J.A. de Mora. La cápsula del tiempo que conmemora diez años de la Escuela de Exploradores en Marismas del Odiel ya está enterrada aguardando a los curiosos del futuro. Un emotivo acto matinal en el que los niños han sido los principales protagonistas. Y han estado acompañados de mayores rejuvenecidos en la promoción de la iniciativa, patrocinada por la Fundación Atlantic Copper.
La Escuela de Exploradores cumple un decenio desarrollada por Onubaland, empresa que se encarga de canalizar todo tipo de iniciativas encaminadas al uso público y disfrute del espacio natural privilegiado que bordea la ría onubense y sus esteros. El programa cuenta con la expresa colaboración del Patronato del Paraje Natural Marismas del Odiel y de la Junta de Andalucía, responsable última de su gestión medioambiental.
Diez años pasan rápido pero en la Escuela de Exploradores han dado para mucho. Han sido miles de niños onubenses -más de ochocientos en la última edición- los participantes. Se han divertido y han tenido la oportunidad de interactuar con esta joya del patrimonio medioambiental de Huelva.
Así lo ha manifestado en el acto de enterramiento de la ‘capsula del tiempo’ Antonio de la Vega, director general de la Fundación Atlantic Copper. Ha hecho patente la satisfacción de su entidad por este hito que se conmemora y por la exitosa gestión de la Escuela. En este sentido destacó la importancia de la educación en valores que conlleva la existencia de la Escuela de Exploradores.
Mostró su confianza en que continúe su benefactora labor en los años sucesivos. El directivo de la fundación ha resaltado la importancia de la colaboración público-privada para poder llevar a cabo este tipo de actuaciones. Igualmente ha indicado la prueba que supone Marismas del Odiel como paraje natural para la coexistencia pacífica entre la industria y el medioambiente.
Antes de la intervención de De la Vega, quien aportó para introducir en la cápsula el primer convenio original que posibilitó el nacimiento de la Escuela, entre otros documentos y objetos, la voz y la iniciativa fue de los pequeños exploradores. Varios niños y niñas introdujeron en la cápsula diversos deseos, poemas, dibujos y otros escritos que han quedado depositados para tiempos venideros. Este apartado del evento fue conducido por uno de los jóvenes exploradores, Enrique Pichardo. Por su parte, la pequeña Lucía Ríos iba metiendo los objetos en la cápsula. Manifestaron su compromiso con la preservación del medio ambiente y la esperanza de que ellos pasado el tiempo puedan vivir una realidad verde.
Entre los objetos que introdujeron figura una fotografía con el reverso firmado por todos los chicos, en el que habían escrito tres consejos para cuidar de Marismas del Odiel: apagar las luces, no tirar basura, y no gritar cuando vamos por la naturaleza. Así mismo pedían al destino que cuando en el futuro alguien pudiese leer el escrito la cifra de águilas pescadoras fuera una variable a no tener en cuenta, señal de haber dejado de estar amenazadas. Introdujeron así mismo una pluma de águila pescadora.
En esa línea general se expresó Pedro Yorquez, presidente del Patronato del Paraje Natural, quien abogó por avanzar en la preservación, en mantener y hacer este espacio y otros de la provincia más verdes aún. Yorquez introdujo por su parte un documento de compromiso en relación a la conservación del Paraje Natural.
Las intervenciones, antes de proceder a la introducción de la cápsula en el profundo hoyo cavado al efecto, fueron culminadas por el delegado territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Huelva, José Enrique Borrallo. El delegado quiso destacar que lo que se estaba viviendo era muy algo muy especial. Así lo entendía como delegado y también desde su apreciación personal. Orgullo y satisfacción fueron dos calificativos que utilizó para valorar las sensaciones generadas por el aniversario y el acto en si.
Mucho trabajo y compromiso, según sus palabras, vinculados a algo tan importante como es la educación medioambiental. Destacó, al igual que sus antecesores, el acierto de la colaboración público-privada, agradeciendo a la Fundación Atlantic Copper su compromiso.
Borrallo formuló su propio deseo. Que cuando pasados otros diez años alguien abriese esa cápsula tuviéramos tres conceptos superados y normalizados en cuanto a gestión transversal y fuera de amenazas. Se refirió a Desarrollo Sostenible, Revolución Verde y Cambio Climático. Se congratuló, así mismo, de la ilusión que los niños mostraban por este mágico lugar. Y la ‘siembra’ de cara al futuro que supone la sensibilización de los pequeños en materia ambiental. «Conseguir que piensen en verde«, concluyó el delegado.
Borrallo, Yorquez y De la Vega estuvieron acompañados por el director conservador del Paraje, Enrique Martínez, y la responsable de proyectos de la Fundación Atlantic Copper, Ángeles Sánchez. Estuvieron presentes, así mismo, del coordinador de comunicación corporativa de AC, Ismael Gaona y el gerente de Onubaland, Francisco Morales.
Tras las palabras del delegado de la Junta, Francisco Morales se ocupó de cerrar herméticamente la cápsula y ayudó a la pequeña Lasha Pérez Lozano a introducirla en el hoyo. Al propio delegado de Desarrollo Sostenible ‘no se le cayeron los anillos’ de modo que cogió el azadón para cubrir el hoyo con tierra. Posteriormente hubo una pequeña aportación en este sentido del director de la Fundación Atlantic Copper. Simpática imagen final para un ameno y emotivo acto.