Rosa Brito. Esta navidad podemos disfrutar de la canción Un brillo especial, el resultado de un precioso proyecto, el cual busca dar visibilidad a las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Se trata de una canción navideña grabada en ETHOS Centro para la Diversidad de Huelva, en la que han participan 25 personas con este trastorno, con edades comprendidas entre los 5 y los 32 años, todos ellos alumnos del centro. Un proyecto lleno de alegría, y es que tantos los alumnos como sus familias, necesitaban volver a sentir la magia de los proyectos musicales de ETHOS.
Así nos lo ha transmitido David Núñez Mañó, director y profesor de música de ETHOS, quien es, además, el autor y compositor de la letra y música de esta canción: “después de todo lo que hemos sufrido con la pandemia, con la que se truncaron algunos de nuestros proyectos, como fue el caso de nuestro espectáculo basado en la magia de Disney, que se tendría que haber celebrado el 25 de junio de 2020 con la banda sinfónica municipal de Huelva en el auditorio de Casa Colón, y que tuvimos que suspender, sentía la necesidad de preparar nuevos proyectos ilusionantes, no solo para mis niños, sino también para sus familias”.
Un brillo especial
Pero Un brillo especial, a diferencia de otros proyectos anteriores en los que únicamente participaban alumnos con TEA que cantaban, nos quiere mostrar la realidad del autismo, y, por ello, participan niños con grandes dificultades en el lenguaje verbal. “En esta ocasión quería que participara el mayor número posible de alumnos, sin importar sus dificultades, no solamente por dar una mayor visibilidad del TEA, sino también para que sus de familias tuvieran una dosis de alegría en su duro día a día, y un recuerdo bonito para toda la vida”. Y es por ello, que se ha grabado un videoclip, en el que participan otros niños con y sin diversidad funcional y sus familias, para dar también ejemplo de inclusión.
La canción transmite el auténtico espíritu navideño, en el que no pueden faltar los momentos de nostalgia, de alegría, de felicidad, de estar con la familia y con los amigos, donde hay que reír, cantar, bailar y soñar. Y, por supuesto, no pueden faltar los deseos de mundo de paz, donde brillen buenos valores, como la bondad, la humildad, el amor, la solidaridad y la inclusión.