En condiciones normales, una alimentación sana y variada nos proporcionará los nutrientes precisos para que nuestro organismo se mantenga en el mejor estado posible. Sin embargo, en situaciones especiales habrá que recurrir a los suplementos alimenticios para complementar la dieta, siguiendo las dosis que haya recomendado el especialista y sin excederse con las cantidades.
Este tipo de complementos están indicados para aquellos casos en los que la dieta no consigue por sí mismo satisfacer las necesidades nutricionales. Es cierto que aunque adoptemos una alimentación saludable, no siempre se conseguirán nuestros propósitos. De ahí que la ingesta de este tipo de productos pueda estar justificada durante ciertas etapas de la vida o en algunos grupos de población.
Entre ellos se encuentran las personas vegetarianas, mujeres embarazadas, con bajo consumo de lácteos, pacientes que sigan tratamientos que les provoque un déficit de vitaminas o incluso los deportistas que practican una actividad física con cierta intensidad. Aunque se traten de productos de venta libre, siempre se recomienda seguir las recomendaciones de un profesional para que nos oriente.
Un complemento perfecto a la alimentación
Una nutrición adecuada resulta esencial para disfrutar de una buena salud. Los suplementos y vitaminas desempeñan en todo esto un papel básico para proporcionar los nutrientes que requiere el organismo.
Para sacar el máximo rendimiento a estos complementos alimenticios es preciso seguir las indicaciones que recoge la etiqueta. Como podrás comprobar, muchos de ellos deben ingerirse con un vaso de agua o con alimentos. Esto es así debido a que al comer se inicia el proceso de digestión que contribuye a la descomposición de estos suplementos.
Con el estómago vacío es normal que se noten náuseas o irritación del tracto digestivo. Estos contratiempos pueden provocar que abandonemos el tratamiento antes de tiempo y no consigamos el propósito que perseguíamos cuando comenzamos con él.
Cuál es el mejor momento para los complementos nutricionales
Para sacarle un mayor rendimiento a estos complementos, también sería necesario conocer los mejores momentos del día para tomarlo. A primera hora de la jornada se recomiendan los multivitamínicos o las vitaminas B, que ayudan a la estimulación del metabolismo y la función cerebral.
En el almuerzo o antes de realizar ejercicio se propone la ingesta de la leucina, que es un nutriente que además de proporcionar energía contribuirá a la regeneración muscular. Los dos suplementos de calcio más usados son el citrato de calcio y el carbonato de calcio. El primero podría consumirse en cualquier instante del día, pero los segundos se disolverán mejor en un entorno ácido, por lo que después de las comidas sería lo más conveniente.
Con el estómago lleno también se recomienda el consumo de vitaminas A, D, E y K, ya que se absorberán mejor.
Al igual que le prestamos una gran atención a todo lo que tiene que ver con la alimentación y la salud, también deberíamos hacer lo propio con el descanso. Antes de acostarnos sería una buena idea consumir magnesio, ya que además de ayudar a conciliar el sueño, calma el dolor muscular y fortalece los huesos. Otro suplemento que nos ayudará a dormir es la melatonina.
Un adecuado estado de salud dependerá sobre todo de nuestros hábitos. A la alimentación sana y equilibrada hay que sumarle también el descanso y el ejercicio físico. Y algo parecido sucede con la ingesta de suplementos, en donde lo más beneficio pasa por seguir un plan. Es importante que aprendamos a espaciar los complementos en el tiempo para mejorar la absorción, conciliar con más facilidad el sueño por la noche y obtener los objetivos nutricionales precisos para disfrutar de una vida sana.
