La Huelva desconocida (II). Siglos XVII y XVIII

Antonio Delgado Pinto. Huelva es una gran desconocida para muchos, pero no solo para foráneos, también para los propios onubenses. De Sierra a Costa, pasando por Andévalo, Condado y Campiña, nuestra tierra tiene un sinfín de lugares bellos, a la par que desconocidos para la mayoría.

El onubense Antonio Delgado Pinto nos presenta cada sábado cinco lugares imperdibles de la provincia de Huelva.

MOLINOS DEL RÍO TINTO. Molinos harineros de los siglos XVI y XVIII

La gran cantidad de tierras dedicadas al cultivo de cereales propició la construcción de molinos harineros en los cauces de los ríos de nuestra provincia desde época romana.

Los que aún se conservan en las márgenes del río Tinto tuvieron su mejor momento entre los siglos XVII y XVIII, aunque se tiene constancia de que algunos siguieron funcionando hasta bien entrada la pasada centuria.

A pesar de que estas construcciones son el patrimonio industrial más antiguo de nuestra provincia, el grado de conservación de los propios molinos y de las presas con que contaron para embalsar y conducir el agua hasta las piedras de moler es muy precario, no hay duda de que si todavía están en pie es gracias a la solidez de su construcción.

COSO DE SANTIAGO. La plaza de toros más antigua de Andalucía en Campofrío

Esta plaza de toros se construyó en el año 1716 en Campofrío, esta fecha la hace la más antigua de Andalucía. En aquella época, cuando apenas existían plazas de toros, la gente venía hasta aquí desde todos los puntos de la sierra y de la cuenca minera para asistir a los espectáculos taurinos. Su graderío, limitado a dos círculos concéntricos construidos en mampostería, puede acoger a 1500 espectadores.

LA HUERTA NOBLE. El mayor palomar del país

Con sus casi treinta mil nichos para palomas y pichones, al palomar de la Huerta Noble le cabe el honor de ser el mayor de España. Fue construido entre 1761 y 1771 por el indiano Manuel Rivero González y en su curiosa arquitectura interior destaca el enorme número de nidales de barrio, semejando jarras o pulperas.

A pesar de que su estado de conservación no es malo, bastantes construcciones recientes se han ido adosando a sus paredes exteriores, robando autenticidad a este peculiar edificio, único en nuestra provincia.

PUENTE DE LA CORONADA. Puente sobre el río Odiel en Sotiel Coronada

Este puente, llamado también de San Rafael, tiene cinco arcos y un templete en el centro, donde existió hasta hace poco un retablo religioso. Fue construido por el alarife Ambrosio de Figueroa en pleno reinado de Carlos III. El gran impulso que los ministros de este rey dieron a la agricultura trajo consigo el trazado de nuevos caminos y puentes, además de la repoblación de algunas zonas rurales de Sierra Morena y del valle del Guadalquivir.

VÍA CRUCIS DE AALMIS. Cerámica holandesa del siglo XVIII en La Redondela

Los quince murales de azulejos que lo componen proceden de Rotterdam y fueron pintados en azul cobalto por Jan Aalmis alrededor de 1750, época en la que este trabajaba en Delf para Cornelis de Berg.

Estos mosaicos estaban colocados hasta hace unos años, cuando fueron desmontados para su restauración, en la parte interna del muro que circundaba la Huerta Noble.

Al parecer, existieron al menos dos Vía Crucis similares a este, pintados también por Aalmis (conservados en parte en Londres y en Maastrich respectivamente), aunque ninguno de ellos está tan completo como este de La Redondela.