José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Si en estos Juegos olímpicos de Tokio, uno de los mayores acontecimientos deportivos del planeta, la provincia estará representada por dos deportistas profesionales de primer nivel, el jugador de tenis de mesa Álvaro Robles y la marchadora lepera Laura García Caro, en el 2024 se podría sumar un nuevo deportista, un rider natural de Bonares que podría convertirse en el próximo héroe olímpico de la provincia y pasar a formar parte del este selecto club de olímpicos provinciales, en el que ya están, Francisco Peralta, deportista olímpico en tiro con arco (Manzanilla, 1943), que participo en Moscú en los JJ.OO. de 1980, el onubense José Prieto que participo en los JJ.OO de los Ángeles de 1984. La Atleta triguereña paralímpica que participo en los Sídney 2000. El jugador de vóley Sixto Jiménez con cinco juegos olímpicos a sus espaldas, uno como jugador en Atlanta en 1996 y los cuatro restantes como entrenador. Verónica Ruíz (Huelva, 1989) que fue convocada como parte de la Selección en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Francisco Alloza (Huelva, 1951), primer árbitro español de boxeo en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Kevin de la Nieve, que Formó parte de la Selección del Pre-olímpico de Antenas 2004. Y por último la olímpica de la provincia más laureada de todos los tiempos, Carolina Marín, medalla de oro en los JJ.OO de Río de 2016 y que debido a una grave lesión, no ha podido estar en esta cita de Tokio. Una larga lista a la que podría sumarse ahora este joven rider bonariego, que podría ser la próxima promesa olímpica de la provincia en su disciplina, como nos cuenta en la próxima entrevista.
¿De dónde le viene la afición a esta disciplina?
Se podría decir que desde niño, aunque fue a partir de terminar la carrera de Psicología, cuando me lo tome en serio. Es verdad que antes ya destacaba en esta disciplina. Pero fue terminar los estudios y enfrentarme al mercado laboral, a un año estudiando oposiciones y trece trabajos diferentes y variados. Cuando un amigo me hablo de este deporte y de que podía incluso vivir de ello y no lo dude ni un segundo. Por suerte siempre he sido un persona que he practicado deporte de manera exigente, tanto colectivos como individuales, pero si en algo he destacado por encima de todo es en ciclismo, tanto con bici de carretera como de montaña. Algo que me ha permitido adaptarme perfectamente a esta disciplina tan exigente y que te obliga incluso a practicarla de noche y en los circuitos urbanos más exigentes.
¿Qué es lo más duro de este deporte?
Lo que menos me gusta de este deporte son por una parte lo imprevisible y los cambios de ritmo y por otra parte la precariedad tan alta porque no se ve como una disciplina profesional. Se ve más como un infra servicio de un sistema liberalizado que ha perdido la orientación social y colectiva de un trabajo como servicio a la sociedad, frente a lo que debería ser, un servicio esencial más de la sociedad del cambio en la que vivimos, en la que todo esfuerzo personal y laboral debe tener un espacio en la colectividad y en el fin común en una sociedad en la debe primar el bienestar social por encima del económico. En pocas palabras, que mi disciplina debe ser tan importante como el panadero que te hornea el pan, el albañil que te construye tu casa, el enfermero del centro de salud, el frutero, el carnicero o el librero del barrio. No somos profesionales de segunda categoría, nuestra disciplina debe estar al mismo nivel que cualquier otra. Porque nuestros entrenamientos no tienen hora del día, salimos a entrenar haga frio, calor, llueva, haya viento huracanado, nieve o granice y eso sin quitar las horas que pasamos esperando, a que se den las circunstancias idóneas para salir.
¿Cuáles son sus referentes?
Pues Bob Marley es uno de ellos, me encanta ponerme la música mientras entreno, me transporta a un mundo paralelo que no existe en la realidad. Bueno luego está Induráin, Butragueño y Andrea Agassi, del que hace poco me leí su libro y me gusto bastante. Luego están como no mi padre y mi madre, que han hecho posible que yo sea licenciado en Psicología y me han educado en la cultura de la esfuerzo, que ha terminado empujándome al vórtice de la precariedad laboral. Estoy seguro que si me hubiera dedicado a trapichear vendiendo marihuana como algunos de mis amigos, ahora no tendría este problema, pero si por algo soy uno de deportistas más prometedores de mi pueblo, es por mi constancia y mi capacidad de trabajo.
¿Qué objetivos se ha marcado para los próximos Juegos?
Mi primer objetivo va ser entrar en el circuito nacional, luego en el europeo, internacional y de ahí a la fase de clasificación para los JJ.OO. Pero para eso, aún queda mucho trabajo, sufrimiento y muchos pedidos de hamburguesas que llevar a domicilio. Llegar a Paris no va ser fácil y conseguir medalla mucho menos. Pero voy a hacer todo lo posible por llevar el nombre de Bonares por todo el mundo. Quiero ser el primer bonariego en ganar una medalla olímpica y también tener una calle sin salida con mi nombre.
¿En qué piensa cuando mira atrás?
Pues pienso en los perros que han corrido detrás de mí, en los coches que han estado a punto de atropellarme, en los atracos a punta de navaja que he sufrido, en las horas de sueño que nunca recuperaré, las propinas que me prometieron y nunca llegaron. Pienso en los días que he entrenado sin protección social y sanitaria alguna, en los días interminables de calor y frio. Pienso en la miseria y precariedad que me acompañan, aunque me hayan prometido mil y una veces el sueño de otra vida mejor llena de gloria, dinero y un contrato a tiempo completo. Pero a pesar de todo, veo la luz al final del túnel que tengo que cruzar todos los días antes de llegar a mi casa, donde espera mi perro ansioso por sacarlo a mear en la rotonda donde yace la estatua de bronce de un futbolista de recreativo de Huelva.
Y después de los Juegos ¿Qué planes tienes?
Espero primero que mi disciplina se convierta en oficial para los próximos juegos, lo segundo que mi empresa termine contratándome después de dos años de autónomo y lo tercero que pueda demostrar en los juegos olímpicos el riders que soy.