Mihaela, el alma femenina del 1900 Company Bar

«No dividí mi vida en días, sino mis días en vidas»                                                            Juan Ramón Jiménez

Adolfo Morales. Si el debate fuese ternura frente a discreción, quedaría en tablas. Así es Mihaela Ionescu, un observador en el segundo plano, que sabe estar sin alterar el orden de las cosas, dejándolas fluir a su alrededor, al tiempo que sacude su propia historia.

Siempre he admirado a cuantos lejos de su lugar de nacimiento, pertenecientes a otras culturas, otros modos de entender y comprender, se instalan en otras tierras, se adaptan y son capaces de interactuar con la Comunidad sin la menor diferenciación. Sin embargo, existen notas de color en este viaje, que naturalmente esculpen el carácter. Mihaela es el otro miembro del equipo perfecto, que forma junto a Antonio en nuestro querido 1900 Company Bar, popularmente 1900.

Muchas veces, llegar a una tierra sobrevenida se produce por un cúmulo de condiciones imprevistas, y que rodando terminan depositándote en un descansillo, en el que al final decides parar. Bien podría ser aquel, su año del gato, como cantase Al Stewart “Como una acuarela bajo la lluvia… Ella solo te dirá que vino en el año del gato…”



Esta vez, será el Barrio de Las Tres Ventanas quien sea testigo de esta conversación amable y entrañable.

-Encantado de compartir contigo este rato, gracias por tu generosidad y tiempo. Comenzamos. Que tal si me cuentas, ¿Quién es Mihaela?, ¿Qué te trajo a estas tierras?

-Es una historia muy curiosa. Me propuse hace tiempo escribir un libro sobre ese suceso, una novela, porque me parece una película todo lo mío y todo lo que me surge en la vida. Me parece de película y, no sé, cada uno siente que tiene su historia y que debería ser contada de alguna manera.

-Simplemente vine de vacaciones, yo era peluquera en mi tierra, acababa un contrato en Holanda y había regresado a Rumania. Comenzaban las vacaciones de navidad, aquí vivía un tío mío, un hermano de mi madre, que hacía muchos años que no veía, y otra tía me propone planear el viaje.

-Tenía 27 años. Me preguntó ¿Te vas a venir conmigo?, entonces me dije, ostras España. Por entonces yo odiaba la imagen que televisión daba del país. Telenovelas, toros en el canal internacional, que era el que mi madre solía ver. A ella le encantaban estas series que iban subtituladas, yo oía palabras en español, pero no sabía nada.

-Previamente ya había viajado por muchos países de Europa y España por lo que fuera, no me atraía demasiado. Había vivido trabajando en Hungría, Holanda. Por entonces aún Rumanía no pertenecía a la CEE y teníamos contratos temporales que había que renovar saliendo y entrando de nuevo al país. En ese periplo viajé por Austria, Alemania, Italia. Y aquel invierno mi tía me dijo vámonos y justo no tenía trabajo, estaba de vacaciones y me animé, y llegamos a Huelva.

-Fue toda una experiencia, en 2007 imagínate como estaba Huelva. Mi primera impresión no fue la mejor, todo se calmó lo justo cuando luego ya vi a mi tío y al resto de la familia. El calor de un hogar te arropa lo necesario como para encontrar ese acomodo imprescindible, allí en la Barriada del Carmen. Y bueno me dije, aquí estaré dos semanitas, que era mi tiempo de vacaciones. Pero a los dos días, yo me quería ir, además del impacto social o urbano, era el idioma, yo no sabía español. Si manejaba bastante bien el italiano.

-En ese estado de cosas, a los dos días me decía, esto no es lo mío, tengo que volver a casa. Pero la casualidad sobrevino y mi tío llegó a casa comentando que buscaban una chica que supiese idiomas, que una pareja bien situada de Huelva precisaba una asistente porque tenían previsto hacer un viaje por Portugal por una semana, y pensé justo lo que yo necesito para salir de aquí.

-Acepté ese trabajo y así marchamos a Portugal, una experiencia preciosa, sentí que volvía a ser yo misma otra vez. Cuando regresamos, la pareja me propone un contrato con un sueldo estupendo para quedarme con ellos en su casa, como asistente global. En mi familia nadie se creía cómo había tenido la suerte de encontrar este trabajo, ni yo supe cómo lo hice, las cosas surgieron así y nada más.

