la labor inestimable que realiza en la ciudad esta asociación asentada desde hace 40 años en la barriada del Molino de la Vega”.
Miranda ha llamado la atención, calificando “de admirable el trabajo que hacen unas voluntarias que dedican su tiempo a mantener vivo un comedor que atiende a una media de 150 hombres y mujeres que acuden diariamente a sus puertas por encontrarse en umbrales extremos para cubrir la necesidad básica de comer”. De esta forma, la alcaldesa ha señalado que “el Ayuntamiento de Huelva no puede dejar de apoyar a una entidad especialmente querida por la sociedad onubense, porque su mantenimiento depende de los ciudadanos, de las cuotas de los socios y los voluntarios que se implican cada día para que la ciudad pueda disponer de este servicio destinado a quien más lo necesitan”.
De esta forma, con la renovación del convenio, el Ayuntamiento de Huelva reafirma el compromiso, confirmando el reconocimiento y el apoyo al comedor social.
Por su parte, Carmen Vázquez, tras agradecer el apoyo municipal ha recordado que “la principal fuente de financiación del Comedor Social ‘Virgen de La Cinta’ son los socios benefactores, porque se trata de ingresos fijos, por lo que además de estas partidas de carácter extraordinarias, necesitamos mantener el apoyo de la sociedad onubense, de los ciudadanos”.
El Comedor Virgen de La Cinta lleva desde 1983, conviviendo en la barriada del Molino de la Vega y atendiendo, principalmente a personas transeúntes e inmigrantes aunque desde la pandemia ha cambiado el perfil de los usuarios, ya que en este periodo se han incrementado las familias, más allá de personas a nivel individual. Sin embargo, como apunta la presidenta “es complicado establecer un perfil del usuario del Comedor Virgen de La Cinta, porque nuestras puertas están abiertas para cualquier persona que tenga hambre, sin necesidad de registro, inscripción previa o identificación alguna”.