Carmen García. Podemos preguntarnos si aparcar en la ciudad de Huelva es un dilema. Y cuando hablamos de dilema nos referimos al hecho de dar vueltas y vueltas para encontrar una plaza sin tener que entrar uno de los 6 o 7 parkings privados (edificios y superficies reguladas con barrera) que suelen suponer una evidente sangría al bolsillo del ciudadano normal.
El dilema suele estar precisamente en, tras esas vueltas, rendirse y pasar por alguna de esas gravosas taquillas o darte la vuelta y salirte al extrarradio donde alguna probabilidad seguro que tienes de liberar tensiones dejando definitivamente el coche aparcado, aunque sea ‘en el quinto pino’.
Porque lo normal es que incluso en las zonas azules y naranjas, teóricamente implantadas para que haya rotación en los aparcamientos, sea en Huelva verdaderamente afortunado el que encuentra un espacio. La prueba del algodón está en los gorrillas que te avisan en la distancia que, milagrosamente, hay un lugar en estas zonas tarifadas donde dejar el vehículo. Si la cosa fuera medianamente sencilla, no habría gorrillas.
Aquellos lugares que subsisten como aparcamientos libres en las calles -ya escasos- siempre están rifados. Aparcar, por ejemplo, en la Avenida de Guatemala, en las calles del Molino de la Vega o en el Huerto Paco es algo así como encontrarse en el suelo un billete de cien euros esperando a tan solo que te agaches a recogerlo.
Y más sitios, por supuesto, ponen a prueba nuestra desesperación, dando una y otra vuelta esperando el milagro, como las calles de la Barriada de Tartessos o las terroríficas -en ese sentido- avenida del Obispo Cantero Cuadrado, calle Plácido Bañuelos o Aragón.
Ahora, con la hiperpeatonalización la cosa tiene tintes de agravarse. Un bálsamo lo suponen esos terrenos pendientes de urbanizar -que no sabemos en qué quedarán- como el que hay tras El Corte Inglés -en el antiguo Manuel Lois– o los que están alrededor de las calles Cervantes, Valverde del Camino y Paseo de las Palmeras -donde estaban antiguas naves del sector pesquero-. Pero claro, ¿qué pasará cuando estos espacios tengan su destino final? ¿qué haremos con los coches, subirlos al balcón?
Es fácil e intuitivo sugerir que nos lo merecemos. Que para qué tanto uso de coche particular y por qué queremos llegar hasta la misma puerta de nuestro destino. Vale, ese cuestionamiento es aceptable. Pero ello no quiere decir que las cosas se hagan adecuadamente por parte de aquellos que tienen que pensar como facilitar la vida al ciudadano -inevitablemente motorizado por mor de nuestro sistema y sociedad de consumo-.
Ahora bien, al preguntarnos si en Huelva es especialmente fácil o difícil el aparcar, nos encontramos con un dato quizá sorprendente. Somos, junto a Almería, la capital andaluza con mayor número de vehículos por residente. Hablamos, con datos de 2020, de 51 automóviles de turismo por cada 100 habitantes. Parece y es una barbaridad. Así es natural que no tengamos fácil el aparcar. En 2013 Huelva era líder andaluza en solitario, con 50 turismos por cada 100 habitantes.
En ese año publicábamos una información a partir de una nota de prensa en relación al número de plazas de aparcamiento en la capital. Aunque había crecido, no llegaban a las 5.000, incluidas zonas pendientes de urbanizar y no situadas en el centro. Ahora puede que haya algunas más, pero la sensación es que son insuficientes, al menos las de uso libre.
En nuestra ciudad buscan su sitio unos setenta y dos mil turismos, con una población de algo más de 140.000 habitantes. Quiere decir que si nos montásemos todos los ciudadanos a la vez en los coches de Huelva sobrarían bastante más de la mitad de las plazas (suelen tener 5 por vehículo). Un disparatado lujo en todos los sentidos -económico, medioambiental- y del que, naturalmente, todos somos corresponsables.
¿Qué capitales andaluzas tienen menos presión en este sentido? Pues básicamente Cádiz. Sus habitantes, tocados probablemente de más raciocinio al respecto, mantienen una cifra de 34 turismos por cada cien habitantes. Un 33 % menos que Huelva. El resto, por debajo de Huelva y Almería, pero no muy lejos, oscilando entre los 47 de Málaga y 49 de Granada.
En paralelo a esta posición de Huelva en el ranking de densidad de turismos tenemos otro ‘podium’. Lideramos de forma destacada, pero por debajo -la que menos tiene-, el número de motocicletas matriculadas por cada 100 habitantes. Concretamente 7. Por arriba la más destacada en Granada, con 12 motos matriculadas por cada 100 habitantes. Da que pensar.
Aparcar en Huelva, un dilema.
2 comentarios en «El dilema de aparcar en Huelva, un coche por cada dos personas»
El artículo tiene toda la razón. Mucha culpa la tienen también los constructores o más bien los que dan permiso para construir un edificio como pasa en el molino sin plazas de aparcamiento. Portales en los cuales hay 28 vecinos por cada portal y creo que hay 12 portales ( eso solo en una zona) Diego de Almagro y costa de la luz. Y ahora los bares y restaurantes. Imposible los vecinos conseguir un aparcamiento. Ya podían construir un edificio con plazas para alquilar los vecinos a precios razonables por la zona.
y sumen a eso las personas que viven en los pueblos o ciudades dormitorios, como aljaraque, san juan del puerto, trigueros, o los que tenemos ir a Huelva a realizar gestiones administrativas o comerciales. No nos dejan otra opción que ir al Holea, por ejemplo…