José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘Cuaderno de Muleman’. En los próximos días se conocerán los detalles de la amnistía que está preparando Aljaraque y que se espera sea pionera en el ordenamiento jurídico municipal y la primera de este tipo en la provincia, que permitirá que se den al olvido ciertos hechos, invaliden toda condena, los amnistiados recobren la libertad y vean restituidas las multas y gastos abonados al erario. Y todo bajo la justificación de la utilidad que pueda tener para la sociedad el olvido de ciertos hechos con el objeto de extinguir la acción pública, crear las condiciones propicias para alcanzar acuerdos de paz y favorecer la reconciliación en el municipio.
Una palabra, amnistía, que proviene de la voz griega y que está compuesta por a de privativa y de memoria, es decir, sin memoria u olvido mutuo y general de las cosas pasadas. Un nombre que se dio por primera vez en la ley que hizo Trasíbulo (455 a. C.-388 a. C.) un general ateniense y líder de la facción democrática de Atenas, que con esta medida hizo que la República recobrara la paz y la libertad. Una amnistía que, a diferencia del indulto, que extingue la responsabilidad penal actuando sobre la pena derivada de un delito, actúa sobre el delito mismo teniendo carácter retroactivo y extinguiendo cualquier responsabilidad penal o civil y anulando los antecedentes penales sobre todos los que cometieron ese delito y no sobre individuos concretos, mientras el indulto supone el perdón de la pena a una persona en concreto, la amnistía conlleva el perdón del delito a una pluralidad.
Una amnistía que iría más allá de un acto administrativo y para la que sería necesaria una ley municipal que contemplaría la extinción de los antecedentes penales en el caso de sentencias firmes, así como la exculpación automática de las personas que se encontraran en ese momento en proceso de ser juzgadas por el municipio, una ordenanza o ley que en este caso concreto no estaría pensada solo para delitos políticos, sino para los de otra índole como los que se llevan produciendo desde hace tiempo.
Aljaraque se prepara por tanto para afrontar una los procesos más generosos que una democracia puede acometer, aun sabiendo que esté no va estar exento de controversia y que incluso puede suponer una peligrosa polarización entre aquellos ciudadanos y ciudadanos que se muestren a favor de esta medida recogida en el ordenamiento jurídico de la localidad y aquellos que la ven como una concesión inasumible que podría sentar un precedente para otros colectivos del municipio para los que no está pensada esta ley que busca un punto de partida para el entendimiento.
Se abre por tanto un tiempo para que la sociedad aljaraqueña y el gremio de los falsos autónomos de reparto de comida rápida de las plataformas de delivery mas importantes, los conductores de las agencias de transportes de pequeña paquetería, los autónomos de las subcontratas de los merkatplace de internet con más peso en el comercio online que trabajan catorce horas al día, los repartidores adolescente de pizzas que se juegan la vida en sus motos esquivando coches y circulando en sentido contrario, los butaneros del camión parlante, los albañiles que cortan las calles sin previo aviso para echar hormigón, los padres de los escolares que dejan todas las mañana a sus hijos e hijas en la escuela mientras aparcan en doble fila o los capataces de las tronos de Semana Santa y alcaldes de carretas de romerías un nuevo tiempo que terminaría con una amnistía que supondría la extinción de cualquier responsabilidad penal o civil en la que hubieran incurrido durante alguno de los cortes de tráfico, atropellos sin víctimas mortales o innumerables molestias ocasionados durante alguno de los servicios realizados desde el 1 de enero del 2013, convirtiendo así a Aljaraque en un modelo a seguir para otros regímenes municipales, donde la convivencia, el diálogo y el consenso se conviertan en herramientas decisivas en la construcción de un futuro de paz y libertad entre la sociedad aljaraqueña y el gremio del reparto a domicilio sin el que hoy no se entendería la modernidad de esta ciudad.
