Redacción. “Huelva marcó un antes y un después en la vida de Eugenio Hermoso, en lo personal y en lo pictórico. Su pintura influyó en los artista onubenses y viceversa.”. Así lo afirmó el doctor en Bellas Artes y artista plástico, Rodrigo Vargas Nogales, en la conferencia que el frexnense presentó en la tarde del pasado jueves 30 de septiembre en el Museo de Huelva. La charla forma parte de las Jornadas de Arte celebradas con motivo de su Centenario.
Como bien expuso Vargas Nogales, el pintor de reconocidas y premiadas obras como “A la fiesta del pueblo”, “Rosa” o “La juma, la Rifa y sus amigas” visita por primera vez Huelva en 1903, con motivo de la Exposición Onubo-Extremeña. A partir de ese momento, comenzaría la historia de amor de Eugenio Hermoso con Huelva. En ella encontraría una similitud más que profunda con su Fregenal natal, tierra conectada a la capital onubense a través de la concurrida y particular linea de Ferrocarril.
Sus afinidades pictóricas y artísticas con el fotógrafo Diego Calle, o su fuerte amistad con el abogado y aficionado al arte, Manuel Garrido Perelló, serían algunas de la primeras pinceladas que el frexnense daría en la Huelva de comienzos del siglo XX.
A estas amistades, hay que sumar a la familia Sundheim y Doetsch. Fueron mecenas del extremeño en más de una ocasión. También al escritor Juan Ramón Jimenez, admirador del trabajo del joven artista de Fregenal.
De la misma manera, fue más que reconocida su vinculación con el abogado Manuel Siurot, miembro distinguido de los círculos intelectuales y culturales más selectos de Huelva que, en la Tertulia de la Palmera, se reunían para conversar y debatir. “La personalidad de Siurot causó una huella muy profunda en la religiosidad y en el pensamiento de Hermoso. Llegó a filtrar en sus obras una particular manera de tratar la humildad, lo popular y lo sencillo”. Así lo lo apunta Vargas Nogales mientras destaca la especial relación que el pedagogo y el pintor mantuvieron durante durante los años de su estancia en la capital.
Más de un festín en honor de los éxitos obtenidos por Hermoso tuvieron lugar en los Círculos intelectuales y sociales de la capital. La ciudad reafirmaba así su admiración por Eugenio Hermoso, el cual a pesar de no haber nacido en Huelva, fue acogido como un onubense más durante toda su vida.
En 1914, Hermoso toma el relevo en la dirección de la Academia de Pintura de Huelva. Llega con él la adoración y el culto al retrato y al cuerpo humano. El frexnense concebía que la enseñanza de las bellas artes debía realizarse a través del dibujo al natural o con clásicos modelos en escayola, abandonando la copia de obsoletas láminas.
De estas enseñanzas y de la inspiración de las obras del maestro bebieron artistas como
Sebastián García Vázquez o José Martín Estévez, alumnos aventajados y de sobresaliente técnica, los cuales completaron su formación con extensos conocimientos sobre telas y soportes, producción de pigmentos y técnicas de imprimación para sus múltiples lienzos. Consolidaban así su oficio como pintores.
“Algunos cuadros de Martín Estévez, o ciertas obras de García Vázquez mantienen una
inspiración y similitud especial, una afinidad que va más allá del tema, la composición y el
tratamiento visual los acerca directamente a la obra de Hermoso” puntúa Vargas Nogales.
Estos son algunos de los episodios en los que reparó Rodrigo Vargas a lo largo de una
conferencia en la que el público no quedó indiferente. El artista frexnense recuperó durante una interesante tarde de charla el protagonismo que ocupó durante su presencia en la capital, época digna de recuerdo y estudio constante.
Rodrigo Vargas Nogales (Fregenal de la Sierra, 1976) es Doctor en Bellas Artes por la
Universidad de Sevilla y artista plástico residente en la capital hispalense. Sobresaliente Cum Laude por su tesis Eugenio Hermoso: Un utópico en Madrid.
Este trabajo se hace un repaso de toda la trayectoria artística de Hermoso, desde sus primeros años de vida en Fregenal hasta su muerte. Se divide el estudio entre sus años de formación, la producción pictórica de éstos y la realizada posteriormente. Esta última para las participaciones posteriores en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. Igualmente se dedica un apartado al análisis de un grupo de obras más personales que se enmarcan en el regionalismo/simbolismo del primer cuarto de siglo XX.
Además, Vargas Nogales publicó en el año 2019 el libro Eugenio Hermoso. La cara B del arte español bajo la colaboración de la Diputación de Badajoz. Este ensayo trata de poner en valor la pintura de Eugenio Hermoso. Junto a los pintores de su generación y a la literatura del 98 asumieron un sentimiento y una cultura de la geografía y del paisaje. De lo popular, como base y requisito de identidad de un país.
Además de estudiar la figura, vida y obra del exponente más destacado del regionalismo español, Vargas Nogales es artista plástico. Fue becado en el 2004 con una de las Ayudas “Francisco de Zurbarán”, presentando el proyecto CRE-ANDO paisaje. Se trata de una propuesta multidisciplinar que tiene el propósito de deambular en los límites de lo que podría llamarse el paisaje fronterizo. Con la intención de llevar a cabo una experiencia vital y física. Suma a su currículum, el premio en el Certamen de Pintura Gruas Lozanos en 2010 por su obra Plato’s Wal.
1 comentario en «Eugenio Hermoso y Huelva, un viaje de ida y vuelta»
Excelente conferencia del doctor Rodrigo Vargas sobre Eugenio Hermoso y su trayectoria como director de la Academia de Pintura onubense desde 1914 a 1919, como pintor y escultor de dotes excepcionales, que a través de los años cultivó su amistad con Manuel Siurot, Juan Ramón Jiménez, Daniel Vázquez Díaz, entre otros artistas e intelectuales de su época.
Enhorabuena al doctor Rodrigo Vargas Nogales por el éxito de su conferencia, en su empeño de reivindicación de la figura y la obra del pintor Eugenio Hermoso.