-Me lo pensé durante 3 días antes de aceptar, porque tenía otro contrato en Rumanía que me estaba esperando al regreso de aquellas vacaciones. Acepté y me quedé, mi nuevo barrio fue San Pedro. Estuve con ellos 2 años y fueron los años más productivos en aprendizaje desde que llegué a Huelva, dos años a los que les debo mi agradecimiento sin fisuras.

-No recuerdo cosa más bonita que ese tiempo 2007-2009. Aprendí español, tuve los mejores profesores y viajamos por toda España. Luego sucederían otras experiencias en restauración, bares, mi vida fue más de eso. Y también conocí a Antonio, fue mi mejor amigo al principio, siempre estaba ahí, luego surgió la conexión y desde entonces soy su pareja.

-Hace seis años que no regreso a Rumanía. Tengo una deuda con un pariente mío, hay ciclos que hay que cerrar en la vida y eso es lo que tiene que suceder para que yo vaya para allá de nuevo. Por lo demás no tengo nada más, salvo una casa, que está cerrada donde yo vivía en la ciudad de Petro?ani, en los Cárpatos, una ciudad preciosa.

-Desde mi casa se ven las montañas, todo verde, pero a pesar de tanta belleza no pienso en volver. Me crie allí hasta los 18 años, no he madurado allí. Con el tiempo he perdido amigos, tengo más amigos fuera que dentro del país. Mi casa está aquí, son muchos años viviendo aquí, y el resto de la familia que me queda todos viven en Inglaterra, mi tío, el que me trajo hasta aquí, murió el año pasado.

– ¿He observado que cuando los poetas celebraron el Día Mundial de la Poesía, tú interviniste, tal vez escribes, te interesa la poesía?

-No escribo poesía, me gusta la poesía ahora, me he enamorado de la poesía estando trabajando en el 1900. De pequeña tenía un trauma con la poesía, mi padre me encerró en un cuarto y tenía que memorizar un poema que al día siguiente tenía que decir en el colegio. Eso me provoco el desarraigo con la poesía, conectaba mejor con la literatura, las novelas.

-Pero ahora lo sé, estoy enamorada de la Poesía, y cuando el poeta sabe transmitírmela, me enamora, cuando la leo y después las recito, la interpreto y la vivo. Hay muchos poetas buenos en Huelva y malos también claro. No habría poetas malos si supieran transmitir lo que están sintiendo, no hay mala poesía. He escuchado tanta poesía. El poeta que ha escrito 3 versos, es para mí muy importante, ese atreverse, mostrarse. Hay una cantidad enorme de poetas ocultos, sin embargo, desconocidos.

-Conversamos sobre nuestros puntos de vista alrededor de la figura o concepto de artista, le transmito que, para mí un artista, trabaja en soledad, y debe ser fiel a sus propias sensaciones, sin pensar si lo que produce es del gusto de los demás. Y hablamos del apoyo exterior.

-Hay mucha gente que se vence, y no tienen el apoyo mínimo para exponer su trabajo, un lugar en el que expresar su arte, así 1900 es una casa abierta a todos, donde todos tienen su espacio.

-¿Cómo respira la ciudad para ti?

-Huelva es muy bonita, es un buen lugar para vivir, pero le falta estar bien comunicada con medios adecuados, ágiles y regulares, no aislada en una esquina, es una ciudad dormida. Se ha quedado perdida, y está sola, cuando en comparación con otras ciudades podría estar mucho mejor de lo que está en realidad. Nos hemos quedado apartados. La gente de Huelva según donde vives, lo que respiras, así actúa. Por eso entre otras cosas, no está bien enfocado el turismo, es un gran hándicap en estas circunstancias. Aun así, Huelva a mí me gusta.

-¿Como extranjera que has sido, las tradiciones locales, comparando las Rumanas con las del sur de España, cómo las vives, mantienen conexión, como coexisten esos momentos tan significativos en general?

-En mi tierra las tradiciones se asientan en la Navidad y la Semana Santa, pero se viven con un carácter muy diferente, con un sentido de recogimiento muy profundo, nosotros como ortodoxos vivimos las celebraciones con otros rasgos. Aquí se vive totalmente diferente, es más festivo, se extrapolan los sentimientos, se sacan las imágenes a la calle.

