HBN. El despacho Abogados Cebrián especializado en divorcio express y procesos de derecho familiar de naturaleza amistosa apuesta firmemente por la prevención de conflictos y divorcios.
Según apunta el bufete, la mayoría de los divorcios se podrían evitar, especialmente los conflictivos. En las familias quienes son más vulnerables y se debe proteger prioritariamente es a los niños, a los que se les debe de ofrecer un ambiente familiar seguro y sin tensión.
Desafíos en las relaciones familiares y la importancia de la abogacía preventiva
En ocasiones las relaciones familiares, tanto juntas como separadas, son muy tensas y limitan o incluso impiden que se desarrollen adecuadamente las relaciones familiares de manera normalizada, funcional y saludable.
Abogados Cebrián es el primer despacho de derecho de familia que ha apostado por el asesoramiento preventivo, no sólo durante el matrimonio, sino antes del matrimonio con asesoramiento prematrimonial y en cualquier tipo y momento de las relaciones familiares, que cada vez son más plurales y menos etiquetadas y encorsetadas.
La realidad de los matrimonios idealizados y la necesidad de conocimientos jurídicos
Un gran porcentaje de los matrimonios que se casan lo hacen de manera parcial o totalmente idealizada. Sin saber sus derechos, obligaciones y responsabilidad familiar derivadas de las vinculaciones matrimoniales que se van construyendo.
Además de la abogacía preventiva, siempre existirán fricciones que deberán de ser solucionadas con mediación y entendimiento. En ese momento es donde entra en juego el gran papel que en el futuro debe de potenciarse con la abogacía colaborativa.
Promoviendo una visión humana y amable de la abogacía
Abogados Cebrián quiere promover que cuando una persona tiene un motivo de controversia con otra, que la frase “te va a llamar mi abogado” no siga siendo en la mayoría de los casos una frase imponente o incluso intimidatoria que tiene la intención de que la parte contraria que lo escucha tienda a sentir miedo o inseguridad.
Tenemos que cambiar la mentalidad hacía una visión más humana y amable de la abogacía, en la que la sociedad y la propia abogacía tienda a mostrar una visión más cercana y humana en la que cuando una persona le diga a otra “te va a llamar mi abogado” se entienda como un alivio, como una cuestión muy positiva, pues un experto desde el punto de vista profesional intentará llegar a un acuerdo en primer término.
Si es necesario, por desgracia, es evidente que habrá que interponer un proceso contencioso cuando no quede otro remedio, pero no podemos seguir yendo al abogado tarde, sólo cuando ya tenemos problemas en vez de intentar adelantarnos y prevenirlos, y que después los ciudadanos y los propios abogados no muestran una tendencia tan mediadora como se podría.
La inmensa mayoría de las controversias se podrían solucionar con un acuerdo. Si dos personas tienen una controversia y van a un abogado cada una de ellas para intentar solucionar la situación, si las personas y los profesionales mantienen una actitud conciliadora, todas las controversias podrían solucionarse sin juicio ahorrando tiempo, dinero y enfrentamiento a las partes.
La complejidad de las relaciones familiares y la abogacía colaborativa como solución
En derecho de familia se mezcla lo jurídico y lo sentimental y es por ello que en ocasiones no es fácil separar una cosa de otra, se entremezcla, y los acuerdos jurídicamente viable no son posibles por no haber sabido separar la parte emocional en la que ambas partes lo están pasando mal por la ruptura.
Si bien es cierto que el divorcio no es un capricho, sino una necesidad, gran parte de los divorcios se podrían evitar, especialmente los tensos y conflictivos que son los que crean mayor impacto y daño familiar en todos los miembros de la familia y muy especialmente en los niños.
La abogacía colaborativa puede hacer posible que dos personas con una controversia se sitúen adecuadamente en una posición tendente y propicia al entendimiento y que los profesionales no tengan como única finalidad proteger o salvaguardar los derechos de su cliente o los intereses de aquello que les solicita. Se puede enfocar de una manera global, de manera razonable y con sentido común tendente a beneficiar a todos, pues siempre es comparable, sin que tenga que ganar una parte y perder la otra, pues en familia la prioridad es proteger y beneficiar a los niños por encima de los intereses de los adultos en un divorcio que puede estar muy condicionado por las rencillas de la separación.
Autonomía familiar y consecuencias de decisiones
La abogacía colaborativa y preventiva puede conseguir que las familias sean más autónomas en las decisiones del día a día pues conocen sus derechos y obligaciones y por tanto las consecuencias de sus decisiones en atención a sus responsabilidades y vinculaciones familiares.
Tomar decisiones antes de conocer las posibilidades, alcance y consecuencias de las mismas, puede suponer que las malas decisiones ya en sí mismas provoquen un problema y controversia potencial futura, ya sea provocando o contribuyendo al malestar que acaba en conflicto o en divorcio.
El rol educativo de la abogacía en la sociedad
La abogacía ya tiene conocimientos excedentes, la prioridad es trasladarlos de una manera accesible a la ciudadanía para que no necesiten ir al abogado cada vez que tienen un problema, sino que en la medida de lo posible tengan independencia y conciencia de la repercusión jurídica de sus relaciones familiares y así con asesoramiento constante tendente a la prevención y el entendimiento no lleguen a existir controversias o de existir, sean de menor tensión y complejidad.
Hay una gran parte de los divorcios que se podrían evitar si los esposos tuvieran mejores conocimientos jurídicos pues serían conscientes de cómo desarrollar sus relaciones familiares. Esto unido al asesoramiento colaborativo cuanto hay un problema, supone que la gran mayoría de controversias familiares se pudieran evitar o resolver.