Redacción. La Diputación de Huelva y SEGITTUR han comenzado esta semana los trabajos para la conversión de la provincia de Huelva en destino turístico inteligente. Para ello, se ha celebrado una primera reunión virtual donde han presentado la iniciativa de manera interna ante las áreas de la institución implicadas en la gestión del destino.
Durante los próximos días se llevarán a cabo entrevistas con los máximos responsables del destino, así con los distintos agentes implicados directa e indirectamente.
Las áreas de la Diputación que participan en estos trabajos son, entre otras, Desarrollo territorial, Reto demográfico, Innovación, Medioambiente, Infraestructuras, Cultura, Deportes, Bienestar Social, Igualdad y Patronato de Turismo.
El trabajo se estructura en base a la metodología de Destino Turístico Inteligente de la Secretaría de Estado de Turismo, en la que se evalúan más de 400 requisitos vinculados con los cinco ejes que conforman un destino turístico inteligente: gobernanza, innovación, tecnología, accesibilidad y sostenibilidad.
El resultado de las reuniones junto con el análisis de la información aportada por todos los agentes implicados servirá para evaluar el grado de cumplimiento de la provincia Huelva en cada uno de los ejes, lo que constituye la base para la elaboración del informe diagnóstico y el plan de acción para su conversión en destino turístico inteligente.
La presidenta de la Diputación de Huelva, María Eugenia Limón, ha subrayado la importancia de este proyecto, “alineado con nuestros objetivos de gobierno y con los ODS de la Agenda 2030, con los que estamos comprometidos”. Limón ha destacado el papel de la Diputación “como administración local intermedia, haciendo posible el equilibrio entre los municipios, para construir entre todos un único destino turístico diverso, sostenible e inteligente”, ha señalado.
Por su parte, el presidente de SEGITTUR, Enrique Martínez, considera que la conversión de un destino en destino turístico inteligente supone la revalorización del destino a través de la innovación y la tecnología, lo que conlleva un aumento de la competitividad, una mejora de la eficiencia, así como un impulso al desarrollo sostenible del destino, no solo en el ámbito medioambiental, sino también en el económico y el socio-cultural.
