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La Huelva desconocida. Torres de Almenara I, vigilancia de nuestras costas en los siglos XVII y XVIII

Torres de Almenara

Antonio Delgado Pinto. Torres de Almenara. En la línea litoral de casi todos los países mediterráneos pueden encontrarse fortalezas, baluartes, fortines, torreones y otros edificios similares, concebidos para la vigilancia y defensa de las costas. Durante el reinado de Felipe II se decidió la construcción de las llamadas torres de almenara en el segmento de costa que va desde la desembocadura del río Guadiaro hasta el cabo de Santa María en Faro.

Torres de Almenara
Mapa con todas las torres de la costa de Huelva.

El litoral de nuestra provincia, delimitado por las desembocaduras del Guadalquivir y del Guadiana presenta actualmente diez torres de almenara diseminadas entre los 117 kilómetros de playa en muy desigual estado de conservación. Seis de ellas están en la actualidad en condiciones parecidas a cuando estaban en uso (San Jacinto, Carbonero, Arenillas, Umbría, Catalán y Canela); hay una torre que aún se hallaba en pie tras el primer cordón de dunas en 1977 y que se desmoronó hace unos treinta años (Zalabar); otras dos torres están en ruinas entre las cotas de pleamar y bajamar (Higuera y Oro); y una de la que solo pueden verse los cimientos en las bajamares de gran coeficiente (Asperillo).

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El primer trabajo publicado sobre las almenaras onubenses fue ‘Torres de almenara en la costa de Huelva’, obra de los años setenta del siglo pasado del investigador Luis de Mora-Figueroa; sin embargo, los dos historiadores que más han estudiado las torres de nuestro litoral son Antonio Mira y Juan Villegas, cuyos trabajos, publicados por la Universidad de Huelva, nos han hecho conocer, además de las diez almenaras que veremos entre esta semana y la siguiente, otras torres que o bien no llegaron a construirse o bien han desaparecido por completo: Morla, en Mazagón; Marijata, en El Portil; y Vaciatalegas, en Isla Cristina.

Esta semana vamos a centrarnos en las cinco torres orientales de nuestra costa: torre San Jacinto, torre Zalabar, torre Carbonero, torre de la Higuera y torre del Asperillo, todas ellas por cierto en el término municipal de Almonte; dejando para la próxima semana las cinco almenaras restantes: torre del Oro, torre Arenillas, torre Umbría, torre Catalán y torre Canela.


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Solo dos de las almenaras que se conservan pueden ser visitables en su interior: torre Canela y torre Umbría.

Torres de Almenara
Cara sur de torre San Jacinto.

TORRE SAN JACINTO

La torre de San Jacinto conectaba con el castillo de Santiago, a cuatro kilómetros y medio al otro lado del Guadalquivir, para vigilar la costa y las entradas por el río. Es la torre más oriental de la cadena de almenaras onubenses. Su situación actual, en medio de dos cordones de dunas, hace que no sea fácil llegar hasta ella. Con sus quince metros de altura, es una de las mayores de toda la cadena de almenaras onubenses, aunque su interior solo albergaba una cámara. A pesar de su buen estado aparente, el abandono de los cuatro siglos largos transcurridos desde su construcción hace que la humedad, la erosión de los agentes atmosféricos y la vegetación nacida entre sus sillares estén deteriorando y amenazando su integridad.

Torres de Almenara
Puerta de acceso de torre San Jacinto, a cuatro metros del suelo.

A mediados del siglo XVIII su guarnición era de dos artilleros, tres torreros y un cabo de torres; en esta época contaba además con cuatro piezas de artillería, con calibres de 10 y de 16, y un almacén para treinta quintales de pólvora.

La almenara San Jacinto está siendo devorada en la actualidad por una duna móvil.

Torres de Almenara
Restos de torre Zalabar desde el primer cordón de dunas.

TORRE ZALABAR

A ocho kilómetros de la torre de San Jacinto, se alzan las ruinas de la torre Zalabar, almenara de una sola cámara, aunque de tanta altura que es posible que hubiese algún entarimado intermedio. Existen fotografías de los años setenta en las que aún se ve esta almenara antes de que se derrumbara, al parecer por problemas estructurales.

Torres de Almenara
Fachada sur de torre Zalabar.

Las fotos que se conservan de cuando esta torre aún estaba en pie nos la muestran de apariencia muy parecida a torre Carbonero. Torre Zalabar está muy cerca del antiguo cuartel de carabineros del mismo nombre. Ninguna de las dos construcciones se ve desde la playa.

Al parecer, esta torre nunca estuvo artillada, estando dotada solamente de dos torreros.

Hace unos años, con completo desprecio por el patrimonio, se ha levantado una columna de ladrillo y cemento sobre la parte superior de los restos.

Torre Carbonero desde el primer cordón de dunas.

TORRE CARBONERO

A poco más de siete kilómetros y medio de la anterior, puede verse esta atalaya, llamada también torre Carbonera. A pesar de las pequeñas fisuras en su construcción, fruto del tiempo transcurrido desde su edificación, su estado de conservación es bastante bueno, estando en similares condiciones a la época en que se construyó. Es una torre que solo alberga una cámara en su interior.

Torre Carbonero, puerta de acceso a algo más de siete metros de altura.

La dotación personal de torre Carbonero en el siglo XVIII era de dos torreros y ninguna pieza de artillería.

Su magnífica silueta se ve desde la línea de playa, bastante antes de llegar hasta ella.

Torre de la Higuera desde la playa.

TORRE DE LA HIGUERA

Está situada a doce kilómetros de torre Carbonero y es uno de los símbolos turísticos más conocidos de nuestra costa. Es una de las almenaras que antes dejó de funcionar como tal. Ya los informes del año 1756 la describen como una torre arruinada por los embates del mar. No en vano, está en una zona en la que las torres de almenara (Higuera, Asperillo y Oro) han quedado en terrenos ganados por el océano.

Los cimientos de torre de la Higuera han quedado hacia arriba.

Esta torre se levantó en un lugar que era fondeadero de las naves que provenían de Sanlúcar de Barrameda e importante punto de aguada.

La extraña apariencia que tiene en la actualidad se debe a que los siglos de marejada y oleaje han conseguido posicionarla justo del revés, siendo las zapatas de sus cimientos lo que ha quedado en la parte superior y más visible.

Cimientos de torre Asperillo junto al acantilado del mismo nombre.

TORRE ASPERILLO

A diez kilómetros justos de torre de la Higuera pueden verse parte de los cimientos de la torre del Asperillo, aunque es necesario esperar a alguna bajamar de alto coeficiente para que queden al descubierto. Esta almenara fue edificada por dos veces. La primera de estas dos torres fue demolida a mediados del siglo XVIII al haber quedado muy erosionado el acantilado sobre el que se levantaba y correr el riesgo de desmoronarse. La segunda torre se construyó cincuenta metros más adentro y poco más sabemos de ella; de hecho, los pocos restos visibles hoy día no se sabe si pertenecen a la primera o a la segunda de las torres construidas.

Restos de torre Asperillo solo visibles en bajamares de alto coeficiente.

Su dotación personal era de dos torreros y ninguna pieza de artillería, aunque se aconsejaba dotarla de un pequeño cañón de calibre 8.

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