Ana Elena Serrano Roldán. El pasado jueves 4 de mayo, a las 21 horas, tuvo lugar en el Gran Teatro de Huelva un concierto folklore de la mano de Raquel Kurpershoek (voz), Alejandro Hurtado (guitarra flamenca) y Danny Rombout (percusión).
Empieza el espectáculo con tres siluetas bajo una sombra enigmática, el público está impaciente. Se ilumina la sala, pero no es hasta cuando suena la música que se hace la luz.
Raquel, introduce el evento con una dulzura inmensurable narrando de forma poética su niñez y la influencia que tuvo en ella su padre. Ella visitaba museos cada fin de semana con su familia, y ha tenido la oportunidad de enriquecerse con la cultura de otros países en sus viajes como Argentina, Ecuador, Brasil, Chile, México, India o Cuba, algo que se refleja en su música.
La cantante fue criada entre Holanda y España, y ha vivido en ciudades como Córdoba y Huelva. Su madre, andaluza y ‘bailaora’, le enseña la calidez y la alegría propias de nuestra tierra. Cuando era pequeña queda maravillada por un libro:’Las 7 princesas sabias’ de Nizami Ganjavi. Este libro cuenta la historia de siete princesas árabes y de su relación con el amor y su vínculo con el color y la magia.
Es entonces, en su juventud, cuando la artista decide unificar sus experiencias en un único conjunto con ‘Córdoba’ y ‘Dátiles y Jazmines’, recogido en su reciente trabajo artístico, el álbum ‘NIZAMI’. Es acompañada por dos grandes músicos, juntos se aventuran compartiendo su pasión por la música por los distintos lugares que visitan en su gira.
Este grupo forma una joya artística y sensorial, un placer exquisito para los sentidos, la mente y el espíritu. En Huelva, sin duda, nos deleitaron con todas las historias que querían transmitir.
Desde mis conocimientos, debo afirmar que la gran calidad de su obra musical va más allá de la técnica y de la limpieza de su sonido. Dan un paso adelante demostrando una gran madurez artística, una interpretación sutil, elegante y cercana al mismo tiempo y una energía que solo se puede vivir en persona. Hablan con los gestos. Se puede apreciar el enorme cariño con el que interpretan las distintas canciones, músicas del mundo como el bolero, el flamenco entre otros géneros.
Con ‘Café de la mañana‘, interactuaron con el público al coro de :_niña abre la ventana_. Raquel Kurpershoek ha estudiado diversos géneros musicales en el Conservatorio Superior de Músicas del Mundo de Rotterdam, especializándose en la música latinoamericana.
Del mismo modo, Raquel se vio atraída hace un tiempo por el mundo de las personas sordas. Ha creado una síntesis entre la música y la comunicación no verbal. Ella piensa que la música es una fuerza unificadora que trasciende las diferencias culturales y sociales, y así, crear una sensación de comunidad.
Pretende crear conciencia, empatía, igualdad y tolerancia hacia el mundo de las personas sordas, puesto que hay una desinformación actual sobre ellas. La cantante busca unir a las personas en torno a temas de gran importancia social, demostrando su calidad humana.
Ello se refleja en sus conciertos, cantando y hablando por lenguaje de señas a la vez, y en su cortometraje ‘Traslasierra‘, que ha sido recogido a nivel nacional con mucho éxito. Raquel Kurpershoek quiere transmitir sus propias emociones y sentimientos a través de su música.
De esta manera, puede conectar mejor con su audiencia y, también, crear una herramienta para la reflexión y la introspección para su propia auto-mejora en crecimiento como mujer música.
