Patri Romero, no dejando escapar ni solo un segundo

Patricio Romero. /Foto: Edith-HBN.

RFB. Un rato con Patricio Romero, Patri, es como leerte varias páginas del libro más apasionante de aventuras. Pero te transmite sus vivencias de una forma especial. Y, sobre todo, te invita a compartirlas, a dar el paso de acompañarle en las continuas iniciativas que se le van ocurriendo. Es un torbellino que parece que tiene veintitantos. Y quizá en términos de energía, vitalidad y pasión por la vida probablemente sea así. Tras charlar con él siempre te quedas con ganas de continuar.

Patri manifiesta un gran respeto por los demás. Tiene un gran sentido del humor y es ocurrente, creativo e imaginativo. Es observador y almacena un millón de anécdotas y experiencias que dejarían sorprendido al más avezado en la vida. Quedamos en los Cuartelillos y la verdad es que echamos una cerveza fantástica -la cerveza también-. Recordando personajes, acontecimientos y anécdotas de esta Huelva tan peculiar, y que tan bien conoce, pudimos reírnos como hacía tiempo que no lo hacíamos.

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Otra de las características distintivas de Patri es su generosidad. Afable como pocos, resulta especialmente divertido por la luz, el realismo que pone a los escenarios y hechos cuando te cuenta las cosas. Habla rápido y con gracia. Patri Romero es de esas personas que uno piensa que a nadie, absolutamente a nadie, le puede caer mal. Todo lo contrario, a todo el mundo que lo conozca necesariamente tiene que caerle bien, tiene que apreciarlo. Y eso no es sencillo, seamos realistas.

No es de extrañar, por tanto, que forme parte del admirable grupo de nominados a los premios Buena Gente de Huelva, en su V Edición. Este onubense nació en Barcelona -el acento no lo delata, desde luego-, hace más años de los que uno podía imaginar al verle. La infancia la vivió en Huelva, entre el barrio de las bolas de Federico Mayo de la capital y Jabugo en verano, donde iba con sus titos Emiliano y Asunción.


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No lo duda, la persona que más ha influido en su vida ha sido su mujer, Aurora. La familia de la que se enorgullece tiene origen en sus padres, Salvador -que era militar- e Isabel. Un hermano, Eloy, y tres hijos, Raquel, Noel y Patricia, además de dos nietos, completan por ahora esa esfera clave en los sentimientos, la personalidad y las emociones.

Le preguntamos por otras gentes que hayan impactado de alguna forma en su devenir. Nos habla de Heika Clauss, en Arqueología. Antonio Payno en buceo, Fernando Merchán en periodismo y José Ramón Álvarez en contraincendios, el que fue su primer jefe en Bomberos.

Ámbitos estos apasionantes. Porque las ganas de vivir intensamente de Patri es un motor incansable que le ha llevado a estar siempre en la ‘zona caliente’, donde pasan las cosas más singulares. Nada de aburrimiento, nada de dinámicas anodinas. Por eso, y por su atracción por el mar, se hizo buzo profesional. Y luego creó el equipo de buceo en el Cuerpo de Bomberos de Huelva, y se hizo él bombero. Más tarde compaginó esta profesión principal con el periodismo gráfico. Y un poco más tarde se hizo cámara de TV.

Observa nuestro amigo que «tanto el buceo como la fotografía de prensa tienen en común eso que tanto me gusta, la aventura. Y también que te posibilitan que cada día sea diferente«. Todos estos desempeños le han dado la oportunidad de saciar en alguna medida esa curiosidad innata, ese deseo de saber, de conocer. Y de vivir la experiencia.

Los valores más definidos de Patri se concretan en el servicio a los demás, el honor, la disciplina, la palabra, la puntualidad. Son valores que empezó a consolidar en sus tiempos de la OJE. Un buena gente valorado como tal sin duda por los que se han relacionado con él. Basta preguntar a cualquiera de los muchos compañeros de trabajo que ha tenido, la respuesta es compartida y común, estamos ante una persona extraordinaria.

La cuestión que le planteamos referida a momentos emotivos o emocionantes la responde señalando que «muchos y difíciles de enumerar. Tal vez en lo periodístico cuando pasé de redactor gráfico a cámara de TV en Teleonuba. Un reto aceptado y superado, una nueva aventura. Tampoco estuvo mal y me trae recuerdos emotivos cuando hacía diariamente un programa de Radio Andalucía. Como bombero en cada salida, en cada accidente de tráfico, cada fuego, cada persona salvada. Fueron 35 años en los que pasó de todo. Resolvíamos los problemas más con la voluntad que con el material disponible en aquellos años. Difícil quedarse con un solo momento«.

También le preguntamos por la o las fotos más especiales que recuerde. Dice que «durante tantos años muchas difuminadas y olvidadas por el paso del tiempo, pero tal vez me quedo con dos. La que le hice a Julio Iglesias sentado en el suelo de las escaleras del monolito de La Rábida, descalzo con el zapato en la mano intentando sacar un chino antes del concierto es una de ellas. Muchos fueron los intentos, con precios desorbitados del representante para comprarme la foto y que no se publicara. Pero como no podía ser de otra manera la sacamos en el periódico. 

Tengo también buen recuerdo de aquellas fotos que logramos hacer de las vacaciones de Felipe González en el Coto de Doñana. Las primeras y únicas hasta aquel momento que se pudieron hacer tras años de hermetismo de su paso por Doñana«.

/Foto: Patri.

El olfato periodístico y la pasión por la fotografía no han menguado con el tiempo para Patri. Acababa de volver, cuando le entrevistamos, de un viaje a Galicia. La muestra como ejemplo de lo dicho está en esta espectacular foto que reproducimos al margen.

Al llegar a la plaza del Obradoiro observó un peregrino con un perfil singular que entraba en la Catedral. Pasado el tiempo lo volvió a encontrar en un rincón, sin tablets ni móviles para inmortalizar los momentos vividos. Lo que tenía era una libreta y un boli en el que probablemente estaba escribiendo, a la antigua usanza, el diario de su viaje, la historia de su peregrinación. Y allí estaba Patri, en el sitio y con su cámara.

 

Patri Romero ha viajado por muchos sitios del mundo y se conoce como nadie las zonas más recónditas de la provincia de Huelva. Le preguntamos sobre lugares que haya visitado que más le hayan impresionado. Comenta que «buceo en los Cenotes Mexicanos, por la maravilla de los espeleotemas sumergidos de sus cuevas, y la increíble visibilidad de sus aguas. También en Ecuador, durante mis trabajos submarinos con la Texaco en la zona de Esmeraldas para sacar el petróleo ecuatoriano, impresionante la diversidad de vida del Pacífico en ese lugar«.

La energía de Patri es sorprendente. Ante la pregunta por su origen nos dice que «posiblemente en las ganas de vivir y afrontar cada día como si fuera el último. No dejar escapar ni un solo segundo, teniendo claro que ese nunca vuelve. Buscando los momentos buenos porque los malos vienen solos. No descuidando lo físico, verdadero motor y cimientos para todo lo demás«.

 

Reportaje gráfico: Edith-HBN.

Patri Romero, Premios Buena Gente de Huelva, Fundación Cajasol, Huelva Buenas Noticias.


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