-Allí en mi país y en muchas partes de Europa se vive casi de la misma manera, en el sur y especialmente en Andalucía, por decir la Semana Santa es única, absolutamente diferente. La Semana Santa de Andalucía nos enseña algo. Yo me he criado con muchas creencias y tengo ese reflujo que me conduce en esas fechas a la interiorización que conocí de pequeña.

-Todo el mundo cree en algo, puede tener mil formas y nombres, pero creemos en algo, aunque no sepamos muy bien que es. Yo vivo y me preparo en la Cuaresma y celebro la Pascua. Antes iba más amenudo a la iglesia, me gustan las celebraciones, o cuando cantan, o escuchar un órgano en el silencio de la iglesia, me gusta vivir todo eso. Cuando hace esos 5-6 años que retorné a mi tierra, justo era Semana Santa y viví una de las más bonitas de mi vida, escuchando coros, viendo los iconos, ofreciendo velas a la memoria de los muertos y pidiendo por los vivos.

-Hablemos del feminismo.

-El respeto, para mi es vital el respeto, y terminar con la persuasión irrespetuosa patriarcal mal entendida que durante mucho tiempo los hombres han usado contra las mujeres, hay machismo y mucho, yo observo que la juventud ahora está teniendo comportamientos más machistas que en otras medias de edad. Es preocupante.

-¿Y las chicas, porque se dejan avasallar?

-Es otro debate, es muy duro, la educación que se da… la educación se nutre en la casa, si ves en casa comportamientos machistas, o costumbristas mal entendidos o consentimientos mal asumidos, que conllevan a posicionamientos machistas, los niños los ven y corren el riesgo de imitarlos. No puedo generalizar, pero creo que hay bastantes malos ejemplos.

-Por el contrario, las mujeres cada vez están siendo mejor valoradas, somos más fuertes y se lucha por conseguir y mantener esa fortaleza. Hay que respetar a las mujeres que luchan por conseguir derechos que fueron vetados durante siglos. Restando las actitudes fuera de lugar del mismo feminismo, en las que se puede caer por error. Las mujeres son algo más que guapas.

-Charlamos de este asunto, compartiendo muchos puntos de vista. Presupongo que también habrá que considerar que para que las mujeres hayan conseguido metas, también diferidamente han debido contar con el apoyo, la consideración y la colaboración de los hombres, aunque ellas hayan liderado el movimiento. Los hombres también han avanzado en un movimiento parejo, no es una lucha independiente del género femenino, ni aislado, esta madurez social avanza a la par. La calle va asumiendo de manera natural las premisas feministas que caen por su propio peso, por comprensión y madurez, que es la única manera de consolidar los cambios, lo que no es aceptable es la división o la ruptura. No tiene sentido. Somos en el fondo mamíferos, no es posible evitar la atracción en uno y otro sentido de ambos géneros, pero eso no quita que además seamos seres inteligentes con muchas otras capacidades. Quedarse sólo en una parte de esa estructura global, podrá ocurrir, pero no debería ser el rasgo más sobresaliente para señalar de un hombre en general.

Y el tiempo, ¿Qué es el tiempo para ti?

-El tiempo es todo. Te acuerdas hace dos años, vivíamos en plena pandemia. Hay que saber usarlo para que no te arrepientas, a los días siguientes de haber perdido ese tiempo. Hay que vivir cada segundo, cada momento. Tenía 27 hace 19, he intentado vivir todo ese tiempo. He tenido mucha energía, muchas ganas de vivir siempre. Con los años, voy aflojando un poquito los puntales.

-Lo que más me gusta es amar y viajar. Me gusta andar, ver cosas, descubrir rincones, disfrutar de cada cosa que el camino te ofrece. Es bonito vivir, y me gusta vivir, y el tiempo pasa Adolfo. Me hago un bocadillo y con mi mochila, tiro a subir montañas, a descubrir algo bonito, no son necesarios lujos para vivir. Me emociono con mucha facilidad, vivo de las emociones, de las mías y de las de los demás.

 

Entrañable Ionescu.

Un gustazo sentir un corazón generoso y entregado como el tuyo.


Puerto de Huelva

3 comentarios en «Mihaela, el alma femenina del 1900 Company Bar»

  1. Mihaela es una delicia porque le pone aun más ternura al 1900, porque nos trata con cercanía, agrado y empatía. Y además sabe recitar poesía. Ole tú.
    Amigo Adolfo, te digo que escribir esto te acredita la genialidad.
    Abrazos, os quiero.

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