J.A.de Mora. Lugares mágicos con ‘solera’ dejada por tantas vivencias, como la Plaza Pérez Pastor en Punta Umbría. Una localidad costera que ha crecido de forma exponencial pero que, aún así, su situación actual se entremezcla con el imaginario de todos aquellos que hemos pisado sus calles, antaño de arena y hoy de solería o asfalto.
Una plaza que era algo así como el recibidor de aquel pueblo mitad localidad de veraneo mitad puerto de pescadores. Pero que también era el ágora de la villa y nudo de comunicaciones, al ser punto de llegada y salida de canoas con destino a la capital.
Comparamos en este artículo la imagen destacada, una vista aérea tomada hoy mismo, 20 de julio de 2023, con imágenes de las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado.
Fue rotulada, cuando aún formaba parte del término municipal de Cartaya, en honor a un médico, Juan Pérez Pastor, que así mismo fue alcalde cartayero, según nos señaló en este mismo periódico el recordado Ángel Custodio Rebollo. El galeno se había destacado en dicho término luchando contra la epidemia de gripe de 1918
Y por esa plaza pasaron instantes de la vida de infinidad de veraneantes y lugareños. Allí estaba el cinemar San Fernando, el Casino Esperanza y las heladerías, en su momento Mantequerías Leonesas. Nosotros llegamos algo más tarde, quedando algunos vestigios de aquello, y siendo protagonistas en ese lugar el referido cine de verano y las heladerías La Española y Los Valencianos, que persisten.
Demasiado cambio el experimentado por Punta Umbría pero la Plaza Pérez Pastor, aún también cambiada de forma notable, mantiene esa naturaleza de lugar de encuentro. El sitio donde el bullicio se hacía presente cuando finalizaban las misas de los domingos veraniegos y todo el mundo se concentraba allí. Un lugar que por las mañanas solía ser más tranquilo, ocupando las mesas de la Española tres o cuatro grupos de jugadores de dominó.
Estampas clásicas a las que se une la algarabía vespertina de los niños corriendo, jugando al balón o circulando arriba y abajo con sus bicis. Lugar de encuentro también de los adolescentes, y los jóvenes más mayorcitos sencillamente para iniciar la ‘jornada’ por los contados bares que había entonces.
La evolución estética de la plaza nunca nos pareció la adecuada. Y menos la ubicación en donde está de la capitanía del puerto deportivo público, restando vista a la preciosa ría puntaumbrieña. Pero bueno, así son las cosas. Lo real es que la plaza sigue siendo lugar de encuentro, inicio del paseo de la Ría hacía la playa y también hacia lo que podríamos entender como la ‘zona de pescadores’. Mantiene su encanto para los que llegan por primera vez, pero sobre todo y también para nuestra memoria.
Plaza Pérez Pastor, Punta Umbría.