La increíble belleza de las laderas del Conquero

JdeB. Un paseo a la vista de las laderas del Conquero. Cuando se habla de que Huelva es una ciudad ‘fea’ hay algunas referencias que no se tienen en cuenta. Nosotros pensamos que Huelva ha venido siendo más bien una ciudad ‘afeada’, una urbe en la que sus regidores y, al fin y al cabo, su población no se ha preocupado debidamente en resaltar sus muchas virtudes. Es más, se han casi juramentado en destruirlas o menoscabarlas.

Hay dos pies que fundamentan una estética singular y que permite que esta ciudad pueda apreciarse bellísima, sus cabezos y su puerto. Con tan solo haber permitido una estética en cuanto a edificios que tuviese una armonía y la configuración de un casco central que le diese sentido patrimonial e histórico conectado con su identidad, Huelva sería verdaderamente espectacular. Esta tercera ‘pata’ -etnográfica-, la de las edificaciones, ha sufrido una dinámica destructiva tradicional.

La triste desafección de la mayor parte de la población es un hecho. Se debe o bien al desinterés -una cuestión de cultura- por la conservación del patrimonio, o bien a la naturaleza de aluvión en los orígenes foráneos de una mayoría y el correspondiente desarraigo, o a ambas cosas a la vez.

Los cabezos de Huelva son monumentos naturales. No es comprensible esa fijación con esconderlos, demolerlos o ‘alicatarlos’ entendida como una estrategia compartida en la última etapa pero proveniente de muchas décadas anteriores.

Nadie en el consistorio municipal onubense ha levantado de verdad nunca una bandera rotunda en defensa de los cabezos.

Lo simplista ha sido asumir el mantra de que ‘para que estén tan sucios, para que sean escombreras, mejor…’. Este pensamiento supone un verdadero drama, porque ha permitido con impunidad que vayan cayendo uno a uno esos monumentos que graciosamente la naturaleza obsequió a esta ciudad. Vemos lo que queda de la Joya y Mundaka y se nos abre el alma al pensar que acciones como la de San Pedro serán materializadas en breve.

Solo estuvo el municipio a la altura preservando y poniendo en valor el Parque Moret. Y es una lástima que los fundamentos y el sentido de aquel acertado planeamiento no se haya extendido a estos espacios naturales más próximos al centro de la ciudad. Hubiera sido un logro, una capitalización social, patrimonial, de esparcimiento absolutamente espectacular. Un verdadero argumento dentro de esa marca ‘Huelva’ que se pretende definir.

Hoy traemos estas fotografías recientes de las laderas del Conquero. Un espacio mágico con una belleza incuestionable. Y unos lugares que no han estados aún bien ‘resueltos’ para aprovechar sus valores eco-estéticos. Habida cuenta de los antecedentes casi mejor que no se toque, porque la inseguridad en ese sentido está más que justificada. En cualquier caso, mientras hay vida hay esperanza. Larga para El Conquero.