J.A. de Mora. Embajadores en la carretera, los vehículos de transporte de Huelva -de personas o de carga- han alargado en la distancia los límites de nuestra provincia. Cuando éramos ‘chicos’ -principios de los setenta del pasado siglo- la realidad del transporte rodado en Huelva y en España era bien distinta. Entonces era patente aquella emoción que producía el que el coche en el que viajabas adelantara y pasara al lado de un camión o un autobús con matrícula de Huelva.
La red de carreteras españolas en aquella época no tenía nada que ver con las actual. Había menos de cien kilómetros de autovías o autopistas, menos de una milésima parte del conjunto de la red. Eran concretamente tres pequeños tramos en salidas de Madrid, Barcelona y Sevilla -primer pequeño tramo en dirección Cádiz-. Ahora hay 15.048 kilómetros en total.
Esta cifra hace a España el tercer país del mundo en kilómetros de vías rápidas, solo por detrás de China y Estados Unidos. Un logro extraordinario que a veces no valoramos en su justa medida. Tenemos más autopistas que Francia, Alemania o Italia, sin ir más lejos.
Aquel mapa de los setenta estaba configurado por vías de doble sentido y pocos metros de anchura. Arcenes mínimos y firmes irregulares, además de multitud de curvas y peligrosos y continuos cambios de rasante. Y puertos de montaña espeluznantes. A ese condicionante había que añadir la limitada tecnología y seguridad de los vehículos, a años luz de la situación actual.
En ese contexto los viajes a cierta distancia -desde Huelva, más allá de Sevilla- suponían una cierta aventura y la necesidad, cuando superaban los quinientos o seiscientos kilómetros, de hacer noche por el camino. Por encima del paralelo de Madrid hacía el norte la sensación de lejanía de Huelva era tremenda. Los tiempos de estos trayectos marcaban esa distancia emocional que, para una misma distancia física, con un trayecto similar actual no tiene nada que ver.
Por eso, cuando alguno de los pasajeros del vehículo avistaba en el horizonte de la carretera un camión o autobús con la matrícula de Huelva parecía como si esa distancia se recortase, aunque fuésemos en dirección contraria. Y si este camión o autobús tenía pintado en grande símbolos o anagramas que identificaran a esas empresas emblemáticas de transporte onubenses la sensación de familiaridad era aún mayor.
Algo impensable hoy en día, adelantar al camión o autobús de Huelva y tocar el claxon para saludar, era lo común, casi lo correcto. La respuesta del profesional de la carretera era como un movimiento de bandera azul y blanca representativo de arraigo y pertenencia. Eran los embajadores de la carretera que, a través de las emociones de esos fugaces encuentros, hacían más distraídos los tediosos desplazamientos, sobre todo para los niños.
Lógicamente cuanto más lejos de Huelva se producía el encuentro mayor era la emoción. Y la verdad es que no era frecuente avistar a un camión o autobús de Huelva. En aquellos años se estaba aún lejos de la explosión fresera de la provincia -comenzaría una década después- y lo que podía uno encontrarse era básicamente un camión de Álvarez-Entrena o un autobús de Damas. Pero esta última posibilidad era más remota, porque se circunscribía a excursiones, no tan frecuente como el transporte de pescados y mariscos al exterior.
Podías encontrarte un vehículo de matrícula de Huelva o aunque estuviese matriculado en otro sitio -en Álvarez-Entrena en muchos casos en Madrid- tuviese pintados esos anagramas que se asociaban a Huelva como señalábamos. Desde el año 2000, a parte de que todo había ya ha cambiado y las distancias eran más ‘cortas’, por todo lo indicado, lo de la matrícula resulta imposible por por haberse unificado la codificación y abandonado los indicativos provinciales.
Si nos encontrábamos un camión de una empresa onubense muy lejos de aquí lo más probable es que fuese de Álvarez-Entrena. Esta armadora y comercializadora de pescados y mariscos era en su época un verdadero imperio empresarial, y sus camiones eran embajadores de Huelva en la carretera.
Tenía una flota de cientos de enormes unidades frigoríficas que recorrían todos los puntos de España. Además, el grupo de empresas estaba muy diversificado y por tanto su actividad, con delegaciones en muchas ciudades del país. Por eso era relativamente fácil encontrarse con un camión de esta compañía.
Ahora podemos tener una sensación similar al encontrarnos, por ejemplo, con un camión de Transonuba. Esta firma onubense tiene, así mismo, una flota de cientos de camiones y extiende su alcance más allá del que tenia la mítica compañía pesquera.
Pero ya no es lo mismo. Imaginemos que vas por Zaragoza, por poner un ejemplo, y alcanzas a un camión de Transonuba. Si suenas el claxon en señal de saludo, el conductor probablemente piense que estés chalado o, incluso, pueda molestarse. Ya, con la matrícula anónima, las posibilidades de entender el sentido del saludo no son las mismas. Podríamos considerar que siguen siendo embajadores de Huelva en la carretera, pero no es igual. Una pena, pero quedémonos con el gratificante recuerdo de aquellos momentos de emoción inolvidables, sobre todo para los niños.
2 comentarios en «Huelva en el corazón, embajadores en la carretera»
Acojo esta noticia con alegría porque entre mi padre y yo sumamos 60 años en Damas.
El día 3 de febrero de 2024, celebramos el séptimo encuentro y almuerzo de jubilados de Damas, lo pasamos muy bien, disfrutando con antiguos compañeros de toda la vida gracias a Damas. La celebración fue en Bar Puerto en Punta del CEBO (Huelva).