Juan Carlos León Brázquez (texto y fotos). Si muchos asocian actualmente el nombre de Nerva a algo tan putrefacto como la existencia del vertedero de residuos tóxicos que los políticos impusieron hace 25 años en la localidad con nombre de emperador romano, a partir de ahora tendrán que asociarlo con algo más positivo, a una marca de motocicletas que aplica las más avanzadas tecnologías en lo que será el futuro próximo de la movilidad. Una empresa española (vasca, por más señas), asociada con el gigante chino de baterías BYD, que acaba de lanzar en España un scooter de última generación con la marca Nerva.
Se trata de un e-scooter eléctrico que bajo la denominación Nerva Exe quiere penetrar en el mundo emergente de la movilidad sostenible, ante el panorama casi inmediato de que en 2035 dejarán de fabricarse vehículos de combustión, tal como los conocemos hoy. Este e-scooter es un vehículo preferentemente urbano, accesible y seguro como se han encargado de remarcar en su presentación, en Madrid, los responsables del proyecto ya real. Quieren que sea una marca emocional, de esas que entran por los ojos a simple vista, como así ha sido en nuestro primer contacto con el modelo que quiere ser alternativa a lo que ahora existe en un mercado todavía dominado por las motocicletas de gasolina (92,2%), por lo que se abre un amplio potencial para que el producto arraigue, ya que todos los datos indican que existe un cambio de tendencia hacia la e-movilidad.
El desarrollo técnico se ha efectuado en España, aunque la fabricación se ha contratado en China, respaldado por el gigante de baterías chino BYD, que cuenta con un alto grado de experiencia y consolidado en el mercado mundial de baterías para vehículos. Nerva, indican desde la empresa vasca, “nace de la asociación de varias empresas del mundo de la automoción, esencialmente españolas, que busca posicionarse a la cabeza del cambio en la sociedad con soluciones innovadoras y diferenciales”. Tanto es así, que una de las claves de este innovador modelo es que se han buscado baterías LFP (litio ferrofosfato) de última generación, las mismas que Tesla ha decidido utilizar en sus automóviles, especialmente en el Model 3 fabricado en China y en el próximo camión eléctrico Tesla Semi. Elon Musk se comprometió hace unos meses a emplear esta tecnología en más vehículos. De momento, la nueva marca Nerva no ha esperado y utiliza esta tecnología menos costosa y más segura que las de baterías de Litio, que son las que habitualmente vemos en los vehículos eléctricos. Y encima son baterías pensadas, bajo el concepto de economía circular, para poder ser reutilizadas y darles una segunda vida en países en desarrollo. Baterías “mas seguras, más longevas y más económicas”, se insiste desde los promotores de este desarrollo. Más económicas seguro, cuando existe una enorme demanda de materia prima que ha hecho que el cobalto suba en el último año más de 70 %, el níquel más de un 20 % y el aluminio más del 50%.
¿Y cómo se contribuye a esa economía circular?, pues tras cinco años de uso de la batería en el e-scooter se convertirán, en asociación con la Fundación EKI, en sistemas de almacenamiento de energía para instalaciones promovidas en países en vías de desarrollo, “con lo que conseguimos que se alargue la vida útil de estas baterías durante muchos años y favorecemos un suministro energético más barato que otras fuentes”. Un modelo circular que evitará que las baterías terminen en un vertedero sin ninguna utilidad. Eso y que, además, gracias a su estabilidad térmica las baterías LFP tardan más en degradarse, lo que supone un mayor número de ciclos de recarga (unos 6.000 ciclos) y mayor autonomía al cabo del tiempo. Son baterías, como decimos, de última generación que ni arden ni explotan “gracias a su estabilidad” y se insiste en que son más sostenibles, evitando materiales tóxicos como cobalto, manganeso o níquel, “excluidos de nuestras baterías LFP, actualmente la mejor alternativa a las baterías de níquel NMC”. De hecho, BYD ha suministrado en los últimos cinco años 30 millones de baterías con esta novedosa tecnología, “sin que haya habido ninguna incidencia, Cero incidencias”.
Quien se decida por usar este vehículo tiene dos opciones, o comprar la moto con su batería, o alquilarla en renting, con lo que se garantiza el recambio cada cinco años. Hay que tener en cuenta que solo la batería representa el 50 % del precio del scooter y habrá quien prefiera diferir su coste, por lo que la empresa Rentall ofrece un alquiler a largo plazo por solo 39,90 euros al mes durante cinco años, con lo que se evita tener que comprar “todo” el vehículo y desembolsar los 6.930 euros que cuesta el Nerva Exe. Hay que tener en cuenta que este e-scooter puede optar a las ayudas del Plan Moves III, con lo que su precio quedaría en 3.380 euros, si nos acogemos al renting para usar las baterías durante el contrato a cinco años. Es positivo, porque la tecnología avanza y así al cabo de ese tiempo podremos reemplazar la batería por otra de última generación, más desarrollada y con más prestaciones. Y todo sin cambiar de vehículo.
Importante para los interesados, el Nerva Exe se puede conducir con el carnet B de coches, pues actúa como una motocicleta de 125 cc, solo que con más prestaciones. Veamos, tiene tres modos para poderla conducir, según la velocidad punta que necesitemos. Así, para una conducción por autopistas y autovías podemos llegar con el modo Sport a los 125 Km/h; con el modo Normal, para carreteras convencionales, estamos en los 80 km/h y para ciudad, al usar el modo Eco, llegaremos a los 50 km/h. Y lógicamente, según el Modo que utilicemos, veremos alargar o recortar la autonomía. Así, en el modo Sport tendremos unos 75 kilómetros de autonomía, 115 km en el modo Normal y 150 km en el modo Eco. Todo gracias a su motor eléctrico de 12,1 CV de potencia, preparado para alcanzar picos de hasta 16,1 CV. En solo 4,5 segundos podemos pasar de Cero a 50 km/h y de Cero a 80 km/h en 10,5 segundos. Y eso que estamos en un Scooter Premium de grandes dimensiones, con un peso de 202 kilogramos (solo las baterías son 60 Kg.). Ruedas delanteras de 15 pulgadas y traseras de 14, con sistema de frenada para ambas CBS. Para cargar las dos baterías internas (5,76 kwh) necesitaremos 4,2 horas para una carga rápida completa y el 80 % lo obtendremos en 3,5 horas. No se necesita enchufes especiales y podemos conectarla a un enchufe clásico Schuko. Además, los frenos (doble freno de disco) son regenerativos y eso nos permite una nada desdeñable carga adicional.
En definitiva, a partir de ahora el nombre de Nerva irá asociado a una moto ecológica con ambiciosos planes ante la nueva movilidad, que se impone poco a poco y que va a determinar nuestro futuro sostenible. Todo eso sin abandonar lo que supone la diversión y el gusto de quienes nos movemos sobre dos ruedas. Es solo el principio de la nueva empresa, habrá más modelos. Lo importante es cómo estamos cambiando hacia una transformación donde nuestros usos de movilidad causen mayor impacto positivo, no solo en la vida de la tecnología, sino en lo que ya conocemos como economía circular y esta apuesta lleva desde ya el nombre de Nerva. Y muy probablemente en breve montaremos la Nerva Exe en…Nerva.